El próximo día 28 de mayo del año que corre, el Movimiento Antorchista Nacional realizará en la Ciudad de México, el IX Concurso Nacional de Declamación; los que seguimos con atención toda la actividad cultural de esta importante organización, estamos seguros que este próximo evento reunirá a miles de amantes y apasionados de la poesía de todas partes del país; unos, acudirán a medir su talento y otros - entre los que me cuento - a disfrutar esta justa contienda, que creo, por su importancia, es única en todo el país. El antorchismo colimense, llevará a cabo su eliminatoria estatal el próximo 26 de mayo. Mucha suerte les deseo a mis queridos compañeros declamadores colimenses.
He de confesar sin ningún pudor y muy por el contrario, con mucho orgullo, que me declaro fiel seguidor de toda la obra - escrita y pronunciada - del gran genio mexicano llamado Aquiles Córdova Morán. Cuando conocí al Ingeniero Aquiles, hace casi tres décadas, en verdad me sorprendió; tiene él un talento natural y al mismo tiempo rigurosamente científico, para analizar la sociedad en general, la economía y la política del país, que a quien lo escucha sin prejuicio alguno, lo contagia de entusiasmo y conocimiento sobre los más diversos temas. Cuando lo escuché por primera vez, pensé que me había encontrado con "un político muy inteligente".
Hoy, que he leído a través de sus biógrafos, algo de la vida de algunos de los más grandes genios de la historia universal, puedo afirmar que, así como hubo quien descubrió en su tiempo la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica o quien descubrió y quien aplicó la ley del desarrollo de la historia humana, Aquiles Córdova es, para muchos mexicanos, la suma y síntesis de todo este valiosos e imperecedero conocimiento. Para que no piense, amigo lector, que es pura y simple adulación vulgar y gratuita lo que digo, lo invito a leer toda la vasta y sorprendente obra que ha producido hasta nuestros días, este gran pensador mexicano; si su conciencia está libre de prejuicios tendenciosos, le aseguro que lo sorprenderá.
Ahora quiero compartir, por parecerme una muestra fiel de lo que digo, algunas ideas que manejó el maestro Aquiles en su conferencia cultural del año pasado, en el marco del VIII Concurso Nacional de Declamación: "Nosotros queremos difundir el arte, darlo a conocer al pueblo, hacérselo saborear, apreciar, degustar, de modo que lo haga propio y, con esto, el arte regrese a su verdadera fuente matriz, a su verdadero creador, que aquí y en el mundo entero - y eso es reconocido hasta por los especialistas más destacados - es el pueblo. El artista es un plagiario, como dijo alguna vez Juan Ramón Jiménez, recoge lo que el pueblo dice, canta, siente, llora, celebra o lo que alegra, y ya con su talento transformador y haciendo uso de las distintas disciplinas artísticas, le da forma y produce la obra de arte." (México D. F. 2015)
Muchos podrán afirmar que esto cualquiera lo puede pensar o decir; cierto, pero resulta que el autor de estas admirables ideas es, nada más ni menos, que el Secretario General del Movimiento Antorchista Nacional y puedo decir, sin temor a equivocarme que, Antorcha es hoy, la única organización auténticamente popular, que ha desarrollado una inmensa labor cultural y artística en prácticamente todo el territorio nacional; las Espartaqueadas de Antorcha, ahora son un referente nacional, cuando de cultura verdadera se quiera hablar.
Continúo: "[...] la lógica más elemental nos dice, que una vez que se ha recogido y se ha construido la obra de arte, ésta debería regresar a su matriz, a la fuente de donde se tomó el material: el pueblo; pero en nuestros días el círculo se interrumpe: la obra de arte se convierte en mercancía o en artículo de venta y por esa vía se pone un obstáculo entre el arte y el pueblo." "Pero hay otro obstáculo: el pueblo no está lo suficientemente motivado culturalmente; se hace todo lo posible por alejarlo de las verdaderas expresiones que valen la pena como creación del espíritu humano; en cambio se les satura de basura intelectual; [...] el pueblo no solamente no recibe verdaderas obras de arte sino que se le va deformando su mentalidad y, con el tiempo, cuando ve algo verdaderamente valioso, no lo entiende; no porque el pueblo sea tonto, sino porque se le va mal educando y manipulando [...]"(Ibídem) Y esto es precisamente a lo que se enfrenta el Movimiento Antorchista Nacional y por esto también, es que cobra mucho realce la realización del IX Concurso Nacional de Declamación en la ciudad de México.
Hace poco tuve la oportunidad de leer el Decreto No. 67, donde la LVIII Legislatura del H. Congreso Constitucional del Estado libre y Soberano de Colima, aprueba el Presupuesto de Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2016, en él puede uno enterarse de cosas interesantes; por ejemplo, de los 13 mil 339 millones 962 mil pesos que autorizaron los diputados para el gasto total del estado (Art. 8, p.12); también de los 102 millones 208 mil 007 pesos, que estos mismos diputados se autorizaron para el poder legislativo (Art. 9, p.13); de los 251 millones 605 mil 272 pesos para la Universidad de Colima (Art. 12, partida 41401, p. 14); de los 5 mil 260 millones 261 mil 511 pesos que le asignaron a la Secretaría de Educación (Art. 14, p. 20) y los 50 millones 225 mil 458 pesos a la Secretaría de Cultura (Art. 14, p. 20). ¿Sabe usted amigo lector cuánto apoyaron los diputados para llevar a cabo la eliminatoria estatal de Poesía? ¿Cuánto aportó el Gobierno del Estado, la Universidad de Colima, los diputados o mínimamente los encargados del desarrollo cultural de los colimenses, para el traslado y los gastos de alimentación de los declamadores que nos van a representar en la ciudad de México? Acertó usted: nada, ni un solo peso ni centavo para este ingente esfuerzo que están haciendo los Antorchistas colimenses para elevar la cultura del pueblo. ¿Y los presidentes municipales?, de esos ya mejor ni hablo para evitar corajes; solo diré que hay casos verdaderamente indignantes, como el alcalde de Colima, Héctor Insúa, que mando a los declamadores a buscar trabajo de meseros cuando le fueron a pedir apoyo para el transporte. Pues como dice la Biblia, "por sus frutos los conoceréis" (Mat.7:16).
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