Hace poco leí en un reporte generado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el que a partir de un estudio se llegaba a la conclusión de que, en México, cada médico debe atender a aproximadamente 348 habitantes, esto tomando en cuenta a una población de 119 millones 530 mil 753; la OCDE por otro lado, dio a conocer que, en nuestro país, una cama de hospital corresponde a cada mil habitantes.
Datos como estos, registran a nuestro país como uno de los países con peor calidad de salud, pues de los 32 países que conforman la OCDE, México se posiciona en el número 31, solo arriba de Colombia.
Es importante, amable lector que conozcamos el panorama no solo nacional, sino internacional en el que se mueve nuestro país, pues no hay que olvidar, que, para analizar un fenómeno, hay que analizar al fenómeno en sí y analizarlo también respecto a su entorno.
En México, las políticas arbitrarias, por decir lo menos, que han comenzado a implementarse por la nueva administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador, no están siendo, de ninguna manera, en favor de los más pobres, eslogan que utilizó durante el proceso electoral.
En los últimos días los periódicos se han visto abarrotados con titulares como: "Hospitales alertan por muertes de pacientes ante recortes en sector Salud" (El Universal); "¿Hay presupuesto para los institutos médicos del país? Los directores dicen que no, AMLO asegura que sí" (Animal Político); "Recortes al sector salud" (Milenio); esto, solo por mencionar algunos.
Si ya era difícil lograr una buena atención médica, ahora lo será mucho más, pero preocupa también que los recortes no se dan solo en materia de atención médica, sino también en la preparación de los profesionistas de esta área, pues las becas destinadas a los practicantes del sector salud están siendo también recortadas a la mitad. Un pasante de medicina, nutrición, odontología y enfermería, son estudiantes que ya cursaron la carrera, y para poder titularse deben prestar su servicio social, esto lo venían realizando con una beca que era desde 600 hasta tres mil pesos, recurso que les será recortado, provocando con eso que no todos tengan la posibilidad de culminar los trámites para su titulación, por lo que no podrán ejercer.
En días pasado, Germán Martínez Cázares renunció a la dirección del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), argumentando que funcionarios de la Secretaría de Hacienda tienen injerencia en el IMSSS, lo que ha provocado despidos injustificados, y recortes que no dejarán nada bueno para este sector.
Ante todo esto, un panorama evidentemente preocupante, que cualquier ciego pudiera ver, el señor Presidente de la República ha tenido todavía el descaro de salir a declarar que no hay recortes de trabajadores sino de privilegiados en el sector salud. Quiero preguntarle yo, amable lector, ¿todas nuestras comunidades indígenas deben de cargar con las consecuencias de las políticas mal aplicadas contra la "corrupción" ? Creo yo que no.
Las piezas del dominó pues, empiezan a caerse, y la última pieza que caiga marcará el fracaso de un gobierno que, de populista, no tiene nada, un gobierno que ha decidido proteger los intereses de sus allegados antes que darles seguridad y una mejor calidad de vida a los más de 30 millones de mexicanos que pusieron su confianza en él.
No podemos olvidar que la realidad es la manera en la que las cosas son, no la manera en la que nos gustaría que fueran, no se pueden seguir teniendo sueños guajiros, pensando en una realidad ficticia y negando los hechos con los que nos topamos diariamente. Es tiempo ya, de que el Gobierno ponga los pies en la tierra y los ojos en las necesidades del pueblo.
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