Hemos dicho desde hace muchos años, que el verdadero mal que aqueja a nuestro país es la pobreza que padece el pueblo de México, que en la actualidad rebasa los 90 millones de mexicanos, de los cuales, 46 millones viven en la pobreza extrema y también se dijo desde siempre, que este mal tiene su origen en la injusta distribución de la riqueza social que existe en nuestra patria, pues no se explica de otra manera que siendo México uno de los 20 países que más riqueza genera, al ubicarse como la décimo quinta economía del mundo, tenga esa monstruosa cifra de ciudadanos que no tienen resueltas sus necesidades más elementales como son la alimentación, la salud, la vivienda, la educación, entre muchas otras.
La pandemia que azota al mundo entero y a nuestra patria en particular, se ha encargado de demostrar muy claramente, que el Gobierno de la 4T, encabezado por Andrés Manuel López Obrador carece de un proyecto científico de nación, que ataque el verdadero problema del país y lo retrata como un Gobierno electorero al que sólo le preocupa tener cautivo a un segmento de la sociedad para los siguientes procesos, por eso finge olvidar que los programas sociales de transferencias monetarias, se vienen instrumentando en nuestro país desde hace décadas y no han sacado de la pobreza a nuestro pueblo, por el contrario, el número de estos ha aumentado en cantidad y calidad.
En los días que corren y a escasos 17 meses de gobierno, queda nítidamente a la vista de todo el que lo quiera ver, lo errado de su política en general, pero hoy sólo tocaré el tema del pésimo manejo del Covid-19, que retrata la situación de agonía en que ha caído el sistema nacional de salud y la situación económica en que se encuentra la población mexicana que no tiene un ingreso fijo y los asalariados que están siendo despedidos; en relación al primer aspecto, es de todos conocido, que ya de por sí era malísimo el funcionamiento de todas las instituciones del sector salud, pero ahora se ha llegado a los extremos de carecer, ya no digamos de lo más elemental en cuanto a medicamentos se refiere, sino, a la escases del equipo mínimo de protección del personal médico y de todo el personal auxiliar, para que estos en su titánica labor de atención a los enfermos no se contagien, todo esto como consecuencia de la ineficacia y la visión poco científica del Gobierno federal que irresponsablemente juega con la salud de todos los mexicanos al tratar de esconder la verdadera dimensión y gravedad de la pandemia, lo que los llevó a no precaverse del material mínimo indispensable como los respiradores, todo en aras de la austeridad mal enfocada, así como a tardarse en tomar las medidas que ya estaban probadas en otros países y la consecuencia es que ya México, es el país de Latinoamérica con la tasa más alta de mortalidad por el Covid-19, con 7.52 decesos por cada 100 casos de infección reportados por las autoridades de salud, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS); en la última semana la cifra de muertes en México se multiplicó 2.8 veces al pasar de 141 a 406 en la semana del 7 al 14 de abril.
Ante este crecimiento exponencial de la crisis, el Gobierno morenista ha intensificado el llamado que hizo tardía e inescrupulosamente a la ciudadanía, de que deben enclaustrarse en sus hogares, pero de nueva cuenta pierde de vista la situación real del país, pasa por alto que solamente 22 millones de mexicanos son los que tienen acceso a los programas sociales y que son muchos más los millones de ciudadanos pobres que están desprotegidos de todo apoyo gubernamental y que casi el 60% de la Población Económicamente Activa (PEA) no tiene un salario fijo, prestaciones y seguridad social, sino que viven al día y dependen del dinero que ganarán hoy para darles de comer a sus hijos y muchas veces a sus padres y otros familiares; ante esta situación los pobres están obligados a salir a las calles para encontrar el sustento en una economía que está colapsando, aún con el riesgo de encontrarse con el contagio.
En Guanajuato, el Gobierno estatal y algunos ayuntamientos están entregando despensas, pero esta medida resulta claramente insuficiente e insignificante si tomamos en cuenta que el 20.7 por ciento de la población, que equivale a más de un millón doscientos mil ciudadanos en números reales, carece de una suficiente alimentación; el 57.1 por ciento carece de acceso a la seguridad social, el 12% a los servicios públicos básicos y el 19 por ciento no tiene acceso a la educación, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval); además de los más de 10 mil desempleados que ya arrojó a la calle la crisis de salud en las ultimas semanas.
Para evitar una posible hambruna en el país y sus consecuencias negativas, el Movimiento Antorchista Nacional exige que el Gobierno federal y los otros niveles, le hagan justicia al pueblo, que, con sus manos, inteligencia y el sudor de su frente, crea toda la riqueza que genera nuestra patria, es necesario que, en estos momentos tan aciagos, reciba un poco de lo mucho que aporta. Es, por tanto, un reclamo de la realidad, instrumentar un programa alimentario integral, que permita a los más desprotegidos económicamente, quedarse en casa, para cumplir una de las medidas que en otros países resultó efectiva para contener la pandemia. Que conste.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario