Tras cinco años de aquel “prometedor” discurso que ofreció el presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) el 1 de diciembre de 2018, en el Zócalo capitalino a miles de mexicanos, sobre sus “100 compromisos”, ahora podemos decir que fue falso y demagógico. En ese entonces, sobre el tema de salud prometió que se haría “realidad el derecho a la salud… poco a poco se irá ampliando el programa hasta que lo logremos, a mediados del sexenio [se entiende 2021], establecer un sistema de salud de primera, como en Canadá o en los países nórdicos”; hoy, su discurso quedó en el aire y el fracaso de la 4T y AMLO es evidente pues “se lleva entre las patas” a miles de mexicanos que se suman a lista de los que se encuentran sin acceso a servicios de salud.
Desde 2018, cuando inició el sexenio morenista, pasó de 20.1 millones sin acceso a servicios de salud a 35.7 millones en 2020; de ahí, -tras varias acciones que generaron repudio a AMLO como por ejemplo la desaparición del Seguro Popular, el cierre de clínicas y hospitales o el retiro de medicamentos-, hasta llegar a 50.4 millones el año pasado, de acuerdo con datos del reciente informe emitido por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El acceso a servicios de salud es inadmisible y podríamos decir que es mortal para miles de familias mexicanas, esto es así porque sumado a la cifra de 50 millones sin acceso a los servicios médicos, el precio de éstos han acumulado un alza de 24 por ciento desde que comenzó la gestión de Obrador y es la más alta para los primeros 56 meses de un gobierno desde la administración de Fox; los precios de los servicios de salud en el sector privado, tan sólo en julio, subieron 6.1 por ciento, una de las mayores alzas en los últimos 20 años, de acuerdo con el monitoreo que hace el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi); el acceso a la salud se sigue yendo a las nubes, hoy las familias no reciben atención ni en el sector público ni en el privado y muchos mexicanos deben quedarse enfermos y esperar a que las enfermedades se “retiren solitas” o morir.
A pesar de que AMLO, la 4T y Morena busquen “endulzar el oído” de la población con discursos de que “a pesar de la burla de la oposición, llegará el sistema de salud como en Dinamarca”, los que tenemos en casa a un enfermo de diabetes, hipertensión, dengue, influenza, o enfermedades más mortales como el cáncer, debemos ser los principales inconformes y apabulladores de quienes han hecho de la mentira y promesas un arte, pues no debemos olvidar que tras la ambiciosa reforma del Seguro Social al traspaso al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), desde el 29 de noviembre de 2019, nuestros enfermos se quedaron sin siquiera un médico rural que les midiera la presión o un diabético que tuviera insulina como antes.
Desde 2018, cuando inició el sexenio morenista, se pasó de 20.1 millones sin acceso a servicios de salud a 35.7 millones en 2020; de ahí, -tras varias acciones que generaron repudio a AMLO como por ejemplo la desaparición del Seguro Popular, el cierre de clínicas y hospitales o el retiro de medicamentos-, hasta llegar a 50.4 millones el año pasado, de acuerdo con el Coneval
La situación de salud del pueblo es terrible y trágica, pero AMLO sigue diciendo, como el primer día de su gobierno, que las culpas son de otros y, ni tardo ni perezoso, en una de sus mañaneras refirió que “la reducción en acceso a salud es por la mala pregunta que hizo Coneval”. En Oaxaca y en cualquier otro estado, las mismas burlas y descaros; por ejemplo, los Servicios de Salud de Oaxaca, ante el aumento de dengue que, hasta el 14 de agosto tuvo tres defunciones, 505 casos al haberse confirmado 244 de dengue no grave, 241 de dengue con signos de alarma y 20 de dengue grave, los encargados de atender la salud oaxaqueña se atrevieron a utilizar insecticida que ya había caducado, o sea, combatieron a los moscos Aedes aegypti, causantes de transmitir el dengue, con insecticida que es lo mismo que rociar agua. ¡Vaya, vaya!
Durante la presente administración, como resultado de la desaparición del Seguro Popular, el repunte del trabajo informal y las nulas políticas de protección médica estatal, alrededor de 2 millones 141 mil 803 oaxaqueños han perdido el acceso a los servicios de salud de cualquier tipo, según se desprende de las Estimaciones de la Medición de Pobreza Multidimensional 2022 difundida en días recientes por el Coneval.
De acuerdo con las cifras de esa institución, dos de cada tres oaxaqueños, el 65.7 por ciento, afronta carencia de acceso a los servicios de salud de una población estimada de 4 millones 249 mil 900 personas. Oaxaca es el segundo estado con mayor porcentaje de su población sin seguridad médica, apenas detrás del estado vecino de Chiapas, con 66.1 por ciento de sus habitantes desprotegidos que equivale a 3 millones 764 mil. Por cifra total de habitantes sin asistencia médica, Oaxaca es el quinto lugar de entre las 32 entidades del país, detrás de estados como Chiapas, Jalisco, Estado de México y Puebla.
Las desgracias, como las plagas del apocalipsis, siguen cayendo sobre el pueblo trabajador; desgracias y tragedias en las que el gobierno de AMLO, que prometió mucho pero muy poco ha realizado, no ha hecho nada para evitarlas, al contrario, parece como si el verdadero objetivo fuera empobrecer más a los mexicanos y causarles más dolor y desesperanza de la que de por sí ya traía desde antes de que llegara Morena al poder.
AMLO y la 4T enferman al pueblo porque no le garantizan acceso a la salud, aunque este sea un derecho universal; AMLO genera miedo a los mexicanos por la inseguridad y violencia y genera carestía y más pobreza a las familias. Por todo eso, los mexicanos debemos cobrar rápidamente consciencia de la tragedia y desastre que vive México y en las próximas elecciones sacar a Morena del gobierno de México y buscar otras opciones para gobernar la nación; porque como dice el viejo refrán: Con AMLO y la 4T pasamos de la sartén a la lumbre.
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