MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

No al recorte presupuestal que incrementa la pobreza

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La distribución del presupuesto debe ser el resultado de un análisis científico y concreto de la realidad para resolver de fondo los problemas nacionales que afectan a los mexicanos, pero principalmente a los más pobres. Los mexicanos, con su trabajo, crean la plusvalía y la riqueza nacional; sin embargo, de esa riqueza nacional creada por ellos solo reciben una pequeña parte en forma de salario. Al trabajador no se le paga lo que produce, sino lo que necesita para vivir. Lo peor es que, después de arrebatarle la plusvalía durante el proceso de producción capitalista en una economía de mercado, el Estado le arrebata otra parte mediante el cobro de impuestos.

Por eso es urgente una política fiscal progresiva, pues las empresas se apoderan de la plusvalía que, traducida en dinero, se convierte en la ganancia del capitalista; sin embargo, ésta fue producida por el propio obrero con su sudor, de tal suerte que es justo que la plusvalía generada por el obrero, pero apropiada por el capitalista, sirva principalmente para que el Estado recaude fondos para devolverlos a los trabajadores en forma de obras y servicios que equilibren a la sociedad, reduciendo significativamente, por esta vía, la desigualdad. Por lo mismo, es de esperarse que haya una redistribución equitativa del gasto social y de la carga tributaria para lograr un equilibrio económico.

El cálculo de los ingresos nuevamente estará encima del pueblo trabajador, lo que contradice a los representantes de la "Cuarta Transformación" (4T) como se ha dado en llamar el gobierno actual, que se autoproclama "de izquierda", "a favor de los pobres" y que dice estar cambiando el régimen por uno "socialista". Ahora bien, por el lado de los gastos, la elaboración del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 (PEF 2020) parece más un capricho de la 4T, un "me canso ganso", aunque quienes sufran sean los más pobres de México.

Efectivamente, el PEF 2020 no sufrirá grandes modificaciones en relación con la construcción de obras y servicios de los trabajadores de México, porque todo tiene como propósito garantizar los programas (caprichos) de la 4T. En términos reales, es decir, quitando el efecto inflacionario, la 4T reducirá en 31.7 por ciento el presupuesto para agricultura y desarrollo rural; además de una reducción de 35.8 por ciento a trabajo y previsión social; 21.1 por ciento a comunicaciones y transportes (habrá menos carreteras, menos caminos rurales y menos restauración de las ya grandemente deterioradas carreteras mexicanas, por las que circula 85 por ciento de las mercancías del país); se reduce en 43.7 por ciento lo destinado a desarrollo agrario, territorial y urbano; la atención de la salud se reduce en 0.1 ciento; sin embargo, se incrementa el presupuesto destinado a bienestar en 11 por ciento; a educación pública en un mísero 1.8 por ciento; a Petróleos Mexicanos (Pemex) –energía– se le incrementa 72 por ciento, dinero que será echado en un barril sin fondo, pues todo el presupuesto que se destine a Pemex no alcanzará a cubrir sus pasivos, es decir, sus deudas, es decir, se le está echando dinero bueno al malo.

¿Y los programas emblema del Presidente? Ya hemos dicho en otros artículos que el modelo neokeynesiano improductivo, es decir, aquel que pretende incrementar la demanda agregada repartiendo dinero a la gente sin que ésta haga aportaciones a la nación con su trabajo es, en esencia, un modelo condenado al fracaso, pues no reducirá la pobreza y sí fortalecerá a las grandes empresas, pues el pueblo gastará los recursos que el Estado les entregue básicamente en alimentación, transporte y medicinas, de manera que los verdaderos beneficiarios de los programas de López Obrador serán los capitalistas de las empresas de alimentos, transporte y medicinas. Así no se combate la pobreza.

