Hace ya casi un mes, el Gobierno federal y la Secretaría de Educación decidieron que el día 7 de junio se regresaría a clases presenciales, como una necesidad para los alumnos no por el rezago educativo que la pandemia ha dejado en cada uno de los estudiantes, sino porque veían necesario que volvieran a convivir con sus compañeros, es increíble que para que nuestras autoridades vean por encima de la salud, las relaciones sociales. Sabemos que para muchos niños y jóvenes, el estar en casa durante la pandemia ha sido complicado, ya que el contexto en el cuál se encuentra cada uno es muy variado y para algunos, más complicado, pero no por eso se puede tomar una decisión a la ligera.
La salud de todos los estudiantes debe ser una prioridad para cualquier gobierno, al igual que la educación. Pero en nuestro país no es así, la verdadera razón por el urgente regreso a clases era otra y los resultados fueron los que todos o muchos mexicanos predecíamos y no por pesimismo, sino porque sabíamos que el regresar sin un verdadero plan traería contagios que se pudieron evitar.
A la fecha se habla de un regreso a clases para el próximo ciclo escolar, un regreso "seguro", y ¿quién brindará esa seguridad?, ¿el Gobierno federal?, ¿la Secretaría de Educación?, ¿el Gobierno estatal y municipal?, creo que son de las interrogantes que muchos tenemos, ya que no hemos escuchado hablar de un plan de inversión para dicho regreso, sabemos que las escuelas no cuentan con los recursos para implementar un plan en cada plantel, en más de un año sin el mínimo mantenimiento, todas las escuelas han sufrido un deterioro significativo en sus instalaciones y no sólo las que se puedan ver, sino aquellas que no se perciben a simple vista como instalaciones eléctricas, tuberías, drenajes, etc., el desuso y el hecho de no haber movimiento en los planteles los roedores y otros roedores provocan desperfectos ¿ya se habrán puesto a pensar en lo que implica?
Se requiere un mantenimiento profundo, revisar que por dentro y fuera estén en condiciones óptimas, que los servicios estén funcionando, que tenga agua durante toda la jornada. El mobiliario es otro punto que revisar, esperando que en las escuelas no haya habido robos (que en muchos lados se dio) también requiere mantenimiento escritorio, bancas, pizarrones, etc., debe haber escuelas con plagas, árboles que se refieren podar (son un riesgo), jardines y espacios abiertos en los que el pasto creció demasiado y si en muchas escuelas no se hizo el mínimo mantenimiento fue por falta de recursos, debido a que mucho de los sueldos del personal que apoya en esta área es por cooperaciones de los padres de familia y que derivado de la pandemia no se realizaron.
Por otro lado todos los insumos y materiales que requieren para sanitizar, mantener las condiciones de higiene y limpieza, quién va a dar el recursos para que realmente se tenga lo necesario, ¿los padres de familia?, cuando muchas familias van al día y han sido víctimas de desempleo debido al mal manejo de la pandemia, no dudo en la buena voluntad de muchos padres, pero cuánto tiempo podrán costear ese gasto.
En discurso, se escucha el interés de las autoridades por regreso a clases, pero en la realidad no hay nada claro, no hay un plan para un regreso seguro que garantice la seguridad de los estudiantes para que no haya contagios, en lugar de estar haciendo pruebas de ensayo y error que arriesga la salud de muchas familias, el Gobierno federal debería de ocuparse en diseñar un verdadero plan de vacunación para niños y jóvenes, de invertir en vacunas y claro, aplicarlas. Sólo así se tendrá una seguridad, que si no es una garantía, pero mínimo se reduce el riesgo de contagios.
Esperamos pronto escuchar un plan por parte de las autoridades que realmente refleje el interés por la salud y educación, nuestros niños y jóvenes lo merecen.
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