En San Luis Potosí, como en varios estados del norte del país, la falta de agua potable se ha convertido en un problema público que afecta a miles de familias, tanto en zonas urbanas y rurales, y esto, antes de empezar la época de calor y estiaje.
Hay varios factores que están provocando esta situación, pero haciendo a un lado los de índole natural, destacaremos los que son ocasionados por la falta de aplicación oportuna y correcta de recursos económicos por parte de las autoridades, principalmente de las de nivel federal, que prefieren gastar carretonadas de recursos en obras faraónicas como el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles, entre otros, en lugar de aplicarlos a obras básicas de infraestructura como lo es las relacionadas con el suministro de agua para ciudades y el campo.
Este problema de escasez de agua en la capital potosina y municipios conurbados se ha convertido en el tema de muchos titulares de periódicos, como reflejo de la gravedad que representa. Veamos los encabezados de algunas notas recientes del periódico El Sol de San Luis, sólo por ilustrar: “Dos horas duro “El Realito” antes de fracturarse de nuevo”, “Aprueba Cabildo “apoyo financiero temporal” al INTERAPAS por 75 mdp”, “Presas potosinas debajo del nivel óptimo promedio”, “CEA lleva a San Lázaro problema del “Realito”.
Y sí, en cuanto al nivel de las presas, la situación es muy delicada: Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la presa El Realito se encuentra al 74.3 por ciento de su capacidad; la del Peaje al 0 por ciento, y la presa San José, que es uno de los vasos más importantes de captación para la zona metropolitana, se encuentra al 52.7 por ciento (Sol de San Luis, 26 de marzo). La situación se agrava, ya que apenas está iniciando la temporada de calor y según las mismas autoridades de la Comisión Estatal del Agua prevé que habrá poca precipitación en los meses venideros. Esto con relación a las presas con que cuenta la capital y municipios aledaños.
En cuanto a la calidad de las obras y la diligencia con que son resueltas, veamos lo sucedido en el caso de la presa “El Realito”, donde se presentaron fallas por averías en cuatro ocasiones solo en el mes de marzo, lo que implicó dejar sin suministro de agua a 32 colonias del sur y oriente de la capital potosina. “La CEA, añadió, continua el análisis para resolver de fondo el problema de desabasto de agua que se genera La última se debió a una fractura del ducto de conducción en el kilómetro 36+760, a la altura del municipio de Tierra Nueva. En la capital potosina a raíz de las constantes fugas en el ducto, para lo cual se contemplan aspectos legales (Sobre la empresa encargada de la obra, agregó), económicos, de infra estructura…” (Sol de San Luis, 29 de marzo). Ante esto, la CEA y el INTERAPAS, al menos en teoría se coordinarán para llevar con pipas agua a las colonias que están padeciendo por estas fallas.
Pero no se crea, amigo lector, que solo las colonias se ven afectadas por la escasez de agua, sino también por los planteles educativos que se ubican en aquellas: “INTERAPAS, con hasta 3 quejas a la semana por falta de agua en escuelas de la Zona Metropolitana” (El Universal San Luis Potosí, 8 de abril 2022). La pandemia sigue y no olvidemos que el agua en baños y bebederos es importante para la higiene de los niños.
¿Y el campo potosino? Seremos testigos de la seria afectación a la agricultura y la ganadería por el recrudecimiento de la sequía en los próximos meses, esto es, veremos las pérdidas de siembras por falta de lluvias y muerte de ganado, como ya lo ha padecido, por ejemplo, el Altiplano en años recientes. “Vamos a enfrentar un año de mucha sequía, se esperan pocas precipitaciones, hay que prepararnos”, señaló la diputada local Liliana Flores Almazán, vicepresidenta de la Comisión del Agua del Congreso del Estado” (Plano Informativo, 24 de marzo 2022). Pero lo más triste será, a no dudarlo, el abandono que sufrirá el campesino y el agricultor humilde por la falta de apoyo del gobierno para enfrentar los siniestros. Se quedarán, en muchos casos, en el total desamparo por la autoridad que les repite una y otra vez primero los pobres.
Como vemos, el panorama en el estado de San Luis Potosí, en lo que respecta a la escasez de agua, afectará gravemente a las familias tanto de la ciudad como del campo. Es cierto que las precipitaciones no dependen de ninguna autoridad porque son fenómenos de la naturaleza, pero lo que sí depende del gobierno es aplicar recursos para obras hidráulicas y apoyos a los campesinos ante contingencias como la sequía.
Desgraciadamente, como apuntamos arriba, la 4T ha reducido en términos reales los presupuestos de los estados y municipios para sacar sus proyectos emblemáticos y programas de carácter electoral.
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