"Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el amor y la revolución"...
Mario Benedetti
Como escribió Mario Benedetti en su poema "Hombre que mira al cielo", a los antorchistas el dolor no nos apaga la rabia, por eso seguimos exigiendo que los asesinos del pueblo, los asesinos de Manuel Serrano Vallejo, sean castigados; es decir, exigimos justicia para don Manuel, pues después de cuatro años de su secuestro y asesinato aún no hay justicia.
Hace cuatro años Manuel Serrano, padre de la entonces alcaldesa de Ixtapaluca, Maricela Serrano Hernández, fue víctima de un secuestro atípico pues los supuestos secuestradores no pidieron nunca un rescate a cambio de don Manuel sino que las pocas llamadas que realizaron a la familia fueron meramente para intimidar y con mensajes claros y directos como: "Maricela sabe de que se trata", "antorchistas váyanse de Ixtapaluca".
¿A qué se debió el secuestro de don Manuel? Este delito se da en el marco de una política de terror e intimidación orquestada por caciques locales que habían perdido el poder en Ixtapaluca, pues Maricela Serrano representaba en verdad los intereses de los ixtapaluquenses y no de la mafia que se sentía dueña del poder municipal, tanto que en su los primeros meses de gobierno había hecho muchas más obras que otras administraciones juntas.
Pero no solo los grupos de poder en Ixtapaluca estaban haciendo una campaña de terror sino que, sumado a esto, el gobierno estatal encabezado por Eruviel ávila Villegas se negaba a otorgar recursos para obras y servicios que ya habían sido etiquetados y autorizados para este municipio.
Los integrantes de Antorcha saben que la lucha contra la pobreza no solo es eso, es una lucha contra los grandes intereses económicos de líderes locales, y de políticos encumbrados en el poder.
Sin embargo, no por eso dejan de luchar por un mundo mejor y todos los antorchistas exijan justicia para los grandes hombres que fueron víctimas de esos poderosos. Durante cuatro años del secuestro, y posterior asesinato de don Manuel, los antorchistas hemos denunciado -con mitines, marchas, vallas humanas, eventos políticos-culturales, entre otros- que sigue sin resolverse este crimen y las autoridades continúan tan sordas e inútiles como hace cuatro años.
La muerte de don Manuel es la cuota de sangre que tuvo que pagar el antorchismo de Ixtapaluca por pelearles el poder a los poderosos; el progreso y desarrollo de este municipio, tuvo como consecuencia que mentes perversas y poderosas orquestaran el secuestro y asesinato de este gran hombre, a fin de desestabilizar el gobierno progresista de Maricela Serrano en Ixtapaluca.
Hoy, a cuatro años de distancia, Ixtapaluca está más desarrollado, contnúa por la senda del progreso: más del 90% de las escuelas cuentan con techumbre, hay más de mil 300 calles pavimentadas, existen gimnasios polivalentes y albercas semiolímpicas, en donde la juventud puede desarrollarse en el ámbito deportivo, tenemos 9 centros de Desarrollo Comunitario, se han rescatado espacios públicos que otras administraciones habían dejado en el abandono; es decir, con dos gobiernos antorchistas gobernando Ixtapaluca se ha invertido en obras y servicios que benefician a todos sus habitantes.
Este enorme desarrollo en Ixtapaluca es la prueba de que los gobierno honestos y comprometidos con la ciudadanía, como los antorchistas, pueden mejorar las condiciones de vida de muchos; y por supuesto demuestra que solo Antorcha ha sido capaz de lograrlo en los dos municipios que gobierna en el Estado de México.
Los buenos gobiernos solo dejan en rídículo a los anteriores gobernantes, y comprueba que el mal gobierno, la ineptitud y la corrupción con la que otras administraciones gobernaron, los desesmascara como a Armando Corona, quien no hizo absolutamente nada por Ixtapaluca sino que una vez que perdió el poder y perdió todo puesto político del cual vivir a costa de la gente, orquestó el secuestro y asesinato de don Manuel, como lo señala uno de los detenidos por este hecho.
Por ello, los antorchistas continuamos exigiendo justicia para don Manuel. Porque los antorchistas tenemos memoria, seguiremos levantando la voz hasta que los asesinos del pueblo paguen.
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