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Pero eso no es lo peor. El propio gobierno ha decidido fortalecer algunos de sus programas emblema, pero otros han sido recortados significativamente. Veamos. Respecto a lo programado en 2019, pensiones para adultos mayores aumenta en 23.050 millones de pesos (mdp); Sembrando Vida aumenta en nueve mil 591 mdp; pensión para personas con discapacidad permanente, 3.1 mdp; apoyo para niños y niñas de madres trabajadoras disminuye en 154 mdp; Jóvenes Escribiendo el Futuro aumenta en 3.301 mdp; pero el programa de Becas Benito Juárez para primarias y secundarias se reduce significativamente en 40.533 mdp (¿se deberá a que los niños no votan pero los jóvenes de prepa estarán en posibilidades de hacerlo en los siguientes años?); a los jóvenes de prepa les aumentan 12.753 mdp; se reduce el presupuesto para Universidades Benito Juárez en 49 mdp; disminuyen los recursos para desarrollo cultural en 624 mdp; el programa emblema del Presidente, Jóvenes Construyendo el Futuro ("ninis"), se reduce en 15 mil 826 mdp; el programa Crédito Ganadero a la Palabra se reduce en tres mil 144 mdp; el de fertilizantes también se reduce en 554 mdp; el de Precios de Garantía aumenta en tres mil 784 mdp; el de Producción para el Bienestar aumenta en mil 676 mdp; el Programa de Microcréditos se reduce en 642 mdp; el de medicamentos gratuitos para la población sin seguridad social se reduce en 191 mdp; el Programa de Vivienda Social pierde 305 mdp y, finalmente, al Programa de Rescate al Lago de Texcoco se recortaron mil 13 mdp. Resulta curioso que estos programas emblema, que combatirían la pobreza, tienen un saldo negativo de seis mil 85 mdp respecto a 2019, lo cual revela que el gobierno no tiene dinero y que no es tan sincera su intención de combatir la pobreza a fondo por esta vía ni por otra.

Arbitrariamente, la 4T decidió estos recortes sin hacer un análisis científico de los resultados positivos logrados por los anteriores gobiernos, echando por la borda muchos de los ejemplos exitosos. Si la 4T fuera médico y encontrara que el enfermo tiene un hematoma en el dedo gordo del pie derecho, es decir, una pequeña corrupción, y actuara como lo ha venido haciendo, recomendaría la amputación toda la pierna para resolver un problema en un solo dedo. Eso es lo que hizo la 4T con todos los programas que valían la pena y fueron arbitrariamente cancelados: cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco para lanzarse tras un capricho que le quita una base militar a las fuerzas armadas de México; eliminar el presupuesto a las estancias infantiles, que proporcionaban servicios profesionales que el Estado no otorga, dejando en el desamparo a millones de madres de familia; expulsar a miles de trabajadores administrativos del Estado que tenían una gran experiencia acumulada a lo largo de muchos años de servicio; dejar de usar un avión presidencial que hay que seguir pagando, con todo y hangar en los ángeles mientras se gasta en vuelos comerciales para las giras del Presidente; imponer la construcción del Tren Maya, cuando lo que se necesita es arreglar el Metro de la Ciudad de México (CDMX) y las líneas interurbanas de comunicación; aferrarse a la construcción de una refinería que no dejará buenos dividendos a la nación; eliminar la infraestructura educativa y el Ramo 23 para obras de desarrollo regional con infraestructura para las comunidades, entre muchas otras ocurrencias.

Por si lo anterior no fuera suficiente, el Presidente se ha confrontado con todo mundo: con la iglesia, la prensa, el ejercito, los empresarios, las asociaciones civiles, las organizaciones sociales y con sus propios diputados; y lejos de admitir que está en un error, sigue declarando que vamos muy bien. Así se explica la prisa que trae la 4T para acelerar las reformas de ley que, sin meditar consecuencias, ahora conforman un Estado dictatorial, lo que menos necesita el México democrático de hoy, pues ello dividirá más al país.

Por eso, el Movimiento Antorchista hace un llamado a la unidad nacional para defender los intereses de los más desprotegidos de México y, al mismo tiempo, para la construcción de un modelo de desarrollo que promueva a un mexicano mejor, más culto, educado, mejor alimentado, más capaz, más libre, más soberano. Para ello es indispensable que el pueblo participe, luche, se organice y se eduque para que el proceso quede en sus manos. Eso es Antorcha y en eso consiste su lucha para evitar un recorte presupuestal que incremente la pobreza.

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