Como sentencia Don Miguel de Cervantes Saavedra: “el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho” y qué más nos haría feliz que esto aplicara para todos; sin embargo, la realidad es distinta y dolorosa, pues hoy, la noticia con la que nos encontramos es que según un informe de la Unesco, “100 millones de niños quedarán por debajo del nivel mínimo de competencia en lectura como consecuencia del cierre de escuelas por la pandemia, con lo que sin estas nociones pasaron en 2020 de 483 millones a 584”.
Estos datos parecieran poco relevante, pero este nuevo informe muestra que el número de niños que carecen de competencias básicas de lectura se encontraba en una curva descendente antes de la pandemia, y por lo tanto, ya se esperaba que pasara de 483 millones a 460 millones en 2020. Aunado a esto, la Unesco advirtió en un comunicado que debido a la epidemia, esa cifra se disparó hasta los 584 millones en 2020, con lo que se aumentó en más de un 20 por ciento, anulando así los avances logrados en las dos últimas décadas gracias a los esfuerzos educativos. Por ello, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura reunirá el próximo 29 de marzo a los ministros de Educación de todo el mundo para abordar las principales preocupaciones del sector: la reapertura de las escuelas, la mitigación del abandono escolar y la transformación digital.
Además, los datos de la Unesco apuntan que, las pérdidas de aprendizaje serán mayores en las regiones de América Latina, el Caribe, Asia central y meridional. Las escuelas están totalmente abiertas en apenas la mitad de los países del mundo (107), principalmente en África, Asia y Europa, y atienden a 400 millones de alumnos de preescolar a secundaria. En contraste, permanecen completamente cerradas en 30 países las escuelas, lo que afecta a unos 165 millones de alumnos, mientras que en 70 países están parcialmente abiertas o continúan con asistencia presencial reducida.
Es decir, en total, se ven así afectados por los cierres unos dos tercios de la población estudiantil mundial, casi mil millones de alumnos. Por esta situación, la Unesco lamentó que en este contexto el 65 por ciento de los países de bajos ingresos redujeron la financiación de la educación en 2020, una cifra que en el caso de los países con altos ingresos fue del 35 por ciento. En este sentido, en México, la estrategia educativa implementada para este ciclo escolar a causa de la pandemia del coronavirus necesita ser incluyente y tomar en cuenta las carencias sociales y de infraestructura en los diversos sectores de la población, pues ¿qué pasará en un contexto con carencias económicas como en la que se encuentra, por ejemplo, el estado de Oaxaca?
No debemos olvidar que nuestra entidad se caracteriza por ser casi en su totalidad montañosa; así vemos por ejemplo la Sierra Sur y Norte, donde su orografía complica el acceso a internet, esto se complementa con datos de la Asociación de Internet MX, que señala se necesitan satélites de órbita baja y conectividad aérea para aumentar la cobertura estatal, por ello, la falta de conectividad no es propia de municipios alejados de la capital oaxaqueña. Un ejemplo claro es Cuilápam de Guerrero, que se ubica a 11.5 km de la capital y tiene un alto porcentaje de localidades sin servicio de internet. Lo anterior, no es ninguna sorpresa debido a que, según la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información, la entidad Oaxaqueña, se sitúa entre los 10 estados con menor porcentaje de población (45 por ciento) con acceso a la conectividad.
A estos problemas, las respuestas de las diferentes instancias gubernamentales ha sido omisa, por ejemplo la respuesta del gobierno estatal ante el posible regreso a clases fue simplemente, “no hay condiciones para regresar de forma presencial”, ¿y el Gobierno federal? Ni qué decir, al mismísimo mandatario nacional se le ve más preocupado por las campañas que, buscar implementar vacunas a estudiantes, para poder dar “luz verde” al regreso a clases presenciales.
Pero también he de señalar que es en este contexto educativo, en el que podemos ver de nueva cuenta que el Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, deja de lado los problemas de fondo que realmente golpean a los mexicanos, como son la falta de ingresos económicos para pagar el internet y la luz o que nuestro país no tiene las condiciones requeridas para enfrentar por ejemplo el regreso a clases presenciales, y lejos de ello se antepone una medida que viene, en millones de hogares humildes, ser una piedra más con la que se tiene que cargar. Ante esta situación, los mexicanos que estamos siendo afectados, lejos de creer en que las cosas “van a cambiar por mera cuestión moral”, debemos unir fuerzas para crear un frente que realmente encauce las demandas más sentidas de los mexicanos para cambiar a los gobernantes que están ahora, esos que durante campaña y aún ahora, siguen culpando a los anteriores gobiernos, que en los hechos, solo le sirve para discurso, pero nada más. Tiempo al tiempo.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario