Como es sabido el Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic), no ha dado ningún resultado, y la inflación; es decir, el aumento de los precios de las mercancías sigue, particularmente los componentes de la canasta básica, llamados así, porque son los bienes indispensables que componen los medios de vida necesarios para que una persona pueda vivir, para que conserve o reponga su energía vital, energía que cuando es utilizada de manera productiva se denomina fuerza de trabajo, y por tanto, es fundamental en la vida no sólo de las personas aisladas sino de la sociedad en su conjunto.
Es cierto que los salarios representan el valor de los medios de vida necesarios para reproducir la fuerza de trabajo, también es cierto que, en muchas ocasiones, por ser el intercambio de equivalentes en el mercado un fenómeno cierto visto en su conjunto y en periodos considerables de tiempo y la compensación aparece en todas y cada una de las mercancías como una forma tendencial que se cumple rigurosamente, mediante el encarecimiento de los productos de la canasta básica y el nulo aumento en los salarios o un aumento inferior a la inflación, sin que se viole la ley de intercambio de equivalentes, se ocasiona una sobreexplotación de la mercancía fuerza de trabajo, por arriba de los niveles normales de ésta; situación altamente perjudicial a la salud y al promedio de vida que los obreros deben registrar como un abuzo más cometido contra ellos, no sólo en lo personal sino como clase laborante, a la que además de corresponderle la producción de la riqueza en la forma de mercancías, se le cargan el costo de los efectos negativos de los fenómenos económicos propios del carácter capitalista de la forma de producción en que vivimos.
Por eso, es más indignante el hecho de que al pueblo se le siga tratando de adormecer con mentiras, promesas incumplidas, declaraciones de buenas intenciones, demagogia y engaños disimulados o abiertos, llevados a cabo desde el poder por Morena y sus aliados, como sucede en el caso del Pacic, que como ha quedado demostrado por la realidad, dando toda la razón a sus críticos, no ha servido para contener el alza de los precios, y se sigue insistiendo en él, con tal de darle nueva vida a la ilusión de que el gobierno mexicano está luchando contra la inflación, dando a conocer medidas de reforzamiento a este programa que ni siquiera se han podido echar a andar, porque se trató, otra vez, de ocurrencias tales, que han encontrado trabas, incluso de índole legal, y no han sido siquiera publicadas en el Diario oficial de la Federación (DOF) para que entren en vigor.
Alberto Aguilar, columnista de El Sol De México, escribió en su colaboración del 14 de octubre: “Mientras la inflación se mantiene imparable en el mundo... aquí el nuevo programa contra la inflación, Pacic que se anunció hace unos días sigue sin operar… anunciado el 4 de octubre por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es la fecha que no se ha publicado en el DOF… Eso significa que los alimentos que se podrían importar sin aranceles por un grupo de 15 compañías seleccionadas de forma arbitraria están legalmente imposibilitadas de hacerlo… el gobierno pretende recomponer el defectuoso plan. Según la presidencia trabajan en ello, pero no está fácil.
Hay más de un tema de alto riesgo… De entrada, la excepción. O sea, Bachoco…tiene una prerrogativa que no tienen la competencia. Lo mismo Gruma… Minsa, Sukarne, Grupo Mar, Pinsa, Signa, por citar alguno. Tan sencillo como que Cofece que preside Brenda Hernández podría iniciar una investigación por prácticas anticompetitivas, dada la notoria discriminación que hay en el mercado para importar alimentos… Pero eso no es todo, en el ámbito del TMEC y otros tratados, México violaría lo pactado… Así que el gobierno en aprietos y claramente tendría que dar marcha atrás.” (El Sol de San Luis, 14 de octubre de 2022)
Así las cosas. Pero por mientras, esas medidas ya se habían anunciado con bombo y platillo, y difundido por todos los medios desde la mañanera para dar la impresión de que se lucha contra la elevación de los precios, pero como vemos, nada.
Todo ha resultado una mentira más en contra del pueblo, en contra de los pobres, los cuales deben darse cuenta y reaccionar, primero tomando conciencia de la situación real en que vivimos; segundo, preocupándose por conocer sus verdaderos intereses como clase de trabajadores directos; tercero politizarse para tener la posibilidad de establecer metas claras, y; cuarto, organizarse y luchar para alcanzar sus metas, sobre todo buscando una más justa y equitativa distribución de la riqueza nacional, como lo propone el Movimiento Antorchista.
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