Es evidente que la 4T no cuenta, siquiera, con un plan para revertir las desastrosas condiciones económicas que estamos padeciendo en la crisis actual como país, pues México, de acuerdo con datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), será una de las naciones más afectadas: el PIB (Producto Interno Bruto) sufrirá una caída de por lo menos un 6.6%, un nivel mayor al promedio de América Latina, de 5.5% para el periodo, y su deuda pública será de aproximadamente el 60% del PIB, como consecuencia de haber ¡disminuido el gasto público!
Por su parte, el Bank of America Securities (BofA) advirtió de una contracción de 8% en nuestra economía, mientras que la calificadora Moody's afirmó que si la contingencia dura más de tres meses (y ya los sobrepasó), el deterioro del PIB será mayor.La Secretaría Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estimó que la pandemia de covid-19 dejaría hasta 21.7 millones de mexicanos en situación de pobreza extrema.
Encima de esto, el gobierno se está acabando también el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, cuyo antecedente es el Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros, creado en 2001, el cual consistía en el ahorro de un porcentaje de los ingresos excedentes de las rentas petroleras, para compensar el impacto que pudieran tener sobre las finanzas públicas los cambios bruscos en los ingresos petroleros de exportación, o sea una especie de seguro de contingencia.El objetivo de este fondo, según sus reglas de operación, publicadas el 1º de abril de 2015 en el Diario Oficial de la Federación es: "en términos de la ley, la finalidad del Fondo es aminorar el efecto sobre las finanzas públicas y la economía nacional, cuando ocurran disminuciones de los ingresos del Gobierno Federal, con respecto a los estimados en la Ley de Ingresos de la Federación del ejercicio fiscal de que se trate, para propiciar condiciones que permitan cubrir el gasto previsto en el Presupuesto de Egresos de la Federación correspondiente".Este fondo, que era de 279,770 millones de pesos al cierre de 2018, en el 2019 fue utilizado para subsanar el altísimo costo de los programas prioritarios del gobierno federal, dejando un saldo final al cierre del 2019 de sólo 158,263 millones de pesos menos.
El comportamiento errático en materia de políticas públicas (algunas de ellas francamente ilegales, como el 80% de asignación directa en contratos de obra, cuando la ley permite sólo hasta el 20%) no puede dar certeza en el rumbo que tomará el gasto público, y menos lo hará si logra imponer con su mayoría legislativa su insana pretensión de modificar la ley para poder reasignar, a capricho, el Presupuesto de Egresos de la Federación después de discutido y aprobado por la Cámara de Diputados, incrementando por esa vía la discrecionalidad y la absurda concentración de poder en la persona del Presidente de la República, y nulificando la división de poderes, columna vertebral de los regímenes democráticos liberales como el nuestro.
Ante esto, la lucha antorchista de 46 años contra la pobreza para lograr un México fuerte, vigoroso, equitativo y justo para todos sus hijos, se agiganta y se hace más necesaria que nunca, por lo cual hacemos un llamado a todas las fuerzas sociales a formar un frente nacional, cuyo proyecto de país contemple, sin falta, los derechos e intereses del pueblo y en el que todos los sectores sociales estén debidamente representados, para vencer por la vía democrática una dictadura en ciernes, que es la causante del agravamiento de los males que ya de por sí, venía padeciendo hace mucho la sociedad mexicana.Nuestra fuerza, unida a la de las víctimas de injusticias, arbitrariedades y ataques directos del gobierno (el cual ha dejado en poco tiempo sin empleo, sin comida y sin atención médica ni medicinas a millones de mexicanos) deberá levantarse como una barrera infranqueable en las próximas elecciones, que evite el poder absoluto que pretende Morena en el 2021 y así, detener el grave deterioro que pone en peligro la estabilidad política y al estado de derecho, que es el garante de la paz social de la que aún disfrutamos los mexicanos.Esa es la tarea de quienes entienden su responsabilidad histórica.Nosotros estamos haciendo nuestra parte.¡Ahora o nunca!
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