MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Pobreza, marginación e inflación lacera la vida en Yucatán

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Es recurrente hablar de pobreza, marginación e inflación, pero poco o nada se habla de cómo abatirlas, a pesar de que éstas van en aumento y afecta a millones de mexicanos que apenas y tienen para sobrevivir. Mientras tanto, los tan prometidos programas sociales gubernamentales quedan rebasados por el incremento de personas con menor poder adquisitivo.

Los programas monetarios son el estandarte del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) para combatir estos males sociales, sin embargo, estos han mostrado su ineficacia e insuficiencia, lo que ha provocado su agudización e incremento en el país, incluso esta alza se concentra en entidades con gobiernos emanados de Morena.

El aumento del número de pobres, la marginación y la inflación, demuestran que los programas sociales del gobierno de AMLO para contener estos males sociales en México no han funcionado y que son utilizados únicamente como paliativos para la gente con fines electorales. La administración federal, de la autollamada Cuarta Transformación, no cumple con su promesa de gobernar para los pobres, pues no combate la pobreza como lo prometió, ya que cada vez son más familias mexicanas que viven al día por falta de empleo, bajos salarios y el alza de los precios de los productos de la canasta básica. 

La inflación les pega a todos, sólo que en diferente magnitud; los más pobres, son los más perjudicados. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación nacional fue de 6.8 por ciento en el mes de marzo, sin embargo, en cuatro estados alcanzó o rebasó el ocho por ciento.

Yucatán es el estado con mayor inflación en México, al alcanzar el 8.8 por ciento y son los hogares pobres, los que más sufren este problema; las otras tres entidades son Michoacán, Oaxaca y Nayarit, al registrar 8.3, 8.1 y 8.0 por ciento, respectivamente. Las cuatro entidades suman 12.8 millones de habitantes, de los cuales 5.6 millones o 44 por ciento se encuentran en pobreza laboral, es decir, que su ingreso es insuficiente para cubrir el costo de la canasta alimentaria básica que calcula el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). 

El incremento de precios de los alimentos sigue siendo el principal impulsor de la inflación, cuyo aumento llegó a 11 por ciento en marzo, pero en Michoacán y Yucatán, alcanzaron el 12.7 por ciento. A pesar de que se diga que los precios de los productos de la canasta básica van disminuyendo, el bolsillo de los yucatecos no lo siente así, pues continúa sin poder adquirir productos básicos para su dieta alimenticia, como el frijol, arroz, aceite, atún enlatado, azúcar, carne de res, chile jalapeño, carne de puerco, huevo, leche, limón, manzana, pan de caja, papel higiénico, papa y pollo.

Mérida es la segunda ciudad más cara del país y gente de comunidades y colonias populares, además de sufrir hacinamiento, padecen desnutrición al no consumir los nutrientes que su organismo necesita. Así se explica que un millón 400 mil yucatecos, lo que sería 53 por ciento de yucatecos no cuenten con los ingresos necesarios para el mantenimiento de su familia y, de acuerdo al Coneval, viven entre la línea de la pobreza y la pobreza extrema.

Además de sufrir pobreza alimentaria, el 21.8 por ciento de yucatecos tienen rezago educativo, el 24.7 por ciento no tiene acceso a los servicios de salud, el 49.4 por ciento a la seguridad social, el 12 por ciento a la calidad de espacios dignos y vivienda, el 36.4 por ciento no tiene servicios básicos en sus hogares, como lo es el agua potable y el 24.6 por ciento carece de una alimentación balanceada y nutritiva.

Las cifras de pobreza, marginación e inflación, que lacera la vida de millones de mexicanos, entre los que se encuentran los yucatecos, quedan ahí, sin que los gobernantes se sientan obligados a implementar políticas sociales serias, tendientes a erradicar estos males, cifras de las que se vuelven acordar en periodo electorales en los que se convierten en banderas para convencer a los pobres de que deben votar por los políticos que prometen acabar con estos males sociales. 

En Yucatán se promueve el turismo, pero no la erradicación de la pobreza. Por ello es necesario que los pobres se unan, organicen y luchen por mejores condiciones de vida. No importa el discurso oficial, no importa que se diga que el gobierno trabaja en beneficio de todos los ciudadanos, por disminuir las carencias de colonias y pueblos marginados; la pobreza ahí está, mostrando sus dientes de carcoma; son los grandes sectores populares los que padecen hambre, insalubridad, falta de vivienda, falta de servicios básicos, falta de educación de calidad para sus hijos, inseguridad, por mencionar algunas. 

Yucatán es un paraíso para los que no padecen pobreza, pero para quienes habitan en los cinturones de miseria de la capital y municipios conurbados, así como en municipios del interior del estado, como Chikindzonot, Tahdziú, Tixcacalcupul, Mayapán, Tekom, en los que más del 90 por ciento de su población vive en pobreza, la historia cambia radicalmente.

Si queremos acabar de raíz con la pobreza, el pueblo debe cambiar el modelo económico que vela por los intereses de quienes acaparan la riqueza que producen millones de trabajadores mexicanos, para eso se requiere de un cambio político y social capaz de dar paso a una sociedad más justa para para todos.

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