Nació el 4 de octubre de 2021 en la Ciudad de México. Murió enfermo el 5 de enero. Apenas cumplía tres meses. El 6 fue enterrado en Iztapalapa. Días más tarde, el crimen lo exhumó. El 10 de enero, un interno del penal de San Miguel, en la ciudad de Puebla, descubrió su cuerpo en el basurero de la cárcel. Lo usaron para meter droga. Era un bebé. Se llamaba Tadeo.  

Este crimen demuestra que el gobernador Miguel Barbosa Huerta no controla al estado y no es un “experto en seguridad”, como le llaman los periodistas lambiscones. La delincuencia se despliega y gobierna a sus anchas. Tampoco supo implementar un sistema eficaz de salud pública y en marzo de 2020 dijo que el covid era una enfermedad que solo infectaba a los ricos, pero más de 16 mil poblanos murieron ahogados por el virus, según la cuenta oficial (aunque la cifra real dobla esos datos). En su campaña electoral dijo que ayudaría “primero a los pobres”, pero bajo su gobierno el 50% de los poblanos no gana lo suficiente para comprarse la canasta básica y con la inflación Puebla es el segundo estado más caro del país. Con la crisis de Tadeo, Barbosa regresó a los foros nacionales como un gobernador inepto. La pregunta es: ¿qué hace el señor en Casa Aguayo?

El 26 de enero, el periodista Rodolfo Ruiz reveló más problemas en el penal de San Miguel: “El caso del bebé Tadeo no es el único acontecimiento macabro que ensombrece el Cereso de Puebla. Existe otro hecho, igual o más siniestro, que hasta ahora se ha mantenido oculto (…): Se trata del hallazgo [el lunes 24 de enero] y levantamiento de restos de al parecer cinco varones, en una barranca que es utilizada como desagüe del penal de San Miguel. (…) Los restos humanos, que corresponderían a cinco masculinos de entre 30 y 35 años, estaban mutilados y con huellas de excesiva violencia o tortura”. En el mismo Cereso, hace menos de un año se descubrió que en su interior se practicaba la prostitución. El “experto en seguridad” ha destituido por sus pésimos resultados, en dos años y medio, a tres secretarios de Seguridad Pública. Lo mismo sucede en la Secretaría de Gobernación y sus tres secretarios incompetentes que, sumados, no hacen uno capaz.

Barbosa compitió contra el PAN de Moreno Valle en las elecciones de 2018. Perdió, por ser un pésimo candidato. Pero llegó al poder, en agosto 2019, después de que la gobernadora Martha Érika muriera cuando su helicóptero se cayó en un viaje a la CDMX, la tarde del 24 de diciembre de 2018. En el mismo helicóptero también iba su esposo el senador Rafael Moreno Valle. Como todo mundo sabe, Martha Érika y Moreno Valle pelearon en los tribunales su triunfo en Puebla, contra Andrés Manuel López Obrador y Morena. Ganaron. Eso encolerizó al presidente del país. El 14 de diciembre de 2018, Martha Érika tomó protesta como gobernadora. Diez días después… el accidente, que algunos líderes del PAN y analistas calificaron de atentado. No pasó mucho tiempo cuando Miguel Barbosa se burló de ellos: “Dios los castigó”. Su dicho lo llevó a las primeras planas nacionales. Pero tenía el apoyo del presidente y de Morena. Tras su “chiste”, lo convirtieron en gobernador. ¿Y qué ha hecho desde entonces?

La noche del domingo 23 de febrero de 2020, tres estudiantes de medicina (dos colombianos, un veracruzano) y un conductor de Uber fueron asesinados en Huejotzingo. El clima de inseguridad en estado y la exigencia de justicia, movilizó el 5 de marzo de ese año a 150 mil estudiantes por las calles de Puebla hasta llegar a Casa Aguayo. La marcha estudiantil volvió a poner a Puebla en las planas nacionales. ¿Pero qué hizo Barbosa ante el reclamo de los universitarios? Absolutamente nada. El caso Tadeo demuestra que el estado está entregado al crimen.

Veinte días más tarde, Barbosa volvió a las andadas. El 25 de marzo de 2020, cuando al país llegó la pandemia del covid-19, el gobernador se convirtió en la burla nacional porque dijo: “Si ustedes son ricos están en riesgo [de contagiarse de Covid], los pobres no. Los pobres estamos inmunes”. Diez días antes, mostrando su ignorancia infinita, afirmó que la vacuna era un “mole de guajolote”. En dos años de pandemia, más de 16 mil personas han muerto por Covid, según las cifras oficiales.

Recapitulemos los problemas más cercanos. En este diciembre de 2021, Miguel Barbosa reprimió dos protestas: una de los alumnos de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) que se dirigían al Congreso del Estado en donde él rendía su informe. Y la segunda fue contra conductores de Uber y Didi que protestaban contra las tarifas emitidas por el gobierno. En ambas hubo detenidos y golpeados.

El 18 de enero de 2022, más de mil 500 integrantes de Antorcha Magisterial, la FNERRR y padres de familia marcharon hacia la SEP para pedir mejoras en sus escuelas, pero 350 granaderos les impidieron el paso y casi los reprimen. No es la primera vez que Barbosa nos ataca. En diciembre de 2019, decenas de elementos de la Guardia Nacional, armados hasta los dientes, llegaron a Tecomatlán para amedrentar y reprimir a los jóvenes de la Villa Estudiantil. En febrero de 2020, pisoteando la ley y comprando al Instituto Electoral del Estado (él puso a un amigo suyo en la presidencia de ese instituto), tumbó al nuevo partido que más de 350 mil poblanos estábamos creando: el Movimiento Antorchista Poblano. Ese mismo año, el gobierno le inventó delitos a la líder Rosario Sánchez Hernández, envió a agentes de la Fiscalía General del Estado para quitarnos la Casa de Cultura de Balcones y a la Guardia Nacional a intimidar a los habitantes de esa misma colonia.

Pero no solo contra Antorcha. El 14 de enero, los pobladores de Zinacatepec, de donde es originario el gobernador, protestaban por el cobro del Derecho de Alumbrado Público (DAP), cuando fueron reprimidos por la Policía Estatal. En redes sociales circularon los videos de la violencia. Barbosa apoya a los caciques de Coyomeapan, en la Sierra Negra, y ya encarceló a los críticos del cacicazgo de los Celestino Rosas. El 22 de enero, mujeres que se dedican al comercio vía redes sociales (las “nenis”) denunciaron que la policía estatal levantó a una de sus compañeras, que vende calcetas, con acusaciones de narcomenudeo. Días después, tras una marcha, la liberaron.

La gente se ha dado cuenta del pésimo gobierno de Morena: la casa encuestadora “Arias Consultores” colocó en su última medición en el lugar 31 de 32 a Miguel Barbosa, con apenas un 12.5% de aprobación, es decir, un rechazo de 87.5%. Es un desastre político: se repudia a Morena en el gobierno. En las elecciones de 2021, el rechazo contra Morena en la capital fue contundente. ¿El partido de AMLO perderá el poder estatal en 2024? Hay muchas posibilidades, pero depende de cómo los poblanos analicen la realidad. Y en ese análisis está nuestra tarea de politización. No lo olvidemos.