Diego Valadés Ríos, académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, alertó que “México está al borde de un periodo de orfandad constitucional”, refiriéndose a la aprobación por parte de la cámara de diputados la extensión del mandato del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar. También mencionó que es “una vulneración deliberada de la Constitución por parte de un órgano legislativo”, pues choca directamente lo que se aprobó con el artículo 97 de la constitución el cual nos habla de que el periodo de presidente de la corte es de cuatro años.
El Senado de la República, el dictamen de la minuta se aprobó en San Lázaro, en lo general y en lo particular, con 262 votos a favor, 182 en contra y 7 abstenciones. Los diputados avalaron el Artículo Décimo Tercero Transitorio que faculta al actual ministro Zaldívar continuar por dos años más en el cargo de presidente de la Suprema Corte. Este artículo se establece que con el fin de implementar la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación, la persona que a su entrada en vigor ocupe la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal durará en ese encargo hasta el 30 de noviembre de 2024.
Se está claramente actuando con arbitrariedad, pues cuando entramos en una coyuntura donde el legislador puede cambiar las leyes establecidas en la Constitución sin respetar el principio general de esto, a su vez el país se encuentra en una orfandad constitucional, pues esta ya no representa la Carta Magna de donde deben emanar las decisiones legislativas, pues cabe mencionar que la Constitución mexicana es de las más reformadas en todo el mundo, simplemente en el pasado sexenio de Enrique Peña Nieto se hicieron 155 cambios al texto constitucional.
Al parecer el actual presidente, Andrés Manuel López Obrador, no pretende respetar la Constitución y sus principios como la autonomía de dichas instituciones que al no favorecerle las decisiones que tomen instituciones autónomas o juristas calificados, arremeterá contra ellos, queriendo hacer y deshacer, pretendiendo que es la única división de poder que importa, la ejecutiva como vemos con su guerra primeramente con la suspensión de la reforma eléctrica que no respetaba algunos principios y artículos de la Constitución; de igual forma con su lucha con el Instituto Nacional Electoral (INE) por simplemente llevar el debido proceso que no favorece al partido del presidente en cuanto a los actos que ha hecho. Lo hemos visto en sus mañaneras insultando tanto a los juristas, a las instituciones y cualquier poder que no haga lo que quiere.
A este punto podemos observar que es acertada la definición de Diego Valdés acerca de la coyuntura del país, calificando como una orfandad constitucional, si ya se puede prolongar el tiempo de ser presidente de la Corte, si puedes presentar una reforma llena de contradicciones constitucionales, ¿cuál es el respeto de nuestra Carta Magna?
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