Nuevo León es una entidad con un fuerte desarrollo industrial, donde es muy común que personas de otros estados de la república se muden a tierras regiomontanas en busca de mejores oportunidades para ellos y sus familias. Cuando llegan, se enfrentan a muchas dificultades, como la falta de vivienda, de buenas instalaciones de agua o de energía eléctrica, entre otras. Esta vez quisiera destacar la problemática de la educación.
Cuando conocí la colonia Alianza Real, en el municipio de Escobedo, vi las precariedades que enfrentaban, como en todas las colonias que van surgiendo. Sin embargo, estaba habitada por gente trabajadora que decidió forjar su futuro en estas tierras.
El Movimiento Antorchista de Nuevo León ha logrado entregar a la sociedad ocho generaciones de estudiantes que han recibido una preparación integral en sus aulas, contribuyendo con su grano de arena a una sociedad que se desmorona por un sistema injusto.
Las dificultades para trasladarse al centro de la gran ciudad de Monterrey eran complicadas debido a la deficiencia del transporte y la crisis de movilidad que la zona metropolitana de Monterrey ha tenido casi desde siempre.
En ese entonces, mucha gente se organizó en el Movimiento Antorchista de Nuevo León para mejorar su patrimonio y buscar un terreno donde construir su vivienda. Aunque no se pudo ayudar a todos, a una gran parte se les gestionó un lugar para vivir.
La crisis por la falta de escuelas se hizo evidente conforme la colonia crecía, y surgió la necesidad de una escuela de educación media superior cercana y accesible al pueblo. Así nació la inquietud de gestionar una escuela que brindara educación a los hijos de los obreros y amas de casa de los alrededores de la colonia.
De esta forma surgió la preparatoria Lic. José Ponciano Arriaga Leija, como una necesidad urgente de la población, y fue cobijada por el pueblo para hacer ese sueño realidad.
En agosto de 2012, inició este proyecto educativo, enfrentando muchas carencias, entre ellas la falta de instalaciones adecuadas, mobiliario y equipo. Sin embargo, contaba con la convicción de educar a una juventud que no solo sería el futuro, sino el presente.
El Movimiento Antorchista de Nuevo León ha logrado, durante estos años, entregar a la sociedad ocho generaciones de estudiantes, que han recibido una preparación integral en sus aulas, contribuyendo con su grano de arena a una sociedad que se desmorona a consecuencia de un sistema injusto.
Antorcha ha promovido desde su fundación la creación de escuelas de todos los niveles, donde todos tengan acceso y sean preparados de la mejor manera, no sólo en el ámbito académico, sino también en el cultural y deportivo.
La lucha organizada ha dado grandes logros al pueblo, y uno de ellos ha sido la fundación de una escuela que brinda educación a los hijos de la clase trabajadora. Esta institución continuará su legado formando generaciones de jóvenes más conscientes de su realidad, que contribuirán a transformar su entorno para el bien de ellos y de sus familias.
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