En algún momento escuche una frase que se me quedó muy grabada y era: “puedes olvidar la dialéctica, pero ella no se olvida de ti”, o lo que se puedo decir, “puedes olvidar la realidad pero ella no a ti”, y justo traigo a colación esta frase por lo que está ocurriendo a lo largo y ancho del Globo terráqueo, pero en particular en nuestro país, donde una pandemia azotó hace 19 meses y a pesar de todo, se trata de sobrevivir día a día, especialmente las personas de escasos recursos, que como lo he reiterado en anteriores colaboraciones, han y seguirán siendo, las más afectadas.
En varias entidades el semáforo epidemiológico va transitando de color en color, de rojo a naranja, de éste a amarillo, para posteriormente ser verde. Pero a pesar del cambio repentino de los colores, queriendo ocultar los contagios, las defunciones, las hospitalizaciones, éstas van en aumento día a día.
Falso es que han disminuido, al contrario, se oculta y trata de olvidar, eludir la responsabilidad de las autoridades federales que encabeza Andrés Manuel López Obrador, sobre las hospitalizaciones y sobre todo lo que vivieron los mexicanos día a día en los primeros meses del patógeno, sin apoyo oficial.
Y toda esta situación quiere evitar o que olvidemos los mexicanos el Gobierno federal, con las nuevas medidas, que ignoran y aperturan la nueva movilidad. Desconociendo su poco o nulo apoyo, reduciendo las cifras reales de la Covid-19.
Pero, aunque el Gobierno quiera ocultarnos esto, la realidad siempre se manifiesta. En recientes días, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), publicaron un documento elaborado de manera conjunta, haciendo referencia que México se ubica entre los 10 países con más muertes por Covid-19.
Contrario al discurso oficial que hace creer a los mexicanos que “vamos bien”, nada va a salir mal. En el mismo documento, la Cepal hace referencia sobre las muertes por Covid-19 en personas menores de 60 años que superaron el 50 por ciento de las defunciones totales para finales de junio pasado. Dicha tendencia, argumentó el informe, pudo deberse al surgimiento de nuevas variantes y a que los adultos mayores fueron los primeros en ser vacunados.
Asimismo, en cuanto al funcionamiento de las medidas esenciales de salud pública, la OPS y Cepal identificaron en México varias ‘debilidades’ como retraso en la notificación de casos, capacidad limitada de pruebas covid-19, aislamiento inadecuado de pacientes, falta de información sobre mortalidad y falta de medidas preventivas. Todo esto, denunciado en tiempo y forma por los medios y por la misma ciudadanía.
En donde también las bajas medidas resultaron en desempleo e informalidad laboral y que hasta el momento no se ha podido sobrellevar, al contrario, los mexicanos se han endeudado más a raíz de la muerte de uno de sus familiares por covid-19 o se han contagiado.
Esto lo sustenta la Consulta Mitofsky, quien hace referencia que siete de cada diez mexicanos, afirman que un miembro de su familia se contagió de covid. La 88 encuesta nacional “El Coronavirus en México” de Consulta Mitofsky muestra que el 39 por ciento de las personas entrevistadas perdió a algún familiar a causa del nuevo coronavirus que ha provocado la muerte de 282 mil 227 personas en el país, según datos oficiales. En tanto, 40 por ciento reportó que alguien en su vivienda ha resultado infectado por el virus SARS-CoV-2.
Los datos los puede olvidar el Gobierno, no darle la importancia, o incluso abandonar todas las medidas para detener la propagación de la covid-19, reabriendo las escuelas, los lugares de trabajo y las aglomeraciones masivas, pero la realidad y el contagio por el patógeno, no se puede hacer.
De manera estatal, en Yucatán, la situación la están olvidando las autoridades, menospreciarla, al pasar de semáforo naranja a amarillo y donde, en las últimas 24 horas fallecieron 12 personas y hubo 182 nuevos contagios. Pero la actual administración de Vila Dosal, ha bajado las medidas sanitarias, como si nada hubiera pasado.
Podrán “evitar” la realidad y hacer como si nunca existió la pandemia, pero ésta no se olvidará y saldrá tarde que temprano.
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