MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los jolos: la danza que nunca se debe olvidar

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La primera vez que los vi zapatear, gritar y bailotear, era indudable que se trataba de la danza de los Jolos; ahora ya no se baila tanto, la mayoría de los pobladores de la comunidad, quienes en su infancia lo hicieron, ahora ya están viejos o han emigrado al otro lado, a otros pocos no les interesa mucho, salvo a algunos de los viejos danzantes, músicos y pobladores entusiastas del municipio como don Carlos Vidals. 

Pero recordemos las palabras del Maestro Aquiles Córdova Morán, líder del Movimiento Antorchista Nacional, pronunciadas hace un par de años: “la danza de los Jolos es una de las riquezas culturales del municipio de Tecomatlán que debe seguir conservándose”, y es por eso que escribo este relato.

Se sabe que la danza tiene una historia muy antigua. Dicen que como hacía mucho frío en los meses de enero a marzo, a los viejitos les dolían los huesos y las rodillas, por eso salían a bailar para festejar. No sabemos con exactitud cuándo comenzó a bailarse la danza de los Jolos en Tecomatlán, pues no existen registros al respecto y los pobladores del lugar sólo saben que se baila desde hace mucho tiempo. ¿Sabías tú que la danza de los Jolos es una danza tradicional de nuestro municipio? Los Jolos significa el baile de los viejos y marca el inicio de la cuaresma.
La danza se realizaba en febrero, iniciaban a bailar el miércoles de ceniza, desde 1902 o unos años atrás, antes de la Semana Santa, había personas que les pedían que fueran a sus casas a bailar frente a sus casas y no había límite de tiempo. Es una danza tradicional de la Mixteca Baja poblana, se interpreta en los días de carnaval principalmente en Tecomatlán, Progreso, Piaxtla, Chinantla, Ilamacingo, por mencionar a algunos. Originalmente, Progreso pertenecía a Tecomatlán, hoy en día hay muchas variantes de la danza donde figuran los Jolos de Ilamacingo, los Jolos de Tecomatlán y los Jolos de Progreso.

Al ritmo de instrumentos antiguos de cuerda, cientos de familias esperan el recorrido con que inicia la tradicional danza, pues es el comienzo de la feria del pueblo, conocida en la región como Jo’lo, la cual inicia el lunes y culmina al amanecer del miércoles de ceniza. Gracias a la feria anual sigue la lealtad a las tradiciones, la paciencia de los viejos por enseñar, el respeto y dedicación a la danza, que orgullosos aún bailan y otros también ven bailar a sus hijos.

En la comunidad se celebra el carnaval al inicio de feria, se baila un día antes del Miércoles de Ceniza; antiguamente la danza se bailaba desde una semana antes, hasta el martes previo al miércoles. La danza de los Jolos es una danza de carnaval, el uso de la máscara permite la transformación y actitud de los danzantes. Los Jolos son personajes que suelen brincar, gritar, jugar, realizar movimientos y acciones sorpresivas y chuscas para asustar a la gente. 

La danza era ejecutada únicamente por hombres y los personajes que intervenían en la danza eran El Jolo mayor o viejo, se encarga de dirigir los ensayos, enseñar la danza y vigilar el orden dentro de la misma, generalmente era el danzante de más edad, antiguamente existían dos Jolos mayores, que no permitían el desorden o la desobediencia de los danzantes durante la ejecución de la danza en la festividad; los Jolos, los demás danzantes, que en algunos momentos de la danza hacían las veces de hijos del jolo mayor y las jolas, danzantes varones vestidos de mujeres y hacían las veces de hijas del Jolo mayor y ahora se integran también niños que son los jolos pequeños, entre otros personajes característicos de la danza. 

Entre los instrumentos musicales que se utilizan para acompañar la danza están el violín y la guitarra, aunque originalmente en lugar de la guitarra se utilizaba el bajo sexto. Los sones que los músicos y los danzantes recuerdan son la Malagueña, la Petenera, los Panaderos, La Indita, el Fandanguito, La Jota española, La Liebre, El Pulque, El Toro, La Iguana, El Apareado, El Palomo y la paloma, El Malcriado, El Macho y El Zapateado. En muchos de ellos los Jolos decían versos improvisados a la concurrencia, con la finalidad de hacerlos reír o halagar a alguna mujer, en otros imitaban animales o actuaban lo que los músicos cantaban.

La danza comenzaba con la entrada o primeras danzas, que eran los sones de la Malagueña y la Petenera. El orden de los sones que siguen a las primeras danzas era indistinto, y el Jolo mayor indicaba cuál era el siguiente son en bailarse. Duraba aproximadamente tres horas con descansos y los Jolos recorrían las calles empedradas y de terracería bailando durante varios días, visitando casas por encargo y en la plaza del pueblo. Realmente una tradición muy bonita que se perdió en tiempo y que ahora se está rescatando.

En cada festividad del miércoles de ceniza no podía faltar esta danza con el baile de la iguana donde un Jolo se trepaba en un árbol o simplemente en el suelo imitaba los movimientos de este reptil. Imposible olvidar en estos eventos a don Anselmo Hernández tocando la guitarra, en el violín, al señor Nilo y Lalo Hernández, a don Procopio Guzmán, don Ambrosio Jiménez y a don Heladio (q e.p.d.) vestidos de Jolo. Los más viejos de aquí recuerdan el baile de la iguana y bailando los chichos toro a don José y a don Celestino Hernández, al Jolo mayor Miguel Hernández y a Augusto Gil.

Los Jolos de Tecomatlán bailarán en todas las calles de municipio y en el lugar que se presenten, divertirán a niños, jóvenes y a adultos con sus bailes, con sus representaciones nos harán pasar momentos muy agradables a quienes los veamos. Danzarán al ritmo de los sones, están listos para recorrer las callejuelas y visitar las casas ahora que inicia nuestra feria 2024, Adrián Aguilar Hernández, joven tecomateco, que es quien los dirige, no pierde la emoción de seguir siendo parte de las tradiciones del pueblo.

En el municipio de Tecomatlán, Tonatiuh Reyes Hernández es un joven que vive en el sector tres que le dicen el “Calvario”. Hoy se levantó temprano para alistarse porque lo invitaron a la grabación de un documental de los Jolos. Tonatiuh está animado, ya extrañaba recorrer las calles y asustar a los niños con su chirrión.

Tonatiuh camina rumbo a la grabación, se encontrará un grupo de once personas, tiene sentimientos contrariados, alegría y nerviosismo, pero a la vez un gusto participar en este video que hablará de los Jolos. Tonatiuh aprovechará al máximo bailar, aunque sea por cuatro, ocho horas o más deleitándose por las calles. 

Al final cada grupo, todo mediante diálogos improvisados, frases, algarabía, hará reír a los presentes. La danza termina con la muerte del Jolo Mayor el miércoles de ceniza, que es la parte favorita de Tonatiuh. Finalmente, el Jolo mayor agoniza, no sin antes ser confesado y después de heredar a sus hijos, que eran todos los Jolos y las Jolas participantes Tonatiuh ha comenzado a cambiarse sus ropas de manta, chamarra, sombrero tipo norteño, se cubre su cabeza con una toalla y se coloca su máscara que debe representar la fealdad… suena la música de la guitarra, el violín y al sonido del chirrión (látigo) lanza su grito uuaagu…
 

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