La causa de que el continente americano se haya convertido en el epicentro de la pandemia, en donde se localizan los países con el mayor daño por covid-19, en donde la terrible virulencia y letalidad ha segado la mayor parte de vidas humanas, afirma categóricamente la Organización Mundial de la Salud, la verdadera CAUSA, radica en tres razones que se conjugan y que resume magistralmente: débil vigilancia, mal gobierno y falta de educación.
DéBIL VIGILANCIA, ésta tiene que ver con las acciones de los gobiernos en los diferentes países, por ejemplo ¿Qué hizo la República Socialista de Vietnam en cuanto inició la epidemia en China? Cerró de inmediato su extensa frontera con ese país, aplicó pruebas masivas para aislar los casos de contagio, generalizó el uso de cubrebocas y las medidas de higiene, además de dotar de insumos a sus hospitales, suspender actividades y apoyar con alimentos al pueblo para que permanecieran en sus casas. Resultado: pocos contagios y ningún fallecido. Y, ¿Qué hizo México? El gobierno mexicano desoyó las alertas mundiales, dejó abiertas todas las fronteras, se negó y se sigue negando a aplicar pruebas masivas para detectar y aislar a los contagiados arguyendo que son ¡Muy caras! Y que no sirven para nada; con tal de no gastar en cubre bocas dijo y sigue diciendo que tampoco sirven para nada y que hasta pueden ser fuente de contagio; mucho menos distribuyó en las zonas pobres y muy pobres el material de higiene recomendado; a pesar de que públicamente dijeron y siguen diciendo que los hospitales están bien equipados, a diario hay denuncias y manifestaciones públicas del personal hospitalario y de autoridades municipales porque no tienen los insumos indispensables, ni cubre bocas para los médicos tienen y, en consecuencia, los médicos y enfermeras contagiadas de covid-19 se cuentan por decenas de miles y los muertos por cientos; a pesar del clamor generalizado en todo el país para que se dotara de alimentos a millones de pobres, el gobierno ni se enteró, ignoró las quejas del pueblo y prefirió recomendar que salieran a trabajar cuando la enfermedad está cobrando más fuerza, ocasionando que se multiplicara, tanto el número de contagios como de muertes, rondando ya los 200,000 contagios confirmados y los 25,000 fallecidos, pasando ya a la fase cuatro de la epidemia que, podemos caracterizarla, como un total y absoluto descontrol por parte de las autoridades de salud que habían pronosticado un máximo de 8,000 muertos durante toda la contingencia. Y, a esta dolorosa realidad, el mal gobierno la llama "nueva normalidad".
MAL GOBIERNO, en México durante décadas hemos padecido malos gobernantes y el actual no es la excepción sino el remate, pues se ha mostrado peor que los anteriores en prácticamente todos los aspectos, aunque en esta página nos limitaremos a señalar algunas de sus dañinas decisiones en el sector salud. Veamos, desde 2019 eliminó el programa Prospera que apoyaba económicamente, con alimentos y con revisiones médicas periódicas a las familias beneficiarias; eliminó también el Seguro Popular, el cual no sólo atendía enfermedades esporádicas sino también crónicas, tanto en lo que se refiere a la atención médica gratuita, medicinas, estudios clínicos y de laboratorio, atención psicológica, orientación alimenticia, como por ejemplo a los diabéticos, enfermos de cáncer, de SIDA, entre otros, dejando en el desamparo a cientos de miles de personas humildes, dio de baja a más de diez mil médicos y enfermeras del sector público y redujo drásticamente el presupuesto destinado a la salud de la población. Así de mal estábamos, ya veníamos de mal en peor, cuando inicia la epidemia y el gobierno con tacañerías a la hora de adquirir los ventiladores e insumos necesarios, de contratar personal médico y comprar equipos de protección personal a los trabajadores de la salud y, los que adquirió, plagados de actos de corrupción, como dar contratos al hijo de Manuel Bartlett, y pagarle con sobreprecios exorbitantes. A esta forma avariciosa de actuar cuando de apoyar a los pobres se trata, eufemísticamente le llaman "austeridad republicana".
FALTA DE EDUCACIóN, en este aspecto, el pueblo de México, si bien no tiene una educación escolarizada de excelencia, sí entiende cuando se le explica correctamente, pero cuando se le mal informa, se le engaña y se le miente, desconociendo la verdad puede actuar de forma incorrecta. Sin embargo, sí podemos afirmar que le falta educación POLíTICA, lo que lo convierte en presa fácil de todo tipo de engañifas, falsedades y trampas de la clase política gobernante que cambia de disfraz cada que hay elecciones.
La coyuntura actual ha quitado máscaras, ha permitido que los trabajadores vean el rostro de verdugos de aquellos políticos que se presentaban como los salvadores, la dolorosa realidad está moldeando la conciencia política del pueblo pobre y lo está llevando a comprender que el único sendero que lo liberará de sus cadenas es el camino de la organización con sus iguales y de la lucha por una justa distribución de la riqueza entre todos producida. El primer paso en esa dirección consiste en formar un frente popular que dispute la cámara de diputados en el 2021.
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