En Morelos nos encaminamos hacia el último año del actual Gobierno de Cuauhtémoc Blanco, el cual, se ha caracterizado por no escuchar, no atender, no voltear a ver los verdaderos problemas de la sociedad; no en balde fue calificado como el peor gobernador del país.
Esa actitud ha empeorado la situación de pobreza y de todos los indicadores sociales de bienestar del pueblo trabajador: hay más inseguridad, Morelos es uno de los Estados más violentos, hay falta de servicios de salud, educación, falta de vivienda, de agua potable, luz electrificación, drenaje, apoyos al campo, entre otros.
Honestamente, no se ve un panorama político de que en este año las cosas vayan a cambiar sino todo lo contrario; hay datos que anuncian que la pobreza en Morelos al igual que en todo el país va en aumento.
De un millón 971 mil 520 habitantes que tiene el estado de Morelos, un millón 6 mil 700 personas son pobres, de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). Este mismo organismo indica que el primer semestre del año Morelos redujo la pobreza laboral en un 4 % con respecto de 2022; sin embargo, también señala que aún cerca del 50 % de la población no puede adquirir la canasta básica porque se encuentra dentro del esquema de pobreza laboral que coloca a la entidad en focos rojos.
La canasta básica en el país promedia un costo de entre mil 600 y mil 700; el salario promedio de los morelenses es de 6 mil 200 pesos al mes, es decir, alrededor de 207 pesos diarios, no alcanza para comer.
El panorama de los morelenses se nota oscuro; por ello, recientemente, el Movimiento Antorchista entregó de nueva cuenta su pliego petitorio 2024, donde se enarbolan las demandas más sentidas de los pueblos y colonias. Son demandas de carácter educativo, obra pública, apoyo al campo, apoyo al deporte y a la cultura que el pueblo organizado recoge de cada una de sus comunidades y las ha venido presentando año con año ante los gobiernos.
Desafortunadamente, el actual pliego petitorio no cambia de los anteriores; es casi el mismo, debido a que durante 5 años de gobierno que encabeza Cuauhtémoc Blanco, ni una sola demanda, ni la más mínima, ha sido resuelta.
Debe quedar asentado ante la opinión pública que nuestra organización es una organización seria y responsable, y todas las peticiones que se realizan están sustentadas, debidamente requisitadas y se hacen en tiempo y forma. Nuestro pliego petitorio responde únicamente al genuino interés de que el pueblo humilde en Morelos tenga resueltas sus necesidades, para que tenga una vida digna y decorosa, por tanto, ateniéndonos al Artículo 8 de nuestra Constitución Política, que ampara el derecho de petición, los antorchistas solicitamos que sea atendido el pliego petitorio entregado.
Cabe mencionar que con los anteriores gobiernos, llevar pliegos petitorios a las autoridades en turno tenía algún sentido: no resolvía nuestros problemas de pobreza, pero cuando menos algo de lo solicitado; sobre todo en obras, apoyo al campo y a la educación. Ahora no hay nada de eso; ahora dicen en todo momento que no hay recurso, que hay prioridades y, ustedes juzgaran qué es prioritario para el actual gobierno, pero lo que nos ha quedado claro es que gobernar para el pueblo no es prioridad.
La política federal de Morena que proliferó en todo el país fue quitar todos los programas sociales, argumentando que había corrupción, moches; desaparecieron el Fonden y los fideicomisos de artes, cultura, justicia, etcétera. Han recortado el apoyo al campo, a la salud, a la educación, a cambio de ayudas de dinero en efectivo; mecanismo que utiliza López Obrador para anestesiar al pueblo, para dormirlo, comprar votos y que se siga manteniendo en el poder sin hacer un cambio verdadero en el país.
Con las “ayudas” del Peje no se puede construir la infraestructura que requieren las colonias y comunidades, ni pagar la salud ni pavimentar calles ni poner agua o drenaje, por lo tanto, mientras siga existiendo ineficacia gubernamental, el pueblo está obligado a organizarse y seguir luchando para arrancar lo que al pueblo le corresponde por derecho. Este debe seguir plasmando sus necesidades en los pliegos petitorios para recordar al Gobierno que existe un pueblo que merece vivir bien y dignamente.
Las luchas por los pliegos petitorios llaman al pueblo no organizado que sufre también las injusticias del actual gobierno a organizarse y a luchar como uno solo por las demandas y por un cambio verdadero en el país. Por ello, no nos cansaremos de luchar: mientras exista injusticia social, Antorcha seguirá luchando.
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