El 10 de julio del presente año se cumplieron 9 meses del asesinato del Lic. Manuel Hernández Pasión, presidente municipal de Huitzilan de Serdán, Puebla, a manos de pistoleros contratados por los caciques de la Sierra Nororiental, Alonso Aco y el presidente municipal de Zacapoaxtla, Guillermo Lobato Toral. Nuestra afirmación se funda en que los asesinos materiales de Manuel, plena y totalmente identificados, son sobrinos de Lobato Toral, estaban a sus órdenes como pistoleros a la hora del crimen, acudió el presidente después de consumado el homicidio a recogerlos kilómetros arriba del lugar de los hechos, y los vehículos que usaron para el asesinato fueron encontrados en su domicilio.
Es verdaderamente escandalosa e indignante la actitud encubridora y mafiosa que la Fiscalía General del Estado muestra para impartir justicia pronta y expedita para llevar a la cárcel a Alonso Aco y a Guillermo Lobato Toral, como autores intelectuales de dicho crimen, lo que nos lleva a afirmar que el crimen de Manuel Hernández Pasión fue indudablemente un crimen político orquestado por el gobierno poblano y los caciques de la Sierra.
Todos los estudiantes que se preparan en las escuelas del país que tienen raíces antorchistas y reciben el calor antorchista, decidieron por sí y ante sí, poner a las generaciones el nombre del Lic. Manuel Hernández Pasión. Fue un homenaje nacional voluntario de una importante parte del estudiantado mexicano, que hicieron del Lic. Manuel el héroe epónimo a igualar. Las consignas coreadas por los estudiantes exigiendo justicia para Manuel Hernández Pasión eran tan enérgicas, tan llenas de coraje y tan uniformemente coreadas por los graduados, que el más ordinario de los ciudadanos, estoy seguro, se cimbraba de pies a cabeza al escucharlas. El Gobierno del estado que seguramente recibió informe pormenorizado de esta exigencia, debería tomar nota y no menospreciar el enojo del sector estudiantil que está exigiendo, con este homenaje, se castigue a los responsables de crimen tan cobarde.
El día 21 de julio se celebra el XI aniversario luctuoso de un gran hombre de teatro, de un gran dramaturgo que, consciente de ensayar todas las vías para educar al pueblo, puso el teatro a su servicio, para lograr su educación política y forjar en los humildes el deseo profundo y claro de ascender y alcanzar una vida mejor. La prueba contundente de que el pueblo encontró en el teatro de Víctor Puebla una guía en sus ansias de superación, es la enorme cantidad de gente humilde que se ha organizado en el Movimiento Antorchista por esta vía, y que recuerda con agrado y no olvida sus obras de teatro, entendibles para el pueblo, y llevadas hasta las últimas regiones de la geografía nacional, por la Compañía Nacional de Teatro de Antorcha, bajo la dirección de Víctor Puebla. Uno de los primeros y grandes homenajes que el antorchismo nacional tributó a nuestro dramaturgo fue la instauración del Concurso Nacional de Teatro, que año con año se realiza en el mes de octubre en el Teatro de La Paz de San Luis Potosí, al que concurren compañías de teatro que encuentran en nuestro seno respeto y reconocimiento sincero a sus esfuerzos culturales.
Por nuestra parte, seguimos de esa manera ampliando el camino que Víctor Puebla trazó obteniendo resultados sorprendentes, resultados que de no haber sido valorada correctamente la labor de Víctor Puebla, no darían los frutos políticos y sociales que nuestro llorado dramaturgo siempre anheló.
A Víctor Puebla, el Movimiento Antorchista acaba de rendirle un homenaje trascendental, al lograr que la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla editara su obra teatral más importante, evitando así que el tiempo y el olvido acabaran sepultando la obra de un hombre de Teatro Revolucionario, que mucha falta hace que conozcamos todos los que buscamos formas y métodos para educar al pueblo de México.
Hablamos de dos hombres que, en diferentes campos de acción, lucharon por un mismo fin: buscaron la organización, educación y concientización del pueblo, para sacar de la pobreza y la marginación a la inmensa mayoría de la población desvalida, que conforma a nuestra Patria.
Las dos acciones realizadas para que nuestros héroes antorchistas no sean olvidados por nadie, recordando su vida y sus obras para que sea un ejemplo a seguir por todos los hombres de bien, deja claro, demuestra con hechos, que sólo en Antorcha adquiere razón y motivo el gritar a los cuatro vientos: ¡Morir por Antorcha es vivir!
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