MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Regreso a clase presencial en BCS, riesgo inminente

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Después de un año, la pandemia ha ocasionado graves repercusiones en Baja California Sur.  En la cuestión económica: Baja California Sur tuvo el segundo peor desempeño económico, en el cuarto trimestre de 2020 presentó un decremento de ­15.4% en comparación con el mismo periodo del año 2019. Las afectaciones pandémicas por la covid-19 fueron de mayor impacto para el sector turístico, de hospedaje y entretenimiento; siendo Quintana Roo y Baja California Sur dos de los destinos en México que más del 90% de sus ingresos depende de esta actividad económica, más resintieron la caída (https://latinus.us/2021/04/29/). En cuestión de salud, los números de contagios van en aumento, las defunciones también siguen avanzando, sin que haya elementos que permitan vislumbrar una mejoría en las próximas semanas. Hace menos de quince días BCS ocupaba el segundo lugar con 3 mil 575 casos detectados por cada 100 mil habitantes.

Es en medio de esta situación complicada para los sudcalifornianos en que se anuncia y se empieza a remojar el terreno para el posible regreso a clases presenciales de más 220 mil estudiantes de todos los niveles, 22 mil trabajadores del magisterio y otros tantos relacionados con la educación. Este planteamiento lo hemos escuchado del presidente de la República, quien ha insistido en que ya están dadas las condiciones para regresar a las aulas antes del término del presente ciclo escolar. Parece ser que este optimismo sin sustento o sustentado solo en el capricho del presidente, ha encontrado eco en las autoridades tanto del gobierno del estado como de la educación estatal. Al parecer aquí también se pretende imponer a la opinión pública y a los padres de familias de que dentro de poco estarán dadas las condiciones para que las clases sean en las aulas y de esa manera evitar más el deterioro causado la enseñanza a distancia.

El titilar de la SEP en el estado, Gustavo Cruz Chávez, ha comentado que hay ciertos requerimientos a considerar. Primero, que el semáforo epidemiológico esté en fase verde en la entidad. Pero todo mundo ha visto cómo se han manipulado los “colores” epidemiológicos a nivel nacional, por lo que en este momento hay estados que están en fases que no corresponden con su situación real de contagio. El otro requerimiento que plantea el titular de la educación es el plan de vacunación diseñado para la entidad, para que se apliquen las vacunas a los maestros y trabajadores de la educación. Aunado a estos requerimientos dice, ya se están creando las condiciones necesarias, tanto de infraestructuras como de medidas de prevención para que los alumnos no corran el riesgo de contagiarse. En ese sentido, detalló, se han desarrollado diversas actividades entre las que se incluyen cursos de capacitación sobre las medidas preventivas de la nueva normalidad, así como la conformación de comités de salud que estarán integrados por docentes y padres de familia y tendrán la misión de establecer los filtros sanitarios en cada plantel.   

Pero en el caso del plan de vacunación, no se está dando prioridad a los estudiantes, como ya se dijo, son más de 200 mil en el estado. No se ve la preocupación de hacer un planteamiento más enérgico para vacunarlos. Está bien vacunar a los maestros, es bueno tomar medidas de prevención, pero olvidarse de que los alumnos también son de carne y hueso, que se van a contagiar si no se les aplican las vacunas puede desencadenar una tragedia sanitaria. Hay que tener en cuenta que el regreso a clases no solamente es la movilización de los alumnos y maestros, sino que implica la participación de padres de familias y de cientos de personas que se dedican a prestar servicios y comercios relacionados con la educación. En pocas palabras, es poner en movimiento una maquina humana gigantesca que no será fácil de controlar. Por lo que lanzar a los estudiantes sin las vacunas y sin que estén dados los otros requerimientos, es un peligro inminente que provocará un desastre mayor que el presente. 

Fuimos testigos de cómo las autoridades presionados por la difícil situación económica y social que estaba provocando el enclaustramiento, empezaron con sus discursos a engañar e inducir a la gente a salirse de sus casas cuando la pandemia estaba en su auge. Algo así está ocurriendo con la educación. El regreso a clase presencial que se está promoviendo va en contra de la seguridad de miles de estudiantes. Sabemos que las decisiones que se están tomando en el gobierno federal desde que inició la pandemia están basadas en los caprichos y en la insensibilidad del presidente ante el dolor de los mexicanos, por eso no permitamos que eso se permee en las decisiones estatales.

Los padres de familias y la población en general de Baja California Sur debemos pugnar porque las autoridades estatales y municipales pongan por encima de cualquier cosa la vida de todos, y en particular la vida de los estudiantes. Por lo que invito a todos los sudcalifornianos, pero en particular a esos estudiantes, para que nos unamos a la lucha que está dando el Movimiento Antorchista y la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR) porque el gobierno federal aplique vacunas a todos los estudiantes del país para cuidar sus vidas. Todos queremos regresar a las aulas, pero la vida está primero.

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