Desde Chiapas, estudiantes y jóvenes integrantes de grupos culturales demandaron al Gobierno federal que los reconozca como grupo de riesgo de contraer la enfermedad pandémica covid-19, en la tercera ola de la pandemia, y que, como consecuencia, implemente un plan de protección para ellos que incluya la aplicación de la vacuna para menores de edad.
Esto, porque dejaron de realizar actividades académicas y de esparcimiento para no exponerse al virus; sin embargo, lo anterior también significa un efecto negativo en su salud física y mental al caer en sedentarismo por la falta de activación física.
Así lo aludió la estudiante Mary Carmen N., quien explicó que los integrantes de los grupos culturales de la Casa de Cultura Antorchista en la colonia El Porvenir del municipio de Ocozocoautla, Chiapas, se reunían en ese recinto para practicar danza o música, para invertir su tiempo en actividades valiosas y mantenerse sanos, pues el encierro al que los habían obligado permanecer o trabajar para ayudar a los gastos en el hogar, muchas veces los orillaba a dedicar su tiempo libre a ver televisión o dormir.
“Al ver que muchos buscaban otra forma de invertir su tiempo, decidimos seguir aprendiendo a bailar o cantar, pero con el regreso de esta nueva ola de contagios y ver que el gobierno no se preocupa por vacunar a los infantes o jóvenes que aún somos menores de edad, nos vemos obligados a tener que dejar de desarrollar nuestras habilidades y a pedir que se nos atienda, de manera urgente, porque somos los que estamos en riesgo”, apuntó.
En representación de los habitantes de la región insistió en que el gobierno del estado y el federal deben atender oportunamente a los jóvenes, adolescentes y niños en la tercera ola de contagios de covid-19 porque se encuentran en un grado mayor de vulnerabilidad.
Finalmente, resaltó que la colonia en la que viven, es una zona en la que se contempla alto grado de pobreza, y que, por la tercera ola de la pandemia, nuevamente se verá golpeada en su economía, pues la mayoría debe salir a trabajar todos los días para a intentar alcanzar sueldos muy bajos en trabajos pesados.
"Trabajos en los que los mismos jóvenes y niños debemos de emplearnos para ayudar a nuestros padres, porque si llega a realizarse el regreso a clases, nuestros padres deberán cubrir gastos extras para tomar las medidas de sanidad, porque aquí tampoco hay ayuda del gobierno para las escuelas”.
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