En próximos meses los quintanarroenses entraremos nuevamente a un proceso electoral para renovar al titular del poder ejecutivo estatal, así como definir los próximos que ocuparan una curul en el Congreso del Estado. Y no es extraño notar el arsenal de propaganda que empieza a circular por diferentes medios de comunicación y redes sociales de quienes aspiran algún cargo público.
Tal cual como se nos ofrecen las mercancías de diferentes marcas, los partidos políticos para acaparan el mercado de electores -victimas del chantaje y manipulación--, el objetivo final, es ganar la elección a un cargo público. Por otro lado, nos encontramos con una realidad oscura y poco favorable para las clases trabajadoras. El Coneval reveló un incremento de la pobreza, es decir que del 2018 a la actualidad creció de tal manera, que el 50 por ciento de los quintanarroenses viven en esa condición.
Próximamente estaremos viendo a un sinfín de políticos desfilar por las colonias y comunidades ofreciéndonos pan y circo, nos ofrecerán las perlas de la virgen y si es necesario se arrodillarán para pedirnos el voto popular, total lo que importa es ganar al costo que sea pues la ciudadanía ha perdido la confianza de los políticos y estos han buscado nuevos mecanismos para atraer votos, eso harán en las próximas comisión electorales.
Como ya es costumbre de muchos políticos cuando están en campaña prometen soluciones a las necesidades de la gente pobre y una vez envestidos como funcionarios no solo no resuelven si no también discriminan y le cierran las puertas al pueblo humilde, se les olvida como por arte de magia que el la gente muere de hambre y que requiere ayuda inmediata.
Ese es el verdadero rostro de muchos políticos, un ejemplo claro y vergonzoso es la postura en la que Morena haya propuesto como mejor cuadro a Mara Lezama Espinoza, actual alcaldesa que tiene de cabeza la ciudad de Cancún por su incapacidad e incompetencia, pero según las encuestas a modo del partido guinda, es la favorita de los quintanarroenses para ser la próxima gobernadora del estado. Por otra parte la oposición ciega, debilitada y sin cuadros está dejando la cancha libre a una “autocracia” que se teje a nivel nacional con el interés de dominar sin contra peso todo el aparato de gobierno.
Debido a que la pobreza incrementa en el país cada día, como consecuencia de la injusta repartición de la riqueza y las malas políticas de quienes nos gobierna, la solución está en que el pueblo pobre, es necesario que tome el poder político, y no en cambiar de partido en el poder, como muchos lo han señalado. Que sean gobernantes nacidos del pueblo, para que vean por los intereses de los más pobres de este país, y cuya acción principal sea repartir la riqueza a través de buenos servicios de salud, educación, obra pública, vivienda y empleo. Se trata de quitar a los políticos que gobiernan para los millonarios y poner a gobernantes surgidos de las entrañas del pueblo.
Por ello en los próximos comisiones electorales, más que ser un ejercicio democrático es un mercado electoral, donde no se ofertan argumentos científicos para cambiar la cruda realidad de la población, si no marcas de moda como Morena que se vende como un cambio automático que se concreta con la fe ciega de la población que a un cree que los colores cambian su realidad. ¡Pueblo, organízate y lucha! Que participe activamente en la toma de decisiones para entender que sus problemas son de clase y no de colores partidarios, que sepa identificar cuando lo traten como un objeto electoral y no como un ser humano con derechos y dignidad para merecer una vida mejor. Vale.
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