MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Para quién gobierna Mara Lezama?

image

¿Para quién gobierna Mara Lezama? Es la pregunta que se hacen la gran mayoría de los quintanarroenses, que para su sorpresa se encuentran en el abandono total por parte de un gobierno que tenía todas las soluciones a todos los problemas y que ahora tiene todas las excusas para no dar esas soluciones. 

María Elena Hermelinda Lezama Espinoza, ocupa la gubernatura de Quintana Roo desde el día 25 de septiembre del año 2022, tras ganar los comicios celebrados el 5 de junio de ese mismo año. Mara Lezama, como le gusta que la llamen, es una mujer joven de 54 años, nacida y crecida en la ciudad de México, donde realizó estudios en Ciencias de la Comunicación en la prestigiosa Universidad Anáhuac, lo que le permitió obtener empleo de locutora en la bella Cancún.

Su presencia, carisma y control del escenario le permitieron a Mara tener un buen desempeño en la radio conduciendo programas en vivo. Hasta ahí, todo bien. Pero, de eso a gobernar el estado de Quintana Roo, nada que ver.

Los atributos necesarios para gobernar un estado como el nuestro son humanismo a prueba de mesianismo, humildad, empatía, profundo conocimiento de usos y costumbres regionales; conocer el estado no como un turista más, sino como un miembro de la comunidad; sentir en carne propia el dolor del semejante y un profundo amor por el prójimo.

Todas esas características, y otras más, son condición sine qua non, o sea, sí o sí para ofrecer servicios, atención, cuidados y gobernabilidad a sus gobernados. No basta ser una cara bonita, o tener una sonrisa perenne. En pocas palabras, se debe ser uno más. Estas observaciones podrían parecer excesivas, pero permítanme explicarme. 

Quintana Roo, es el estado más joven de la república mexicana; hace apenas 49 años que somos un estado libre y soberano. Cuenta con once municipios y con base en datos arrojados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), es habitado por un millón 857 mil 985 habitantes; el 50.4 por ciento son hombres y el 49.6 por ciento son mujeres. El porcentaje de escolaridad es tercero de secundaria. 

Asimismo, tres de cada cien personas a partir de 15 años no saben leer ni escribir. Apenas el 93 por ciento de los niños entre 6 y 14 años de edad, asisten a una escuela. 33 de cada 100 hogares son comandados por una mujer en calidad de madre soltera. Su esperanza de vida es de 75 años y sus causas de muerte más comunes son accidentes laborales, enfermedades del corazón, diabetes y cáncer y cuenta con apenas 29 unidades médicas entre hospitales, clínicas y centros de salud. 

El salario oficial aquí es de apenas doscientos siete pesos y 44 centavos por día, lo que resulta en la mísera cantidad de seis mil doscientos 10 pesos al mes. Debemos recordar que Quintana Roo es el tercer estado más caro del país y las ciudades de Cozumel y Cancún son la cuarta y la quinta más caras de México, así que la necesidad de empleos bien pagados es urgente, sin embargo, no es así.

Las actividades primarias están relacionadas con la ganadería, pesca y la siembra de maíz, calabaza, cosecha de piña, naranja, limón, papaya, sandía, coco, caña de azúcar, aguacate, chile habanero y nuestras famosas pitahayas entre otros frutos más, así como la tala de árboles maderables entre ellos la caoba, el cedro rojo, tzalam, machiche, granadillo, catalosh, zapote y la muy de moda parota.

En materia minera, la explotación de arena, grava y caliza se ha visto fortalecida por el constante crecimiento en la industria de la construcción. Pero la joya de la corona son sus bellísimas aguas, que bañan las más hermosas playas del país y, que con una media anual de 26 grados Celsius permite que las ciudades de Cancún, Playa del Carmen, Tulum, el pueblo mágico de Bacalar, el parque Xcaret, así como las islas de Cozumel, Isla Mujeres, Isla Pajaritos y Holbox sean los centros turísticos predilectos del turismo nacional e internacional.

Somos, además, el segundo estado con mayor ingreso por la vía del turismo, sólo después de Baja California Sur. Tan sólo en los primeros cuatro meses de este año, ingresaron al estado más de 7 millones de turistas y se calcula que cerrará el año con más de 20 millones (Sectur) que vienen a admirarse de los míticos cenotes y a deleitarse con sus espectáculos y la comida internacional. La derrama económica es incalculable, pero ya podemos imaginarla. 

