MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los santitos de AMLO

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Varios gobernadores y presidentes municipales de México se han plegado a la política que desde la presidencia ha impuesto Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Las razones que los han orillado a esa decisión son varias; primero que con tal de llegar a los puestos públicos a los que aspiran se despojan de sus antiguos ropajes, así es como muchos que antes se identificaban como petistas, verdes, priistas o panistas, llegado el momento de las campañas electorales, no han dudado en cambiarse las prendas por las de Morena donde se sienten santificados y cubiertos por un manto protector, y se arrodillan a las órdenes de la autodenominada Cuarta Transformación. 

Ahora, esos gobernadores y alcaldes están de acuerdo con el recorte a los presupuestos y a que todo el dinero público que sea posible se destine a los programas sociales, así como al financiamiento de las obras del centro sur del país, específicamente al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), al Tren Maya, a la Refinería Dos Bocas. 

Lo anterior asfixia a las gubernaturas y ayuntamientos que no tienen para pagar servicios públicos tan elementales como la energía eléctrica que abastece a los pozos que surten de agua potable a las comunidades, y menos para cumplir las obligaciones básicas con los pobladores; si eso ocurre, entonces no se justifica su existencia como autoridades.  

A pesar de la realidad que alcanza a gobernadores, a los presidentes municipales y al total de los funcionarios de cualquier nivel administrativo público, a muchos de ellos se les ve conformes y hasta contentos con las decisiones de López Obrador, en su caso, están resignados ante su proceder que no tiene intención de cambiar la razón de ser de su gobierno con la supuesta lucha contra la corrupción.

Cobijado con esta bandera AMLO se dedica a perseguir, calumniar y a dividir al pueblo de México, que en su mayoría no se inmuta ante la evidente y sistemática violación de la ley, que soporta sus errores y hasta aplaude sus excesos cuando señala a los corruptos que merecen el desprecio público, la cárcel y hasta la muerte. Y esto último, aunque parezca un disparate, no lo es, porque con las declaraciones públicas que hace el presidente algunos de sus seguidores interpretan que tienen licencia, el aval del mandatario para actuar en contra de quien él señala desde los micrófonos de la presidencia de México.

El estilo que López Obrador ha puesto de moda ha sido imitado en varios puntos de la geografía nacional por parte de gobernantes de todos los partidos políticos que aplican las fórmulas del tabasqueño diseminando, por tanto, los mismos vicios del primer morenista.

Vemos a Miguel Barbosa Huerta, en Puebla; al priista Omar Fayad, en Hidalgo; o a David Monreal, en Zacatecas; este último emula gestos, ademanes, el tono pausado y claro, también los ataques a quienes evidencian los excesos y deformaciones, en un estado que ha sido señalado a nivel nacional e internacional por la delincuencia que a diario se vive.

La seguridad pública ha provocado la huida de unas 30 mil personas de sus comunidades en municipios como Jerez, Valparaíso y Fresnillo, los desplazados se han asentado en las cabeceras municipales, pero estas últimas no están exentas de los acontecimientos del crimen, por lo que de aquí ya no hay para donde correr.

Este problema ha sido recogido por comunicadores y medios informativos que no pueden, ni deben quedarse callados ante los actos de violencia que suceden día a día en Zacatecas, estos lamentables hechos ya no pueden ocultarse porque ya trascendieron los límites y fronteras.

A pesar de ello, el gobernador acusó que los periodistas son “promotores de las organizaciones criminales”, por informar y difundir las escenas de violencia producto de la disputa de los grupos del crimen organizado en la entidad, sin que se haya retractado hasta el momento.

“Ellos, ahora, sí que son un crimen organizado y hacen sus escenas, hacen sus estrategias, como los videos que difunden, que promueven, que en el fondo luego tienen la intención, y lo logran, de intimidar a la sociedad”, dijo textualmente.

¡Cuanto parecido hay entre AMLO y Monreal!, quienes ante la incapacidad de resolver temas tan complejos acusan a los fantasmas del pasado, a los enemigos del progreso, o a los periodistas, por informar un tema que es de interés público.

La acusación provocó reacciones inmediatas en el gremio de periodistas, al considerarlas muy serias y al no presentar prueba alguna de sus dichos, pero esto en nada abona en la búsqueda de la anhelada paz, puesto que la nueva gobernanza también se está peleando con todos y polarizando la relación gobierno-sociedad. 

Esto no es nuevo, así lo hace el mandatario mexicano que busca su ratificación el próximo fin de semana cuando en Zacatecas el 58 por ciento de los ciudadanos no sienten ninguna simpatía por sus mañas y hasta ahora resisten los errores del gobernador.

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