A “las plagas” que azotan el estado de Veracruz como la inseguridad, los secuestros, los asesinatos, los feminicidios, el narcotráfico, los fenómenos naturales y un largo etcétera, se ha sumado la persecución política por parte del gobierno que encabeza el morenista Cuitláhuac García Jiménez a todo aquel que se atreva a criticar y señalar los desaciertos de su gobierno.
Sin mediar procedimientos legales se intimida, se coacciona, se detiene, encarcela y se reprime a todo aquel que osa criticar al régimen, hoy esas prácticas son las favoritas de un gobierno que se ostenta como gobierno al servicio de los pobres, fiel émulo de los desplantes del presidente de la república Andrés Manuel López Obrador, Cuitláhuac García, aplica la consigna que caracteriza a los gobernantes morenistas y que acuñó el presiente: o se está a favor de la Cuarta Transformación o se está en contra.
Veracruz sufre las consecuencias de haber llevado al poder a un personaje que estructuró su campaña en el resentimiento de la gente y en las promesas de un cambio para los veracruzanos, cambio que a tres años de su mandato no se ve por ningún lado y que tiene a ese bello estado en los peores índices de pobreza y corrupción de los últimos años: de acuerdo a los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) de 2020, en el estado viven 8 millones 62 mil 579 personas, lo que lo ubica como la cuarta entidad más poblada del país, tiene una superficie de 78, 815 kilómetros cuadrados, lo que representa el 3.7% de la superficie del país, mientras que el litoral veracruzano es de 745 kilómetros de longitud; estos datos nos dan una idea de lo estratégico, lo rico en recursos naturales y generador de riqueza social que representa el estado; sin embargo, los datos sobre pobreza son escalofriantes y contrastan con lo grandioso de este estado y el discurso del gobierno.
El referido informe de pobreza y evaluación 2020 del Coneval arroja que el porcentaje de pobreza en Veracruz es de 19.9 puntos porcentuales, además sostiene que un millón 742 mil personas presentaron carencias en su nivel de vida; el número de personas con un ingreso inferior a la línea de pobreza extrema creció de 18.7 a 21.
¿Dónde encuentra el amable lector los cambios y los beneficios para los veracruzanos? ¿Dónde se materializa el beneficio para los más pobres?
Como puede verse las cifras desmienten las palabras sin sustento del discurso gubernamental y son un llamado a tiempo para que el gobierno del estado rectifique su política social, su política económica y su política política, se ocupe de cumplir con la tarea que le encomendaron los veracruzanos, respetando las expresiones que levantan la voz y le señalan los errores y las fallas que afectan a los ciudadanos.
El Movimiento Antorchista en Veracruz representado por su líder estatal, Samuel Aguirre Ochoa, al igual que otros ciudadanos y líderes sociales en uso pleno de sus derechos constitucionales, ha señalado las carencias de los veracruzanos y los ha encabezado para buscarles solución, pero no solo no han encontrado respuesta a dichas peticiones, sino que han recibido una lluvia de descalificaciones, calumnias, detenciones arbitrarias, agresiones físicas y amenazas.
El último de estos ataques es un intento por acallar la voz crítica del antorchismo mediante la fabricación de delitos para meter a la cárcel al ingeniero Samuel Aguirre; a través de una denuncia penal por fraude orquestada en la Fiscalía de Justicia del Estado; pero los antorchistas veracruzanos tienen argumentos de sobra para pensar que este es uno más de los intentos de intimidación para que no se critique la política equivocada y antipopular del gobierno del estado.
Por ello, todos los ciudadanos mexicanos organizados en el Movimiento Antorchista están alertas en defensa de sus hermanos veracruzanos y en especial del ingeniero Samuel, quien ha pasado más de 30 años de su vida al servicio de los veracruzanos más pobres, fundando colonias, casas de estudiantes, gestionando con éxito obras de beneficio social para la gente más humilde; por ello y ante la inminente injusticia que se pretende consumar miles de antorchistas de todo el país y a la cabeza el antorchismo veracruzano marcharan por las calles de la capital veracruzana y de las principales ciudades del país si es necesario.
Por otro lado, responsabilizamos al gobernador Cuitláhuac García Jiménez y al fiscal general del estado de Veracruz de la integridad física del ingeniero Aguirre Ochoa y del más modesto antorchista veracruzano.
Si Veracruz se convierte en escenario de grandes protestas por defender los legítimos derechos de los ciudadanos veracruzanos no culpen a los antorchistas, el responsable tiene nombre y apellido y es el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez.
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