MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Volverá la Espartaqueada Cultural a la Atenas 

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Mientras escribo estas líneas, van corriendo las transmisiones en vivo de la Espartaqueada Cultural del Movimiento Antorchista que, por segunda ocasión, debido a la pandemia, fue celebrada en espacios físicos, pero transmitida a través de la computadora o teléfono. Los que hemos atestiguado estas presentaciones estaremos de acuerdo en que es un evento singular que reúne a niños, jóvenes y adultos para bailar, cantar, declamar, actuar y pintar. 

El arte y la cultura son manifestaciones del desarrollo y progreso de los pueblos que, además del placer estético que provocan en el hombre dan identidad; son además recursos de los que se puede vale la gente para expresar sus más hondos sentimientos, inquietudes o inconformidades.

Por poner ejemplos, el cuadro Guernica, de Picasso fue la noticia sobre los bombardeos que hizo la aviación alemana durante la guerra civil española sobre la Villa Vasca que da nombre a la obra; la poesía Masa, de César Vallejo, llama más que al amor, como sostienen algunos críticos de la poesía, a la solidaridad precisamente de las masas, acto que dará lugar, como retrata la poesía, al milagro de salvar así al hombre. 

La obra teatral Los que vuelven, de Juan Bustillo Oro retrata la realidad de miles sino es que millones de mexicanos que, empujados por la pobreza, la violencia, se desplazan de su lugar de origen en busca de una vida mejor.

El arte, la cultura, inciden en quien los ve o escucha tanto como en quien lo practica; a unos y a otros lo sensibiliza y los vuelve solidarios con los suyos. 

Ante tantos problemas, mismos que se han venido agravando, las obras artísticas como las mencionadas arriba ayudan a fomentar la unidad y lucha de los pueblos de la misma manera como lo haría un orador. Viene a mi mente cuando los grupos culturales nacionales del Movimiento Antorchista pusieron en escena la obra teatral Fuente Ovejuna, de Lope de Vega en tierras michoacanas, ¿cómo no reaccionar contra la tiranía del comendador que tiene sometido al pueblo de Fuente Ovejuna, lugar donde se desarrolla la obra, un pueblo andaluz?  La misma obra da la salida, la unidad de acción de un pueblo frente a la tiranía puede cambiar la suerte de dicho pueblo.

Esa es una de las razones por la cuales Antorcha promueve y difunde el arte y la cultura. No puede negarse que es también una forma de ocupar a los jóvenes en actividades culturales, así como darle una especie de catarsis al pueblo mexicano que vive sumido en la pobreza, la inseguridad, el desempleo e injusticias.

Las Espartaqueadas Culturales quedarán en el recuento de los hechos como una constancia de lucha de Antorcha, que frente a los recortes presupuestales al arte, a la cultura y a la misma educación por quienes las consideran como algo superfluo, estorbo, subversivo o peligroso, Antorcha puso su “granito de arena” en preservarlos y promoverlos. 

Qué desgracia que no sea presencial esta espartaqueada, pero no importa, nos acoplamos a los tiempos que corren y aún así, allá va el aporte de Antorcha a la cultura. 

Como somos partidarios intransigentes de la idea de que todo cambia, que todo fluye y nada permanece eterno, principalmente en que esta sociedad desigual e injusta cambiará por uno mejor tarde o temprano por la acción de las masas, llegará el día en que nos volvamos a ver las caras en la Atenas de la mixteca, en Tecomatlán, Puebla, bailando, cantando y declamando. Dijo Herman Melville en Moby Dick que hay una tormenta para cada calma, es cierto, pero cierto es también que hay una calma para cada tormenta.

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