"La poesía es lo máximo que el hombre puede hacer con la palabra", dijo en alguna ocasión circunstancial el dirigente nacional del Movimiento Antorchista Nacional, Aquiles Córdova Morán, quien desde niño –según cuenta- tuvo acercamiento a ella gracias a su padre, el profesor Luis Córdova Reyes.
Pero la poesía que conoce, memoriza y aplica en los discursos con los que se comunica masivamente con los militantes del Movimiento Antorchista, y en pláticas con amigos, no se ha dejado en límites egoístas, personales, como muchos hacen. No, en su afán porque los desposeídos alcancen una vida mejor, no sólo los ha enseñado a luchar para mejorar sus condiciones materiales de vida, sino que también los ha acercado a los satisfactores espirituales que todo ser humano necesita para vivir.
Es por ello que, desde hace 42 años, el líder social que fundó y ha hecho crecer a Antorcha, la organización más grande y mejor estructurada del país, trabaja día a día para que los integrantes de los grupos antorchistas de todo el país no sólo conozcan las diferentes ramas del arte, sino que también las practiquen, las saboreen, las hagan suyas y luego las regresen a la humanidad con movimientos armónicos (en danza o teatro), o con palabras bellamente enlazadas con el propósito de despertar emociones profundas en la gente y hacerla más sensible a lo que sucede en su entorno.
El poeta chiapaneco Jaime Sabines, decía que, a diferencia de los seres comunes y corrientes, los poetas tienen más sensibilidad para percibir las cosas que los rodean porque "un poeta es una persona que va por el mundo sin piel, con la carne viva, por lo que las cosas que suceden le afectan más que a otros porque no tiene nada que lo cubra, que lo proteja, y entonces, como respuesta a la vida, se le da la poesía".
Y esas palabras llenas de sensibilidad con que los poetas describen las cosas, palabras bellamente engarzadas en un poema, nos enseñan a percibir las cosas de otra manera a como las vemos cotidianamente; es decir, que la sensibilidad que los poetas plasman en sus poemas, nos las transmiten y despiertan la sensibilidad que nos hacen más humanos y solidarios con nuestros semejantes.
Gracias al trabajo tenaz que en el ámbito cultural realiza Antorcha desde hace 42 años en todo el territorio nacional, ahora cuenta con bailarines, actores y cantantes que ofrecen espectáculos de alta calidad, y gratuitos, a gente de comunidades marginadas, además de que, algo muy importante que nadie en el país ha podido lograr, cuenta con una cantera de por lo menos dos mil declamadores de todas las edades, quienes en días pasados se midieron en concursos estatales de declamación a fin de seleccionar a los mejores, quienes participarán en el IX Concurso de Declamación Nacional a realizarse el sábado 28 de mayo en la Expo Reforma de la Ciudad de México.
Asimismo, vinculada a ese concurso de declamación, el domingo 29 de mayo, en el Polyforum Cultural Siqueiros, se reunirán cantantes, maestros de canto y músicos para escuchar la conferencia sobre "La música popular mexicana" que ofrecerá el dirigente nacional antorchista, Aquiles Córdova Morán, la cual también encierra dosis de poesía de buena manufactura y armonías finas que despiertan sentimientos elevados.
Antorcha es cultura: promueve la poesía y la música que generan sensibilidad y sentimientos bellos en la gente, a fin de hacerla más humana, más sensible. Antorcha es buena.
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