En este sexenio, más que en ningún otro, el sistema de salud en nuestro país ha caído en una severa crisis; lejos, pero muy lejos, estamos de la promesa que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador de que tendríamos un sistema de salud parecido al de Dinamarca, promesas de carácter totalmente demagógico. Los distintos problemas en hospitales, clínicas y centros de salud como son el desabasto de medicamento, de insumos, de espacios de atención, de falta de mejores condiciones salariales de médicos, enfermeras, camilleros, son pan de cada día y, lo peor, se vienen agudizando y afectando a millones de mexicanos.
Como en muchos otros problemas, este gobierno tiene otros datos en materia de salud, que distan de la realidad. Se hace creer al ciudadano que las cosas están mejorando y que las críticas al gobierno y sus distintos apartados, sea seguridad, educación, salud, son inventos de los conservadores. La situación desastrosa del sistema de salud en México, no tiene otra explicación más que el modelo neoliberal que sigue al pie de la letra este gobierno de la 4T que encabeza AMLO.
Este modelo económico plantea que el Estado debe intervenir lo menos en la actividad económica y en tareas como la educación, la atención médica de la población, entre otras. El ciudadano común y corriente debe rascarse con sus propias uñas para atender su salud y educación. El Estado debe sólo ser garante de la paz y tranquilidad para que el capital privado pueda desenvolverse y tener grandes ganancias en beneficio de la clase del dinero.
De ahí la tendencia a destinarle los menos recursos al sistema de salud pública: “Inversión en salud se desploma 35 por ciento en el arranque del 2023 (El Sol de México, 12/05/23). Por eso no se fomenta la creación de nuevos hospitales, de tener desabastecidos los almacenes de medicamento, de no hacer nuevas contrataciones de médicos y demás personal, de las malas condiciones de éstos, es una realidad. Por eso pensar que bajo la 4T tendremos un sistema de Salud como el de Dinamarca, Canadá o Cuba, no dejan de ser sueños guajiros.
Este desastre en el sistema de salud afecta sobre todo en la población de más bajos recursos económicos, a los millones de trabajadores asalariados que acuden a los centros de atención médica como son las clínicas del IMSS, ISSTE u otro, donde se presenta el desabasto de medicamento, de insumos de los más elementales, falta de espacios y camas, donde las citas para intervenciones médicas se dan, dada la falta de especialistas, muy lejanas. La lista es larga.
Las personas de bajos recursos no tienen la posibilidad de acudir a hospitales y clínicas privadas, pues les es imposible pagar las consultas, tratamientos y, menos aún, el internarse para una intervención mayor en dichos nosocomios.
En un reportaje de la revista Buzos de la Noticia en su edición No 1090, titulado “Médicos, enfermeras y empleados en pie de lucha” se habla sobre las condiciones en que se trabaja en los nosocomios: “Realmente falta todo lo necesario para atender a un paciente: gasas, jeringas, toallas sanitarias, pañales para los bebés, hojas para el bisturí, agua para que tomen los pacientes y los medicamentos que se necesiten, especialmente si tienen una enfermedad degenerativa. Aparte de esto, tienen que pagar la atención médica y la hospitalización”. Así está la atención dentro del sistema de salud en México bajo la 4T, tan alejada de Dinamarca y otros países desarrollados.
En San Luis Potosí, la situación no es distinta: “SLP enfrenta desabasto de medicamentos psiquiátricos: servicios de Salud”. “El Secretario de Salud, Daniel Acosta Díaz de León, informó que hoy día existe un desabasto en medicamentos psiquiátricos, sobre todo en tratamientos anticonvulsivos para pacientes con epilepsia y pacientes con problemas de salud mental”, (El Sol de San Luis, 15/04/23)
Para aspirar realmente a un sistema de salud que atienda universalmente a toda la población con atención médica de calidad, necesitamos un gobierno sensible que realmente represente a los millones de trabajadores y sus familias. La 4T no representa una solución, ya representa, diga lo que diga, a los dueños del dinero y por eso el abandono en materia de salud.
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