La crisis afecta no sólo a empleados, sino también la calidad de los servicios médicos en el estado
Durango, Dgo. La Secretaría de Salud de Durango ha ignorado las solicitudes de diálogo realizadas por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS) para atender la situación de los más de 600 trabajadores de salud despedidos en los últimos meses. Ante la falta de respuesta y la prolongación del conflicto, los afectados han decidido emprender acciones legales contra las autoridades estatales.
La STyPS intentó mediar en el conflicto con el objetivo de lograr una conciliación y una separación en buenos términos. Sin embargo, las autoridades de Salud se negaron a participar en las mesas de diálogo, lo que ha dejado a los trabajadores sin opciones más que recurrir a la vía legal.
La negativa de la Secretaría de Salud para resolver el conflicto ha generado indignación entre los trabajadores, muchos de los cuales se desempeñaron en primera línea durante la pandemia. Consideran que han sido tratados de manera injusta y que su labor no ha sido reconocida.
A nivel nacional, el sector salud en México emplea a más de 1.2 millones de trabajadores, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Sin embargo, enfrenta una crisis laboral con denuncias recurrentes sobre despidos injustificados, falta de pagos y precarización. Sólo en 2022, se registraron más de 5 mil quejas laborales relacionadas con el sector salud.
En Durango, donde aproximadamente el 30 % de la población depende de los servicios públicos de salud, el impacto de los despidos ha generado preocupación. El estado cuenta con cerca de 12 mil trabajadores de salud, por lo que la eliminación de 600 plazas representa cerca del 5 % de su fuerza laboral.
Esta reducción podría afectar la calidad y cobertura de los servicios médicos, especialmente en zonas rurales y marginadas.
El estado ya enfrenta desafíos en materia de salud, como una tasa de mortalidad materna de 32.5 por cada 100 mil nacimientos, superior a la media nacional, y un aumento en la demanda de atención médica por enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión.
Además, Durango tiene una de las menores densidades de personal médico en el país, con apenas 1.4 médicos por cada mil habitantes, cifra inferior a la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2.5 médicos por cada mil habitantes. La reducción de personal podría agravar esta situación.
Los trabajadores despedidos exigen su reinstalación o, en su defecto, una indemnización justa, así como garantías de estabilidad laboral para el resto del personal de salud.
Este conflicto pone en evidencia las tensiones entre las dependencias gubernamentales y la falta de mecanismos efectivos para resolver disputas laborales. Mientras tanto, los trabajadores continúan organizándose para defender sus derechos y buscar justicia a través de los tribunales.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario