México es uno de los 10 países a nivel mundial que ha presentado grandes pérdidas derivadas de los fenómenos naturales. Cada año en México, los desastres naturales provocan en promedio la pérdida de 700 millones de dólares y 100 vidas humanas, de acuerdo con datos del Cetro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
El Fonden era un instrumento financiero, dentro del Sistema Nacional de Protección Civil, del que salían los recursos para enfrentar emergencias que, al ser consecuencia de los efectos de la naturaleza, no se pueden presupuestar.
Con el Fonden se activaban recursos económicos en las entidades afectadas por ciclones, huracanes, sismos y cualquier fenómeno natural, y se podían acceder a los recursos al poco tiempo de haber sido afectadas.
El dinero, que provenía de todos los mexicanos, servía para tener recursos inmediatos para la reparación de infraestructura y de los bienes de las personas afectadas por desastres naturales. Los recursos los manejaba el gobierno federal a través de la Secretaría de Hacienda y de Gobernación.
Pues bien, en 2020 el presidente de la república por vez primera se pronunció a favor de desaparecerlo luego de que la diputada Dolores Padierna y el grupo parlamentario de Morena, lo propusieran. El argumento del apoyo a su desaparición, según el presidente, es que el recurso del Fonden que contaba con tres mil 800 millones de pesos y que quedó en el dictamen que propone su total extinción, era la “caja chica” de muchos gobiernos. Lo real es que hoy se necesita más que nunca.
Así lo demuestran los remanentes de Grace, que azotó a México como un huracán de categoría 3, el cual llevo a inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra a la parte central del país, según datos del Centro Nacional de Huracanes (NHC).
El estado más afectado por Grace, hasta hoy es Veracruz, pues se sabe que hay 62 municipios afectados de los 212 con los que cuenta la entidad. Los daños van desde deslaves, derrumbes, cortes de luz y agua, así como la pérdida total de pertenencias que se llevó la corriente de miles de familias. Eso, además de las irreparables pérdidas como los son los decesos cuyas muertes trágicas han conmocionado a todos.
Ante esto, también se pronunció el presidente e hizo un llamado a la población veracruzana a tener confianza en que su gobierno atenderá todas las afectaciones generadas por las intensas lluvias de Grace, prometió habrá entrega de apoyos, posterior a un censo que se está realizando para saber con precisión los daños totales y señaló también que no habrá corrupción en la entrega de los mismos.
Aquí quisiera hacer un paréntesis, pues algo similar dijo cuando las inundaciones de Tabasco y a casi un año del suceso los tabasqueños siguen esperando que se cumpla su promesa.
“Tengan confianza, que van a ser atendidos, no se dejen manipular. En estos tiempos desgraciadamente hay mucho vividor, así era la costumbre de antes, que había un fenómeno natural que afectaba, temblor, huracanes, y se repartían a diestra y siniestra”, dijo el mandatario.
Más parece que al presidente le importa hacerse propaganda, claramente se ve su doble intensión, pues reitera en sus discursos que los apoyos que aún no llegan, se distribuirán, casa por casa, mediante la Marina y la Defensa Nacional, no a través de intermediarios, dirigentes ni organizaciones.
Si bien, el gobierno no es el causante de los desastres naturales, sí es el responsable de salvaguardar la vida de los mexicanos, proveer en este caso a los veracruzanos, tabasqueños y todos los mexicanos afectados, para que, ante estos sucesos lamentables, contemos con un amparo económico real.
En este contexto, cabe señalar entonces que la supresión del Fonden es una política totalmente errada que ha enarbolado la 4T, de la cual, millones de mexicanos estamos pagando las consecuencias.
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