MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Voto razonado

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El voto razonado es un asunto muy serio, ya que los temas que a esto atañe y que se resuelven por este medio son de gran importancia capaz de afectar intereses y derechos de todos los ciudadanos. Por esta razón, es preciso votar de la manera más juiciosa y prudente posible, asumiendo las responsabilidades que este tipo de decisiones conlleva. Informarse anticipadamente lo mejor posible acerca de qué o a quién se elige y para qué, es una responsabilidad ciudadana que le da su lugar y fuerza al voto, un arma poderosa que bien utilizada puede mejorar el rumbo de nuestros pueblos. Esto plantea la necesidad investigar y de escuchar objetivamente las propuestas de los distintos candidatos o a los postulantes de las diferentes opciones que se nos proponen y no sólo a nuestro favorito sentimental. Es un error que nos limitemos a escuchar al candidato que nos cae bien o nos parece súper simpático. Ahora bien, es común que los candidatos o los defensores de las opciones puestas a votación quieran presentar su mejor cara ante los electores y, por ello, tiendan a exagerar sus virtudes y a minimizar u ocultar cualquier posible falla o inconsistencia. La única defensa de los electores frente a las exageraciones, las mentiras o el cinismo de quienes postulan las opciones que se someterán a votación es buscar información de calidad, analizarla, debatirla y, con base en ello, madurar un juicio propio. Para que la ciudadanía emita un voto informado se requiere que varios actores sociales cumplan sus responsabilidades. 

Es de suma importancia analizar y revisar el trabajo de cada uno de los aspirantes a los distintos puestos de elección popular, ya que serán nuestros defensores y representantes de acuerdo el papel que funjan como gobernantes elegidos por la clase trabajadora en su mayoría. De aquí depende qué rumbo tomará nuestro municipio, estado y el mismo país. 

A México le urge un modelo económico distinto al que prevalece hasta el día de hoy, donde la justicia y falta de equidad brillan por su ausencia. 

Hemos visto que la votación es un método participativo de toma de decisiones y que votar siempre implica elegir entre distintas opciones, lo que presupone que debemos tener libertad para elegir. Sin libertad, el voto pierde sentido. Nadie debe interferir en la voluntad del votante. Es vital que las libertades estén legalmente protegidas y garantizadas. Cinco son las libertades fundamentales para el cabal ejercicio del voto: de expresión, información, reunión, asociación y participación. Pero, así como es importante la libertad, también lo es la responsabilidad. Dado que cada voto forma parte de un proceso que desemboca en una decisión colectiva, se debe ejercer de manera responsable. Una forma de ser responsable es participando en las decisiones colectivas. Quienes se abstienen de participar y de votar, ceden su capacidad de decisión a otras personas. La otra vertiente de la responsabilidad tiene que ver con sopesar muy bien las razones que nos llevan a preferir una opción y no otra, en vez de sólo dejarnos llevar por las emociones, la simpatía o los prejuicios.

También se ha cobrado conciencia de que las votaciones se pueden utilizar en grupos tan pequeños como un grupo escolar o tan grande como un país, en una gran variedad de contextos y a propósito de temas muy diversos. Pero las votaciones, siendo tan útiles, no siempre son el método más aconsejable. Algunas de las situaciones en las que la votación no es la fórmula idónea son las siguientes:

a) Pretender resolver colectivamente, mediante el voto, asuntos que corresponde decidir a una persona en uso de sus libertades. 

b) Poner a votación la vigencia de derechos que son irrenunciables para las personas.

c) Someter a votación decisiones que corresponde tomar a grupos de especialistas.

d) Querer elegir por votación cargos que deben estar basados en el conocimiento, la solvencia técnica y el mérito.

e) Buscar decidir mediante el voto asuntos que por su relevancia para la colectividad merecen ser resueltos por consenso.

Compañeros antorchistas de todo México, y Nuevo León, amigas y amigos los invitamos a analizar y reflexionar detenidamente por quién votar en las próximas elecciones, que están muy cerca, nuestro deber, nuestra obligación como ciudadanos críticos y analíticos, es promover y darle a nuestro voto un rumbo que favorezca el interés de los más necesitados y así colaborar con un rumbo veraz de prosperidad, de desarrollo económico y social a nuestra sociedad, se debe, de bien utilizar el arma poderosísima que se llama voto y no gastarlo, no utilizarlo en proyectos endebles, “no gastar el parque en palomas”, que no tienen ninguna posibilidad de ganar, 

pero que si debilitan o fortalecen según sea el caso, a los contendiente con mayores posibilidades de triunfo, tal decisión que se  tome será de suma importancia para darle un rumbo de verdadero progreso, de  un desarrollo económico y social fuerte y robusto, de un crecimiento sostenido que tome en cuenta a todos los de Nuevo León  y México; es nuestro derecho y nuestro deber histórico como buenos ciudadanos, participar y  contribuir seleccionando objetivamente a nuestros próximos gobernantes, para que estos nos conduzcan por la senda del progreso y desarrollo de nuestros pueblo, por nosotros y por las siguientes generaciones qué necesitan una condición verdaderamente humanitaria, con un sentido verdaderamente de justicia y equidad, sin hambre, bien vestidos, sanos y vigorosos; lo merece la clase trabajadora que es la que produce toda la riqueza, traducida en un sin número de mercancías, que hay en este mundo, y que aprovechando condiciones hechas por el mismo hombre como son los medios de producción, la materia prima extraída de la materia bruta, que nos proporciona la madre naturaleza y que el hombre con su gran capacidad e inteligencia transforma para beneficio de toda la humanidad.

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