Bienestar es la palabra que más se utiliza en estos tiempos, desde la campaña del todavía actual presidente de la república mexicana, Andrés Manuel López Obrador.
Hoy, más que nunca, estamos lejos de que eso se cumpla. Estamos lejos de lograr un bienestar común para todos los mexicanos, quienes, en aras de su supervivencia, no tienen más opción que aguantar la difícil situación por la que atraviesan en estos momentos.
Tan sólo en los últimos días, el precio de las verduras sufrió un acelerado incremento. El tomate, por ejemplo, que en otros tiempos se podía encontrar hasta en 9 pesos por kilo, hoy lo encontramos en 30 pesos.
Es claro que el aumento de los precios en productos básicos ya es una realidad, y que pocos son los que pueden solventarla.
Aun así, se sigue diciendo que ahora estamos mejor que antes, que todo lo que el Gobierno federal está haciendo está funcionando para sacar de la pobreza a miles de familias, aunque por mucho que se afirme, esto no suceda. Gran parte de la población carece de lo más esencial e indispensable para poder sobrevivir.
La realidad es que el Gobierno poco ha hecho para que el bienestar de las familias mejore. Hoy, los productos continúan elevando sus precios y los salarios siguen sin alcanzar.
A ellos se suma el pago de medicamentos para las enfermedades, porque en los hospitales no hay, entre otros rubros que son indispensables cubrir, como los de educación o movilidad, y que el gobierno ha olvidado.
Tan sólo en los últimos días, el precio de las verduras sufrió un acelerado incremento. El tomate, por ejemplo, que en otros tiempos se podía encontrar hasta en 9 pesos por kilo, hoy lo encontramos en 30 pesos.
Por otra parte, el aguacate, un alimento rico y nutritivo, lo encontramos hasta en 110 pesos. La jícama en 60 pesos, la papa en 30 pesos, y las manzanas en 35 pesos.
Es decir, que si ahora queremos disfrutar de una fruta o verdura, tendremos que pagar el elevado aumento que se registra, lo cual afecta sin duda nuestros bolsillos.
La situación por la que atraviesa el país es producto de las malas políticas que el gobierno ha creado, porque su interés se centra en la aceptación de capitales extranjeros a costa de que esto, a la larga, sólo haga crecer la pobreza y miseria en la que viven los mexicanos debido a los bajos salarios que se destinan para ellos.
Tenemos un Gobierno que poco se preocupa por mejorar la vida de sus gobernados y que sigue prometiendo bienestar, aunque esto poco se cumpla. Vivimos en tiempos difíciles de sortear, difíciles de sobrellevar.
Hoy, sólo la unidad del pueblo trabajador puede dar un giro a la situación por la que atravesamos y demostrar que unidos podemos lograr el bienestar común, aunque para llegar a eso queda un largo camino por andar.
Por eso, es importante y necesario dar el primer paso y organizarnos para exigir que el gobierno realmente trabaje para el bienestar de su gente. De lo contrario, estaríamos abonando para que la situación continúe igual y no habría una mejora sustancial que beneficiara a los mexicanos.
Todavía estamos a tiempo. Es necesario dar la pelea por un bienestar común. Es necesario seguir exigiendo que se cumplan las promesas que hicieron los Gobiernos y no quitar el dedo del renglón, porque es aquí donde realmente se pueden solucionar los problemas.
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