A lo mejor no nos lo imaginamos, pero si uno fuera a Tecate en los próximos días, tal vez nos daríamos cuenta de esto, así lo declaró de viva voz el presidente municipal de esta demarcación, Edgar Darío Benítez Ruíz, quien literalmente señala lo siguiente: “perdimos la paciencia con el tema del buen trato… luego no anden llorando por los de derechos humanos, por como tratamos… Los vamos a tratar con la punta del pie, como se merecen”, cuando se refirió a las personas que viven en la indigencia en las calles de este pueblo mágico.
Sí, así como se lee, el presidente municipal ahora ha instruido a la policía de su municipio para que a cualquiera que vea sospechoso o vagando en las calles de este mágico municipio, se le patee, se le maltrate y se le quite de las calles, para ser llevados a la cárcel, sí no importa si son migrantes que buscan un trabajo, no importa si son gente que se quedaron en la calle por no tener dónde vivir, no importa si son gente que está perdida, TODOS ELLOS SERÁN TRATADOS CON LA PUNTA DEL PIE.
Hay razones que el corazón no entiende, pero estas razones y argumento no las entiende el cerebro, por lo menos de quienes pensamos de que un gobernante está hecho para unir, para solucionar problemas, para tratar de crear condiciones sociales, no para unos cuantos, sino para todos sus ciudadanos, pues el argumento de que “son ellos los que propician los asaltos a pequeños negocios o asaltos en las calles”, es demasiado ingenuo cuando no se quiere ver la verdadera raíz del problema, cuando se piensa de que los delincuentes son los ciudadanos de pie y no los que se encuentran moviendo todo desde arriba, ojo, no acuso a nadie, solo digo que hace falta ver a un lado para encontrar al verdadero enemigo.
Acaso estos argumentos, de que a uno se le catalogue, se le revise o inspeccione con relación a su forma de vestir o por el simple hecho de andar en la calle, aquí y en todos lados ya, ¿se le llama discriminación? Que él y los posibles lectores lo juzguen por sus palabras, solo sé que aquí en México y en pleno siglo XXI, es un delito este tipo de discriminación, de no detener esto, a todo aquel que se quede viviendo en las calles por falta de recurso de dinero para rentar, por problemas familiares, por problemas de salud, etc. Será revisado y cuestionado por la policía.
Pareciera que regresamos a los viejos tiempos, donde las redadas y las persecuciones en contra del pueblo trabajador están a la orden del día, pareciera que, en vez de encontrar a gobernantes con ideas progresistas, nos encontramos con dictatoriales, ya ni Hitler se iba en contra de su mismo pueblo; aquí no hay mucho que decir, los hechos hablarán por sí solos, pero es necesario hablar antes para decir, yo te lo dije.
En últimas, como dijo aquel, cada cabeza es un mundo, pero cuando se es gobernante no solo se puede pensar en su mundo, se tiene que ver por el bienestar de todos los demás, se tienen que crear las condiciones para que las familias tengan trabajo, buenos salarios, servicios públicos, pero como dijo otro también, “eso no me toca a mí”, ya vendrá quien realmente se tome su papel enserio y no solo hará lo que le toca, sino un poco más, todo por el bienestar del pueblo trabajador.
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