* 50 familias disfrutaron de actividades que fomentan la lectura, la danza y el ajedrez, entre otras
Texcoco, Edomex. El sol apenas despuntaba cuando cerca de 50 niños, acompañados de sus familias, llegaron con sus bicicletas al punto de reunión en la colonia Leyes de Reforma. La emoción se sentía en el aire: no era sólo una rodada, sino una jornada de aprendizaje y convivencia.
A lo largo del día, además de recorrer las calles en bicicleta, los pequeños participaron en actividades de fomento a la lectura, ortografía, pintura, ajedrez y danza.
La rodada a la biblioteca “César Camacho Quiroz”, de la colonia Leyes de Reforma, fue una iniciativa de vecinos comprometidos con la educación y el esparcimiento infantil.
Entre risas y entusiasmo, los niños pedalearon con energía, algunos con rueditas de apoyo, otros demostrando su destreza al andar sin ellas. Al llegar al punto de encuentro, los esperaba una serie de actividades diseñadas para despertar la creatividad y el conocimiento.
Maribel, madre de dos pequeños que participaron en la jornada, destacó la importancia de este tipo de eventos:
“Es muy bonito ver a nuestros hijos disfrutar del aire libre, aprender jugando y compartir con otros niños. Ojalá haya más actividades como esta”.
Leonardo, de nueve años, quien ganó una partida de ajedrez, comentó emocionado: “Me gusta el ajedrez porque te hace pensar. Hoy aprendí nuevas jugadas y quiero seguir practicando, casi pierdo, pero me concentré y al final eso me ayudó a ganar”.
Por su parte, Fernanda, de siete años, con las manos aún manchadas de pintura, agregó: “Pintamos árboles y dibujamos lo que queremos para nuestra colonia. Yo dibujé un parque con muchos libros”.
Jovana Bautista, representante del Consejo de Participación Ciudadana (Copaci) de la colonia, resaltó el esfuerzo de los organizadores y la respuesta de la comunidad:
“Es una actividad que fomenta la unión y la educación de los niños. Aquí no sólo se divierten, también aprenden y se apropian de su entorno de una manera positiva”.
La jornada concluyó con la entrega de medallas a los participantes y el compromiso de cada niño de cuidar un árbol en su comunidad.
Entre libros, juegos y bicicletas, la rodada a la biblioteca dejó una huella en los corazones de quienes asistieron, demostrando que aprender y divertirse pueden ir de la mano. Y así, con el sol cayendo en el horizonte, cada familia volvió a casa con la satisfacción de haber vivido un día inolvidable.
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