Como ya es de conocimiento público, las cifras de muertos por covid-19 ya superan los 48 mil mexicanos y el país está en medio de tres crisis, la económica que llevará a 12 millones de mexicanos a la pobreza extrema, la social y la sanitaria, ésta la más grave a causa de la pandemia por covid-19, la cual está lejos de controlarse en México debido a que las autoridades gubernamentales no la han tomado en serio, prueba de ello es el mandatario federal, Andrés Manuel López Obrador, quien ha sido el primero en ignorar las recomendaciones dadas por la Secretaría de Salud.
Desde que se dio a conocer el primer caso por covid-19 en México, el Presidente, desde su mañanera, incitó a la población a que saliera, argumentando que no era una situación grave, cinco meses después, somos el tercer país a nivel mundial en tener más defunciones y por qué, porque el gobierno morenista no se tomó en serio este virus que ha acabo con la vida de cientos de mexicanos.Cuando pensábamos que el desinterés del gobierno morenista quedaba ahí, vemos declaraciones como la de Hugo López-Gatell, quien dijo, en conferencia, que el riesgo no era para él ni para el Presidente ni para el Gobierno "el riesgo de que repunte la epidemia es para todos y todas ustedes (mexicanos)", como si el virus distinguiera clases sociales.
Este panorama es desolador, pues los principales afectados es el pueblo pobre de México que a causa de la pandemia se ha quedado sin trabajo, sin un sustento alimenticio y a poco más de cuatro meses, no han tenido apoyo por parte del Gobierno federal para poder mantenerse en sus hogares y evitar la propagación o que se infecten del coronavirus SARS-CoV-2.Vemos a un gobierno que ha dejado de lado el slogan que lo llevó al poder, el de "primero los pobres", cuando son estos los que más están resintiendo los estragos de la pandemia y la crisis que con ella trajo.
Pero lejos de atender al pueblo, el mandatario federal, así como estatales, poco o nulo trabajo han hecho, como es el caso de Miguel Barbosa Huerta, gobernador de Puebla, a quien se le olvida que ya no gobierna para unos, sino para todos los mexicanos o en el caso de Barbosa, para todos los poblanos.Miles de familias, desde sus hogares y con la colocación de trapos blancos con leyendas como "En casa y sin comida", solicitaron apoyo alimentario, pero lo único que recibieron fue la indiferencia y lejos de resolver, hoy se fabrican delitos, como lo hace el gobernador de Puebla, a quienes no concuerdan con él.
Como ejemplo es el de la compañera Rosario Sánchez Hernández, luchadora social del antorchismo desde hace años, cuyo trabajo lo respaldan decenas de poblanos del norte de la capital que han sido beneficiados con su liderazgo y gestoría.Hoy Barbosa Huerta, la acusa de un crimen que no cometió, el "robo de despensas", cuando lo único que hizo fue mediar la entrega de éstas, pero sin que ella tocara una sola.
Pareciera que hablamos de la Reina Roja del cuento de Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, en éste se plasma la irracionalidad y prepotencia de la Reina al mandar a ejecutar a quienes no están de acuerdo con alguna de las decisiones que toma o cuando alguien la contradice, ordena "que le corten la cabeza".Similitudes con la Reina Roja tiene Luis Miguel Barbosa Huerta, actuando de la misma forma a la hora de "impartir justicia", acusando a líderes ejemplares que su trabajo y los poblanos lo respaldan.
Los antorchistas de Jalisco, como a nivel nacional, no dejaremos que se cometa una injusticia contra nuestra compañera Rosario, o contra algún dirigente de la organización, nuestro trabajo de 46 años nos respalda y los miles de antorchistas que militan en nuestras filas, y no dejaremos que ninguna Reina Roja intimide al pueblo pobre y organizado de México y, sobre todo, el de Puebla.
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