A nivel nacional, los programas de becas Benito Juárez y Rita Cetina absorben el 73.12 % de los recursos destinados a la educación básica en el sector público. Esta distribución cumple con la promesa de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de ampliar la cobertura de becas y avanzar hacia su universalización, priorizando la inclusión de más jóvenes de secundaria.
En varias regiones de Guerrero, incluyendo la Costa Chica, Costa Grande, la Montaña y el Centro del estado, muchas escuelas carecen de maestros, aulas y servicios básicos como electricidad e internet.
Sin embargo, esto deja en desventaja a otros programas igualmente importantes.
En Guerrero, entidad con altos índices de analfabetismo y rezago educativo, el secretario de Educación, Marcial Rodríguez Saldaña, sostiene que la gobernadora Evelyn Salgado Pineda fortalece la revolución educativa con un presupuesto de 32 mil 292 millones de pesos. Estos fondos cubrirán salarios y prestaciones de los trabajadores del sector, además de destinarse a alfabetización, excelencia educativa, igualdad de género, la Universidad Virtual, formación docente, infraestructura, preparatorias populares, entrega de lentes y ampliación de la cobertura en educación media superior y superior, etcétera.
Según el Inegi, en el ciclo escolar 2023-2024 la eficiencia terminal en educación primaria cayó dos puntos en Guerrero, de 95.7 % a 93.6 %, lo que implica que unos ocho mil niños abandonaron la escuela en alguno de los seis años de este nivel educativo.
El panorama se agrava con la reducción drástica en la matrícula de educación primaria. Mientras que en el ciclo escolar 2010-2011 había 524 mil 292 estudiantes inscritos, en 2023-2024 la cifra descendió a 408 mil 727, es decir, 116 mil alumnos menos, lo que representa una disminución cercana al 25 %.
Las causas de esta crisis incluyen el desplazamiento por violencia en diversos municipios, la pobreza y el desempleo. En Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, las clases no han sido normales desde julio del 2023. En municipios de la Costa Chica y Costa Grande, como Cuajinicuiliapa, Atoyac y Coyuca de Benítez, también se suspendieron actividades académicas a finales del 2024.
En Tecpan de Galeana, las clases se interrumpieron el 24 de octubre tras la irrupción de un grupo armado en la cabecera municipal. En Chautipan, comunidad serrana de Chilpancingo, la educación se detuvo en septiembre debido a los estragos del huracán “John” y la desaparición de diecisiete personas entre el 24 y 27 de octubre, de las cuales 11 fueron halladas sin vida en condiciones atroces.
Aunque el 20 de enero unos 200 niños de la Escuela Primaria “Ignacio Zaragoza” retomaron las clases tras denuncias mediáticas, no hay información sobre el regreso a las aulas de los estudiantes de preescolar y secundaria.
En varias regiones de Guerrero, incluyendo la Costa Chica, Costa Grande, la Montaña y el Centro del estado, muchas escuelas carecen de maestros, aulas y servicios básicos como electricidad e internet.
El último informe del Inegi ubica a Guerrero en el penúltimo lugar en eficiencia terminal a nivel nacional, con 93.6 %, superado solo por Michoacán, que registra la tasa más baja con 91.7 %.
Para revertir esta crisis y garantizar la permanencia de los estudiantes en las aulas, es fundamental que:
1. Las autoridades estatales atiendan las demandas del magisterio.
2. Se invierta en infraestructura para mejorar la enseñanza.
3. Se enfrente la violencia y otros factores que afectan la educación.
4. Docentes refuercen su compromiso con la formación de los alumnos.
5. Autoridades de los tres niveles de gobierno cumplan con su responsabilidad sin simulaciones.
Es urgente garantizar que la niñez, adolescencia y juventud permanezcan en las aulas, involucrados en actividades académicas, deportivas y culturales, lejos de la violencia que tanto daño causa a la sociedad.
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