MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

México, sin inversión significativa para la investigación sísmica

image

A la historia sismológica reciente de nuestro país se le suma un nuevo temblor de escala significativa, que coincide con dos sismos anteriores que han impactado a nuestro país los días 19 de septiembre, en una fecha que ha quedado en la memoria de los mexicanos y que para  muchos representa la supuesta temporada de sismos.

De acuerdo con estudios geográficos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) la recurrencia de temblores se debe a que en el territorio mexicano hay la coincidencia de límites de placas tectónicas, específicamente a lo largo de las costas del Pacífico mexicano, en donde se encuentran las placas Norteamericana, Rivera, del Pacífico, Cocos y de Caribe, lo que hace que la superficie de nuestro país sea propensa a los sismos. La maestra en Geografía por UNAM, Mercedes Sánchez, explicó en la mesa de análisis “Lo marginal en el centro, una de las principales causas de que tiemble en México: “la localización geográfica es una determinante total para que podamos tener este tipo de fenómenos. Recordemos que la tierra es dinámica y que los sismos no solamente ocurren por el movimiento de placas tectónicas, sino también por fallas o fracturas dentro del territorio o con otros motivos que no tienen nada que ver con la dinámica de la tierra, pero si definitivamente la localización sería el principal elemento a tomar en cuenta para la ocurrencia de temblores”.
En nuestro país tiembla constantemente y los expertos en Física aseguran que las escalas Richter varían, pues cada diez años hay temblores de 7.5 de magnitud, los de 6.5 grados ocurren cada cinco o cuatro años y así sucesivamente, es por ello que siempre está temblando en el territorio azteca. Estados como Colima, Michoacán, Guerrero, Veracruz y Chiapas son zonas donde se presentan eventos sísmicos de alto riesgo y a su vez son las entidades en donde se han generado los epicentros. 

En los últimos meses se ha extendido el pensamiento supersticioso sobre los sismos ocurridos en septiembre, dejando en segundo plano las argumentos científicos, lo que ha preocupado a la población, como coloquialmente se dice “con el Jesús en la boca”, pues están a la expectativa de cuándo y cómo los agarre el temblor e, incluso, entrar en pánico cuando suena la alerta sísmica. Aunado a eso, la mayoría de los mexicanos no tiene una vivienda de calidad que pueda soportar sismos de gran magnitud y, lo que es más preocupante, no hay algún plan o alguna estrategia política proveniente del Gobierno federal en turno para que se pueda invertir en el desarrollo de tecnologías que contribuyan a la investigación de la ciencia sismológica para conocer cada vez más estos fenómenos, al mismo tiempo que se invierte en la construcción de mejores viviendas. Así lo explicó el doctor en Matemáticas, Romeo Pérez: “no se implementa una política real para desarrollar la investigación en concreto en el estudio de los sismos, pues la inversión en ciencia, tecnología e innovación en nuestro país es de apenas 0.38 por ciento del PIB, cuando por ley la inversión debería ser de por lo menos uno por ciento. En  en México no se está implementando una política real para salvar la vida de los mexicanos”.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más