Lamentable la situación que se está viviendo en Tabasco, tras las inundaciones y el olvido, ha pasado un mes desde que la catástrofe comenzó por un paso de frente frío número 9, donde las fuertes lluvias se comparan con las de 1980. Afectando principalmente a Villa hermosa, Jalpa de Méndez y Cunduacán, entre otros. La gente lleva semanas en sus azoteas, sin comida, sin generar ingresos económicos, sin poder llevar una vida mínimamente normal incluso en el actual contexto.
Es alarmante pero comprensible la indignación que manifiestan muchos tabasqueños a través de las redes sociales, adjuntando desde su misma experiencia cómo se nota el desinterés por parte del gobierno; aseguran que el presidente (y como él mismo lo confesó) tiene preferencia por ciertas partes como Villa Hermosa, dejando a la deriva algunos sitios donde se ubica más la pobreza. También alegan que el sistema de drenaje es pésimo, que nunca se les han atendido los llamados y mucho menos apoyado para resolver inclusive existiendo vidas de por medio.
El gobierno no solo está siendo indiferente, si no que no está ejerciendo su principal responsabilidad que tiene en este estado de derecho y es salvaguardar las vidas de sus ciudadanos. Sí bien no sé puede detener una lluvia, sí se puede mejorar el sistema de drenaje, hacer un plan alimenticio donde lleven comida todo el tiempo en que estén atrapados los tabasqueños damnificados; pero no, si lo hacen, es de manera imparcial, hasta donde las cámaras llegan. Zonas como Caridad Guerrero del municipio de Tacotalpa, Tabasco, son olvidadas. Con más de 60 días sin comunicación, sin cámaras, sin ayuda, el gobierno nunca asomó la cabeza. ¿Saben quién sí lo hizo?, ¿saben quién abrió centros de acopio a nivel nacional para llevar alimentos y productos básicos a las más olvidadas comunidades? La respuesta es clara, el Movimiento Antorchista. No buscando el reconocimiento popular como el presidente sin bajar de su privilegiado y cómodo lugar y diciendo que ayudará con un fondo inexistente. Antorcha, lo hizo con pobres ayudando a pobres, porque es la única forma en la que la gente avanza, cuando ha sufrido lo mismo, cuando es solidaria y sobre todo si está organizada con el instinto de unión y lucha.
Gracias a personas solidarias de todo México es que sé puede lograr llevar algunos víveres a los tabasqueños olvidados, gracias a la empatía que distingue a las buenas personas. No olvidemos la posición del gobierno en situaciones como estás, donde decide quien sí es mejor que se inunde.
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