Si Quintana Roo, goza de esta boyante y creciente economía, ¿por qué el pueblo quintanarroense es de los más pobres del país?, ¿por qué el habitante común carece de los servicios básicos?

Ahora bien, si Quintana Roo, goza de esta boyante y creciente economía, ¿por qué el pueblo quintanarroense es de los más pobres del país?, ¿por qué el habitante común carece de servicios básicos en sus comunidades, colonias y rancherías? ¿Por qué no goza de las mieles del enriquecimiento que ofrece la naturaleza del estado que lo vio nacer, donde creció, donde trabaja y además él con su trabajo produce esa misma riqueza?

Para acabar pronto, el habitante promedio no puede bañarse en las cálidas aguas de sus mares si no paga al hotel por su ingreso o no se ha hospedado en él. Y ya ni hablar de sentarse en algunos de sus restaurantes y pedir una mariscada promedio si esta vale quinientos pesos la orden mediana, o un taco que vale hasta cuarenta pesos, un refresco cuarenta y una cerveza cincuenta. Y si te quieres ver austero y pides una botella de agua de 600 ml, deberás pagar hasta treinta y cinco pesos.

El campesino, el trabajador de la industria de la construcción, el pescador, el maestro rural, el herrero, carpintero, las trabajadoras domésticas, el vendedor ambulante y otros trabajadores no pueden ni podrán estar ahí, a menos que sean trabajadores directos en los hoteles o restaurantes. 

Ningún beneficio le acarrea vivir en un estado tan rico, ya que el habitante promedio es pobre y, los servicios que le da el gobierno que juró protegerlo, son malos y escasos.

En 2023, Quintana Roo recibió 41 mil millones 634 mil 214 pesos de la federación para su administración a lo largo y ancho del estado. Además de lo que recaude vía impuestos, permisos, licencias, multas, servicios, tenencias, prediales y cuanta cosa ocurra o se le ocurra.

Entonces, si hay tanto dinero y el pueblo pobre trabaja en lo que produce, ¿por qué sus calles están sin pavimentar, sus escuelas son de palitos, no tiene servicio de salud a la altura de sus necesidades, no goza de transporte público, no hay alumbrado en sus colonias, no hay acceso a sus comunidades, no tiene certeza jurídica de sus terrenitos, no hay ambulancias para trasladar a sus enfermos, no tienen vigilancia policiaca?

El cinturón de miseria que rodea a la ciudad de Chetumal y donde se asientan añejas colonias como Palomos, San Fernando, El Edén, Mártires, Fraternidad y La Esperanza Antorchistas, así como los poblados de Luis Echeverría, Huay-Pix, Ramonales, Laguna Guerrero y cientos más diseminados por todo el estado, se encuentran en el abandono gubernamental.

Si los políticos los conocen y conocen sus necesidades; de eso no tengo la menor duda: primero los visitaron para pedir su voto, tomarse fotos con niños en pañales, con viejitos que apenas podían ponerse en pie, con amas de casa que dejaron un momento sus labores cotidianas e ilusionadas los atendieron, campesinos, albañiles, choferes y desempleados les expusieron sus necesidades más importantes.

Los ahora funcionarios, dejaron playeras, gorras, bolsas y promesas, muchas promesas, pero de cumplir alguna de ellas, de eso nada. Hoy están ocupados en hacer campaña política, en recibir una semana al presidente y la otra viajar para apoyar a Claudia. Pero de atender esas promesas hechas hace poco, nada.

Entonces ¿para quién gobierna Mara Lezama? Para los pobres no; gobierna para el establishment, para la clase privilegiada y sus intereses fácticos. Por eso el 27 de octubre, unidos marchamos, la sociedad en general y los adheridos al Movimiento Antorchista. 

Trabajadores de distintos ramos, amas de casa, maestros, estudiantes, obreros y campesinos, para dejarles claro que esta no es la política que esperamos de ellos. Que requerimos atención a nuestras comunidades, servicios y que proporcionen lo necesario para tener una vida digna. No es una limosna lo que pedimos, es nuestro legítimo derecho ya que no fuimos nosotros quienes fuimos a sus casas a implorarles fueran nuestros administradores, no. Fueron ellos quienes vinieron a pedir nuestro voto de confianza para que les diéramos el trabajo de gobernar. Y se gobierna obedeciendo y acatando la decisión de un pueblo informado y crítico. 

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más