¿Qué festejarían, el presidente Andrés Manuel López Obrador, los titulares de salud, Jorge Alcocer Varela, Hugo López-Gatell, la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheimbaum y demás funcionarios del gobierno federal, con la iluminación color blanco de edificios gubernamentales y monumentos históricos, del 29 al 31 de octubre pasados? ¿Será como dicen, en agradecimiento a la ciudadanía, servidores públicos e instituciones que contribuyeron a que acabara el Plan Nacional de Vacunación contra el Covid-19?
Según las autoridades morenistas, entre los meses de febrero y octubre de este año se vacunó a la población mayor de 18 años y se logró que el 95% tuviera el esquema completo. Por ello, el Ángel de la Independencia, el Monumento a la Revolución, el Antiguo Palacio del Ayuntamiento y 10 edificios particulares de las asociaciones de la ADI y CMIC: la Torre BBVA, el hotel St Regís, La Torre Reforma, Torre Arcos Bosques, WTC, Estadio de los Diablos Rojos, Garden Santa Fe y Miyana fueron iluminados de color blanco.
Con el mismo motivo se realizaron eventos en entidades del sureste, norte y otras regiones del país en los que el gobierno federal anunció “meta cumplida” en la vacunación, con al menos una dosis tras aplicar más de 125 millones de biológicos a más de 74 millones de personas, con lo que se alcanzó una cobertura de 81% de los adultos.
López-Gatell, dijo que fue todo un “éxito en la misión” y dio por concluida esta etapa, tras hacer un reconocimiento a todas las instituciones públicas, fuerzas armadas, gobiernos estatales y municipales que participaron en el Operativo Correcaminos que desplegó a 304 mil 805 brigadistas para la distribución y aplicación de las vacunas anti-covid.
Al no interesarles la salud de la gente, desde el inicio de la campaña de inmunización, dijeron que según una Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) sólo el 62% de los mexicanos se vacunaría, 10% dudaban, y cerca de 28% decía rechazar el biológico. Sin embargo, posteriormente declararon: “llegamos ya al 83% y seguimos persuadiendo a las personas para que vayan a vacunarse, hay un éxito completo”.
¿Por fin, se ha vacunado al 100%, al 95% o al 83% de los mexicanos? Es claro que todo se reduce a una corriente campaña mediática morenista. Mientras el presidente, Sheimbaum y López-Gatell festejan la “meta cumplida” con bombo y platillo, la información de la página oficial de la Secretaría de Salud dice que hasta el 7 de noviembre se habían aplicado 128 millones de dosis a 74 millones personas, 62 millones de dosis completas que significan el 48.64% de personas vacunadas con dosis completas, es decir, menos de la mitad de la población mexicana.
¿Esa es la meta cumplida por la que tanto festejan? Lo mismo hacen con la información del número de muertos por Covid-19. Mientras la Secretaría de Salud federal reconoce 289 mil decesos, el Inegi reporta un 68.7 por ciento mayor de muertos; 445 mil personas. Mientras en el resto de los países del mundo, en el peor de los casos fallece un promedio de hasta dos personas de cada 100 infectadas, en México mueren en promedio 9.2 por cada 100, siendo el peor país del mundo por el número de muertos por esta enfermedad.
Finalmente, lo inaudito. En un gobierno que todos los días madruga a declarar gansadas, diciéndose de izquierda, anticorrupto, antineoliberal, sensible, humanista y a favor de los más pobres del país. México es el único país del mundo donde el gobierno se ampara ante la justicia para no vacunar a la población. Igual que como se ha negado a comprar medicamentos a niños con cáncer, personas con diabetes y demás enfermedades crónicas, se niega mediante amparo a vacunar a menores contra la covid-19, con el argumento de que no hay evidencia científica sobre el efecto de la vacuna en niños y adolescentes. ¿Qué saben estos señores de ciencia?
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