Nicolás Romero. Dirigentes del Movimiento Antorchista del noroeste mexiquense realizaron una conmemoración en honor a Don Crescencio Sánchez Damián, uno de los 10 caídos en Chimalhuacán por defender los ideales de la democracia y la soberanía del pueblo en aquel trágico 18 de agosto del año 2000.
En este homenaje, realizado en un predio localizado a un costado de la preparatoria número 333 Mario Benedetti, en la colonia de Ejido Azotlán, donde también vivía Crescencio, se llevó a cabo una misa para honrar su memoria.A esta cita acudieron más de 200 personas quienes, de manera solemne, recordaron a este mártir antorchista.
A este evento acudió Reyna Sánchez Ramírez, hija de Crescencio, así como Héctor Javier álvarez Ortiz, dirigente del Movimiento Antorchista en el noroeste del Estado de México, quien dirigió unas palabras en honor a su compañero caído."Hoy lamentamos la partida de este gran antorchista que siempre se involucró activamente en la transformación social, lo recordamos como una persona con compromiso de ayudar a la gente que más lo requería, aplicando siempre los ideales de la organización".
Posterior a la celebración religiosa, Alejandro Navarro, líder local de Antorcha, ofreció un mensaje donde enfatizó que, así como Crescencio, han sido muchos los integrantes de la organización quienes han dado su vida para ayudar a la creación de mejores condiciones de vida para la gente."Lamentamos tu partida, pero también agradecemos tu valentía porque con tu vida has contribuido a la construcción de un mejor país.Tu ideal sigue vivo y es nuestro deber seguir luchando para alcanzar nuestros objetivos y nuestras metas que también compartiste".
Como parte de este homenaje, el Ballet Báalam óok'ot realizó una exhibición de danza regional mexicana.Asimismo, contó con la participación del maestro Gilberto Arriaga, quien interpretó algunas melodías rancheras; también la maestra Estela Aguilar declamó un poema.
Luego de concluir este acto, familiares y amigos de Crescencio Sánchez acudieron al panteón municipal San Rafael, ubicado en la colonia Vicente Guerrero, donde cantaron consignas en su honor, así, al grito de morir por Antorcha es vivir, morir por Antorcha no es morir o, Crescencio, amigo, en Antorcha sigues vivo, los presentes recordaron a este mártir antorchista, quienes también llevaron arreglos florales que depositaron en el lugar donde sus restos descansan por la eternidad; pero el ideal que él defendió sigue más vivo que nunca y es a través del esfuerzo de miles de antorchistas que siguen el ejemplo de éste y de todos aquellos integrantes que han perdido la vida por defender la causa noble y justa que busca hacer de nuestro país un lugar mejor para vivir; un ideal que jamás morirá.
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