Una de las formas en que se puede lograr una mejor distribución de la riqueza en México es aplicar una política fiscal progresiva, esto es, que pague más quien más ingresos tiene. Pero el modelo neoliberal, también llamado capitalismo salvaje que nos rige, tiende, por una parte, a crear las condiciones ideales para los dueños del capital para que amasen grandes fortunas y, por otra, empobrecer a las grandes masas trabajadoras. Y eso lo podemos ver en las políticas fiscales, y si no analicemos.
Una nota del periódico El Economista de fecha 22 de mayo del 2022 nos dice: “La organización Americans for Tax Fairnes informo que 26 multimillonarios de Estados Unidos (EE. UU.) pagaron una tasa de Impuesto sobre la renta (ISR) de 4.8 por ciento en promedio, entre 2013 y 2018, a pesar de que su riqueza en conjunto creció 500, 000 millones de dólares en dicho periodo. Es decir, que las personas señaladas pagaron 24 mil millones de ISR”. La nota nos detalla: “Algunos de los nombres que aparecen en la lista y que pagaron menos del 2 por ciento de ISR en los cinco años analizados son Warren Buffett (0.1 por ciento), Jeff Bezoz (1.1 por ciento), Mark Zuckerberg (1.1 por ciento) Charles y David Koch (1.3 por ciento y 1.4 por ciento, respectivamente y Michael Bloomberg (1.8 por ciento) Elon Musk pagó una tasa de 2.1 por ciento y Bill Gates una de 10.7 por ciento”.
El empresario paga al obrero un salario mísero con el que éste adquiere los medios de vida necesarios para sobrevivir junto con su familia. Pero el trabajador tiene que pagar innumerables impuestos (IVA, ISR, IEPS, tenencia, predial, etc.) que caen como una pesada loza sobre sus espaldas. Una de las fuentes más importantes de que se sostiene el Estado para funcionar, para sostener a la burocracia, al ejército, para realizar obra pública, para atender la salud, educación, etc., son los impuestos, y éstos salen principalmente de los trabajadores que se cuentan por millones. Los gobiernos, que representan al modelo neoliberal, tratan de que la política fiscal no afecte a los dueños del dinero, que todo recaiga sobre las clases humildes, por ello siempre hablan de que se aumente la base gravable, en otras palabras, que sean más pobres los que tributen. ¿Y los ricos? A esos que no se les toque ni con un pétalo de rosa que se les condone impuestos, que estos sean los menos posibles.
En México las cosas no difieren, pues como nos informaron los medios de comunicación el empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño del grupo Elektra tiene aún a la fecha un adeudo desde hace más de 15 años de nada menos que de 2 mil 636 millones de pesos con el Servicio Tributario (SAT). ¿De qué privilegios ha gozado este empresario para no pagar sus impuestos? Del apoyo de unos y otros gobiernos, incluido este de la 4T que canta a los cuatro vientos que “primero los pobres”. Pura mentira y engaño para los trabajadores.
Se necesita que a los hombres que se quedan con la riqueza de producida por los trabajadores tengan tasas impositivas más altas. Que la riqueza regrese, vía impuestos, a los dueños del dinero, se aplique a mejorar las condiciones de vida de la población con obras públicas, con más atención a la salud, a la educación. Solo así podremos tener, en corto plazo, un México más justo y equitativo.
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