Lo más destacado de México no es el proceso electoral de las corcholatas, de las que hablan hasta el cansancio las portadas de los principales medios de comunicación y plataformas de las redes sociales, Tik Tok, Instagram, Facebook, Twitter, radio, Tv, espectaculares en las principales calles y carreteras del país.
Con enormes pintas en bardas, lonas, volantes impresos, etcétera, y cinco millones de pesos a su disposición para continuar con la Cuarta Transformación. Toda una maraña de palabras que sirve como distractor para ganar ingenuos y ocultar el cinismo y el descaro de López Obrador, al no cumplir con su obligación y promesa de mejorar el sistema de salud que dijo que estaría al nivel del de Dinamarca. Contrariamente lo único que ha hecho es matar a los mexicanos.
Confirma está verdad el Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo Aburto, al anunciar que ya alista su maleta para buscar la gubernatura de Chiapas en las próximas elecciones de 2024, teniendo que renunciar al gabinete federal, e iniciar la campaña. Su única carta de presentación es ser cercano a López Obrador. ¿Cómo deja el sistema de salud? Totalmente destruido, sin una explicación al respecto.
López Obrador, acostumbrado a imponer y destruir los organismos que miden los resultados de su gobierno, no ha logrado ocultar la realidad. Provocó con sus tontas declaraciones y del ex secretario de Salud, López-Gatell, la pérdida de más 600 mil vidas por el mal manejo de la pandemia, utilizó las vacunas contra la covid-19 electoralmente, negó durante mucho tiempo las vacunas a los niños contra la covid y contra el cáncer, y para concluir con su tarea destructora, eliminó definitivamente el Seguro Popular que apoyaba la salud de los más pobres.
El gobierno lopezobradorista, que pretende perpetuarse en el poder, es el responsable y lo admite, como sí no fuera una tragedia, el dejar de surtir casi 45 millones de recetas médicas a pesar de las denuncias contra el Sector Salud. En el Hospital General de Cosamaloapan, Veracruz, no funciona el aire acondicionado mientras los pacientes soportan temperaturas de 50 grados.
En su mañanera del 23 de junio, AMLO confesó cínica y criminalmente que “sin la compra de medicinas por 40 mil millones de pesos nos ahorramos (ese dinero)”, valió la pena aguantar, que miles de enfermos recayeran o, peor aún, que murieran por no contar con su medicina, esos millones de ahorro, les regresarán la vida a todos los que murieran”.
Aún así, los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), publicada el pasado 22 de junio, desmienten las palabras de López Obrador. La encuesta señala que en México el porcentaje de niñas, niños y adolescentes con vacunas completas se ubica debajo del 80 por ciento.
La cobertura de la vacunación contra la tuberculosis en niños de entre uno y dos años cayó de 97.3 a 78.9 por ciento, disminuyendo casi 20 puntos porcentuales la cobertura en bebés de entre uno y dos años. Las vacunas para adolescentes, la inmunización contra el virus de papiloma humano (VPH) cayó del 90 a 43.7 por ciento. Los datos revelan más obesidad y desnutrición, concluyendo que los mexicanos en un 49 por ciento recurre a hospitales privados, el 25 por ciento acude al IMSS, el 4 por ciento al ISSSTE y el 18.5 por ciento prefieren ir a farmacias.
Respecto a los trabajadores de la Salud, los que tienen en sus manos la vida de los enfermos, protestan para no pasar al IMSS Bienestar y porque carecen de insumos; no tiene rayos X, resonancia magnética, no hay colchones y las condiciones son inhumanas para los pacientes. Médicos y enfermeras de los Hospitales Balbuena, Roberto Leñero, Xoco y Topilejo salen a las calles en diversos puntos de la CDMX, situación que se repite en todo el territorio nacional.
Ante este panorama de tragedia y muerte, pronto se tendrá la oportunidad de sacudirse de políticos improvisados, sin compromiso con los mexicanos en el terreno de la salud pese a que traen al pueblo en la punta de la lengua para saciar sus mezquinos intereses personales. Así es la 4T.
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