MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los niños, víctimas del neoliberalismo y de la 4T

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La pobreza en que se halla sumida la mayoría de las familias mexicanas, como sabemos, es consecuencia del modelo económico que rige nuestro país, que basa su desarrollo en la máxima ganancia y en la acumulación y concentración de la riqueza generada por toda la masa de trabajadores, en un número muy reducido de familias, algunas mexicanas y otras extranjeras; es decir, la riqueza que se produce no se reparte, se concentra en unos cuantos propietarios, en unas cuantas manos; la pobreza pues deriva de un problema estructural, de cómo está organizada la producción y su propiedad y de cómo está organizado el propio Estado, con sus organismos y leyes para resguardar y garantizar dicho funcionamiento. Vistas así las cosas, no podemos decir, obviamente, que el origen de la pobreza y de todas sus secuelas, es responsabilidad exclusiva del actual gobierno que encabeza López Obrador. No, ese no es su pecado. Su responsabilidad y sus grandes pecados son otros, entre ellos tratar de engañar a los mexicanos, diciéndoles, entre otras cosas, que el neoliberismo en México ya no existe, porque él decretó su extinción; impidiendo la participación del pueblo en la política mexicana en busca de una verdadera transformación del país en beneficio de las mayorías; engañando con un discurso donde, según él, son “primeros los pobres”, pero haciendo todo lo contrario y en beneficio de un grupo de ricos, amigos y parientes que se han llenado los bolsillos, peor que los corruptos del pasado; engaña hablando de democracia cuando hace todo lo posible para lograr convertirse en un dictador, etc.   

Y, una de las consecuencias de su política errada, de su necedad y de seguir gobernando para la élite neoliberal, son las niñas y niños mexicanos, que hoy llegan, como en otros tiempos,  a este 30 de abril sin nada que celebrar y en medio de una de las peores crisis y abandono gubernamental que ponen en riesgo su vida y la totalidad de sus derechos, como lo demuestran las cifras oficiales: “la pobreza infantil llegó al 54.3% y afecta a 5.9 millones de menores de 14 años”, y hasta 20 millones si aumentamos el rango de edad hasta los 17 años, datos que reflejan un aumento respecto del primer semestre del 2020 (Indec, 30 de septiembre 2021). “…En el país, 20 millones de niños viven en condiciones de pobreza, 3.3 millones tienen que trabajar y 4.5 millones dejaron la escuela a causa del coronavirus, pandemia que ha acentuado la violación de sus derechos humanos” (Expansión Política, 30 de abril 2021).

Además de sumir en más pobreza a un número mayor de infantes, el gobierno de López Obrador, ha violentado sus derechos quitándoles las guarderías infantiles, desapareciendo los programas de ayuda a la niñez y reduciéndoles el presupuesto: […]“En los últimos años, el presupuesto público total para la niñez ha tenido un decremento anual del 3.5%, al pasar de 797,722 millones de pesos en el año 2018 a 791,684 millones de pesos en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2021”. Asimismo, ha permitido que mueran miles de niños al negarles las vacunas contra el Covid-19, como lo señala la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim): “…  en México más de mil menores han muerto por el Coronavirus [...] hasta el pasado 30 de enero, la propia Secretaría de Salud ha reportado 295 mil 233 contagios, 12 mil 977 hospitalizaciones, 971 intubaciones y mil 88 defunciones en el rango de edad de 0 a 17 años debido al Covid-19”. En un comunicado firmado por más de una decena de organizaciones, encabezadas la Redim, recordaron que la vacuna Pfizer-BioNTech fue aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y los organismos reguladores de Estados Unidos (FDA/CDC) para aplicación de dos dosis (de 5 a 11 años de edad) y tres dosis (de 12 a 17 años de edad). Y en México el gobierno de López Obrador no quiere invertir en vacunas para nuestros niños y niñas; mejor lo hace en sus elefantes blancos: el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, antes que en la vida de los niños mexicanos; no olvidemos, además, a los 131 mil 325 niñas y niños que quedaron huérfanos con la pérdida de sus padres, víctimas de covid.

Igual política mortal se ha aplicado a los niños con cáncer: “el desabasto de medicamentos oncológicos ha provocado la muerte de 1,600 niños en México y ha perjudicado a los más de 19,000 pacientes infantiles que se atienden en hospitales públicos […] el problema de desabasto en estos fármacos comenzó a finales de 2018 y se ha agudizado”. Y, las acciones gubernamentales para darles seguridad y librarlos de la violencia también han estado ausentes en este gobierno de la 4T: La organización Save the children (salvemos a los niños) informó que en 2020 fueron asesinados unos 2,000 niños y adolescentes y, de acuerdo a la Redim, 14 menores son reportados como desaparecidos cada día. 

Uno de cada dos niños y adolescentes viven en pobreza, cuando la educación no se valora, y, al contrario, se hace un remedo de ella; cuando no hay vacunas, medicamentos, etc., para su atención ¿No cree usted, amable lector, que los adultos debemos ponernos en pie y en acción para detener tanto atropello y luchar por una sociedad más justa y equitativa? Nuestros hijos lo necesitan, y lo merecen, y también México.

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