En el artículo 4 de la Constitución dice lo siguiente: “toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud…”. Antes de esta pandemia ya había muchas carencias en el sistema de salud y a pesar de que nuestra Constitución nos da el derecho a la salud, lo cierto es que tenemos que mendigar los servicios de salud, servicios que pagamos no sólo con nuestros impuestos sino con la contribución que en cada pago nos descuentan de nuestro ya raquítico salario.
Ahora bien, si esta pandemia ha venido a evidenciar que el sector de salud pública en nuestro país no está debidamente preparado para la lucha contra la pandemia también lo ha hecho con los problemas que ya había. Una de las acciones que tomó el IMSS en Hermosillo fue cancelar las citas con los especialistas a partir del inicio de la pandemia, esto ha llevado a que cientos de pacientes no tengan otra alternativa que buscar en el sector privado atención de estos especialistas, cardiólogos, neumólogos, oncólogos etc. Pero, ¿qué pasa con los que no pueden atenderse en el sector privado?
En un futuro, habrá que voltear a ver los miles de fallecimientos en lo que va de esta pandemia y ver cuántos de los que ahora ya no están en este plano se debe a la falta de atención de los especialistas, pues miles esperan atención por parte de ellos.
A pesar de haber muchos casos, estimado lector, hablaremos de dos, en la misma clínica de Hermosillo, la clínica 33, Irene Hermosillo, quien desde hace 2 años le fue diagnosticado cáncer en la piel, y que no ha recibido la atención, y mucho menos tratamiento, por lo cual prácticamente ha perdido los labios impidiéndole eso llevar una vida normal; pero lo perturbador del caso es que ha venido siendo capoteada durante estos 2 años, con el clásico “venga mañana”, y ninguna solución por parte del jefe de cirugía y doctor González Quiñónez, quien ha llegado a “escapar” de la afectada.
Otro de los casos es el del señor Guadalupe García Villa, que desde hace más de 2 años ha tenido un cuadro en las vías respiratorias altas, pues sentía la nariz tapada y esto le impedía respirar. A lo largo de un año le estuvieron dando tratamiento contra la alergia, recetado por el otorrinolaringólogo, pero su condición no mejoraba, más bien empeoraba: “tuve que recurrir a un otorrinolaringólogo privado, que al final me dijo que tenía pólipos en la nariz y que, era eso lo que me impedía respirar; ya con el diagnóstico llevó dos años esperando que el cardiólogo me dé una cita, pues para que me operen tengo que tener el visto bueno del cardiólogo, pues ya tengo 61 años”, comenta García Villa.
Estos dos casos son solo una gota en el mar de afectados por esta pandemia, que no han recibido atención y mucho menos tratamiento de padecimientos que no esperan, pero si esto sucede en los mexicanos que tienen Seguro Social, qué ha pasado con el acceso a la salud en ya cerca de 3 años del presidente del “cambio y de su transformación de cuarta”. Los resultados son alarmantes, pues la CONEVAL en su medición multidimensional de la pobreza en el periodo de 2018-2020 nos advierte que la población con carencia al acceso de salud paso de 16.2% a 28.2%, un aumento de 15.6 millones de mexicanos sin servicios de salud para un total de 35.7 millones de mexicanos sin la posibilidad de atenderse en el sector público o privado.
Los errores de la administración actual al desaparecer el Seguro Popular y la creación del Insabi abonaron a que la carencia por accesos a los servicios de salud creciera en esta contingencia sanitaria, pues esta última no tenía una estructura operativa y humana que la hiciera eficaz y solo ha traído desabasto de medicamentos y de atención.
Lo único claro es que ahora ya sabemos que el lema “primero los pobres” era “primero los pobres a la tumba” pues sin acceso a la salud millones de mexicanos tienen este perturbador destino.
Por ello, hoy más que nunca lo único que puede mejorar las condiciones de nuestro país es una representación autentica del pueblo, organizarnos para que nuestras voces sean escuchadas y tomadas en cuenta. Organízate y lucha.
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