La irresponsabilidad de los gobiernos morenistas no paró allí. Después de inundarlos, los abandonaron a su suerte durante semanas, no sólo para no inundar Villahermosa, capital del estado, sino para evitar la inundación de su proyecto, la Refinería Dos Bocas. Sin instrumentar más plan de salvamento que el llamado de “sálvense como puedan en las partes más altas”, sin alimentos, ropa y medicamentos