MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¡No vale 5 pesos!

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El último incidente en el metro de la Ciudad de México, agarró desprevenida, como siempre, a la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum, quien se encontraba, en un viaje de campaña, disfrazado de viaje de “visita” en tierras purhépechas; la llamada del accidente obligó a las autoridades michoacanas a buscar un helicóptero para que ella pudiera regresar inmediatamente.

Desde la llegada de la Jefa de Gobierno en 2018, los accidentes en el metro se han incrementado en 2.3 veces, pues de los 612 accidentes ocurridos en ocho años, el 70 por ciento se han dado con el gobierno morenista; lo que además, según datos de El Financiero, ha cobrado la vida de más de 29 personas y ha dejado a cientos de heridos. 

Si analizamos un poco más de cerca las circunstancias en las que se suscitan estos “incidentes”, nos daremos cuenta que su principal causa es el descuido y la falta de mantenimiento por parte de las autoridades, pues este transporte que mueve a más de 4.5 millones de habitantes por día ha sufrido los famosos recortes que la Cuarta Transformación ha efectuado en la mayoría de los programas que existían en México. 

Y aunque Sheinbaum no se ha cansado de repetir en los últimos días que tales recortes no existen, la verdad y los documentos oficiales, han demostrado que sí, pues los datos de la plataforma Animal Político dieron a conocer que en 2018, la Jefa de Gobierno recibió una administración que destinaba 22 mil 882 millones de pesos al metro, pero ese recurso se redujo hasta llegar a los 17 mil 102 millones; y aunque como una maniobra política realizada para callar a sus oponentes se hizo un incremento para 2022, lo real es que existe un recorte de 3 mil 112 millones 665 mil 183 pesos. 

Es ahora el momento de analizar la piedra angular de estos recortes: por un lado el lema de “primero los pobres” queda nuevamente rebasado, pues la inmensa mayoría de quienes se mueven en este transporte pertenecen a la clase trabajadora, a esa clase que debe viajar, a veces más de dos horas para llegar a sus trabajos y conseguir apenas unos 200 pesos que ayuden a sostener y a alimentar a sus familias; otro gran sector que se vuelve vulnerable ante la desatención gubernamental es el de los estudiantes, pues miles de ellos, se mueven en el metro, al ser el transporte más barato que existe en la ciudad; la última víctima de la negligencia gubernamental, fue precisamente Yaretzi Adriana Hernández Fragoso, alumna de la Facultad de Artes y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Por otro lado, no nos cabe duda de lo que ya en ocasiones anteriores hemos afirmado: cada peso de esos recortes va a parar a los programas sociales de transferencia monetaria que el gobierno de López Obrador ha implementado como una forma de ganar adeptos y de que su partido permezca en el poder. 

Pero para estos datos también es necesario un acercamiento que nos hagan claridad de la situación en la que nos encontramos: según datos dados a conocer por el Centro Mexicano de Estudios Económicos y Sociales (CEMEES), el porcentaje de la población que ha recibido estos programas ha cambiado radicalmente, pues para 2014 la población en pobreza extrema (PPE) que los recibía era del 62 por ciento, la población pobre (PP) del 48 y la población no pobre (PNP) del 20 por ciento; para 2016, la PPE pasó al 64 por ciento, la PP, al 49 y la PNP al 23 por ciento; ya para el 2020 el cambio se volvió drástico y cambió notoriamente de dirección, pues la PPE que los recibía disminuyó al 43 por ciento, la PP disminuyó también al 39 por ciento, y por otro lado, la PNP, incrementó al 27 por ciento. 

Este análisis pues, nos muestra que la gente a la que se le destinan los recursos que a su vez se le quitan a pogramas que ponen en riesgo la vida de los más pobres, es a la clase que no pertenece al rango de la población en pobreza y pobreza extrema, así que los programas del señor presidente no están ayudando a la población con carencias. Otra vez se abandona a los pobres del país, a aquellos por lo juró y perjuró que destinaría todo su empeño. 

Entonces esto nos deja una gran lección y es que los que ocupan el poder gobiernan para la clase que los representa, la clase poderosa, y deja de lado a aquellos a quiene les miente y a quienes les arrebata la vida, la clase de los trabajadores, la clase de los que deben despertar a las cuatro de la mañana para poder sobrevivir y viajar en un transporte que ya no les garantiza ni la seguridad mínima, sino todo lo contrario, que se vuelve cada vez más un transporte que en cualquier día ya nos les permitirá llegar a casa. 

¿Y la solución?, ¿la flamante solución? No ha sido la de invertir en reparaciones y mantenimiento, sino la de meter a más de 6 mil elementos de la Guardia Nacional a las estaciones del metro, ¡como si en materia de seguridad estuviéramos bien!, pues ahora hay más miembros de la GN en el metro que el total de los que hay en 29 estados de la República. Alcemos pues la voz, que todo el mundo se entere de la indignación que sufrimos los que pertenecemos a la clase trabajadora, que el mundo entero sepa que la vida de los mexicanos no vale 5 pesos.

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