El 15 de febrero está establecido como el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer Infantil (CCI, por sus siglas en inglés). Desde el año 2002, esta red está constituida por 177 organizaciones de padres de niños con cáncer en 90 países de cinco continentes.
No bastará solo alzar la voz, no bastará solo salir a las calles; está quedando claro que a la 4T no le interesa la vida.
Para nadie en el país es desconocida “la lucha contra la corrupción” iniciada por López Obrador y secundada por la actual presidenta Claudia Sheinbaum. Pues en esa tan cacareada lucha hemos visto que se han afectado seriamente sectores tan importantes como la salud, que también fue anunciada con bombos y platillos como algo al nivel de los países nórdicos, como Dinamarca. Seis años pasaron sin que llegáramos a ser Dinamarca ni que se haya terminado la corrupción. Lo que sí vimos fueron escenarios que antes no habríamos imaginado.
Quiero referirme a la lucha contra el cáncer, de manera particular al cáncer infantil.
En este sentido, diversas organizaciones, entre ellas El Movimiento Nacional por la Salud Papás de Niñas y Niños con Cáncer y Cero Desabasto, concluyeron que durante el 2024 y hasta el mes de noviembre hubo 4 mil fallecimientos de niños que no debieron morir. Esto, en resumidas cuentas, es un crimen que el Estado está cometiendo.
México registra 7 mil nuevos casos de cáncer, y es la primera causa de muerte en pacientes de entre 5 y 14 años. Principalmente, la mayoría de los casos se detectan en etapas avanzadas, lo cual pone en mayor riesgo al paciente.
Por ello, los recortes al sector salud y el desabasto de medicinas están provocando la muerte de seres inocentes que, en otras circunstancias de atención médica, pudieron haberse salvado.
El acceso a la salud es un derecho que todos tenemos. En el gobierno morenista se ha violado este derecho humano, atentando contra la vida de todos, pero los niños se ven severamente afectados cuando el gobierno prioriza cuestiones políticas sobre la vida de los seres humanos.
El desabasto de medicamentos y quimioterapias que sigue sucediendo en el país provoca la falta de dexametasona, citarabina, deferasirox y trimetoprima. Además, la precaria situación económica de las familias convierte en un calvario el peregrinar de los pacientes.
Enrique Martínez, director del Instituto Farmacéutico de México, ha alertado sobre la falta de 400 millones de piezas de medicamentos, dispositivos e insumos médicos para el IMSS, Issste Bienestar y otras 21 instituciones de salud. Esto pone en peligro la vida del pueblo.
Los mexicanos no podemos permanecer inmóviles e insensibles ante un problema que atañe directamente a nuestra salud. No es justo que los niños paguen con su vida por las decisiones políticas de un gobierno que ha mostrado todos los días su insensibilidad ante las peticiones y exigencias de los padres de familia, que, ante la desesperación, se manifiestan pacíficamente solicitando los medicamentos necesarios. Los mexicanos debemos sentir en carne propia y exigir todos juntos el acceso a la salud.
No bastará solo alzar la voz, no bastará solo salir a las calles. Está quedando claro que a la 4T no le interesa la vida. Luchemos juntos y busquemos también, juntos y organizados, un mejor gobierno, más sensible y humanista.
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