MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

López Obrador, mentira tras mentira 

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Para los griegos de la antigüedad, Alétheia, era la diosa de la verdad, y Ápate lo era de la mentira, la verdad y la mentira se contraponen de manera constante, escenifican una lucha desde el inicio de la historia del hombre pensante y parlante, donde la luz y la claridad de la verdad, intenta ser opacada por la penumbra de la mentira. Los filósofos de todos los tiempos, le han dedicado gran parte de su vida a tratar de analizar sus orígenes, causas, consecuencias y han fijado una postura al respecto. Para Sócrates, la verdad es inalcanzable, se tiene que buscar de manera constante, mientras que la mentira es inaceptable salvo dos excepciones, si se miente al enemigo, o si la misma sirve para ayudar a un amigo o cercano. Para Platón, la verdad es la felicidad derivada de la virtud y sólo los sabios la conocen, sin embargo, justifica la mentira como una herramienta útil en el ejercicio del buen gobierno. Aristóteles es más lapidario, la ligereza la vanidad y la fanfarronería son características intrínsecas del hombre mentiroso, mientras la verdad es propia de seres con honor y merecedores de estimación. Para la religión judeo-cristiana, la mentira es un pecado y aparece como tal en el decálogo que le fue entregado a Moisés en el monte Sinaí, mientras que la verdad es uno de los caminos para llegar a Dios. Erasmo de Rotterdam dice que la mentira emerge de la hipocresía y forma parte de los grandes males (Elogio de la Locura) y señala a la verdad y a la sinceridad, como la clave de todo bien (La Daga de Cristo). Para Tomás Moro, la verdad es un principio de civilidad y la mentira es señal de corrupción (Utopía) así, él defiende a la verdad con la vida y, muere por no aceptar ser parte de la mentira. Martín Lutero mira con desprecio a la mentira y la liga a los hombres impropios, mientras que la verdad es el resultado de una lucha constante contra el oscurantismo. Para Emanuel Kant, la mentira es una inmoralidad, mientras que el hombre veraz, responde al razonamiento. 

La verdad como tal es una propuesta que se ciñe a la realidad, ya sea para describir hechos o pensamientos, el hombre que habla con la verdad posee valores intrínsecos que generan confianza y dan certidumbre a sus dichos, crea un entorno amable y confiable, pues se sujeta a una realidad inapelable. Mientras que la mentira es la posición de un individuo contraria a la verdad de manera consciente, buscando ocultar la realidad, distorsionándola de tal manera, que los demás vivan en el engaño. El que vive desinformado, carente de conocimiento y emite una opinión corre el riesgo de caer en falsedades, que, si bien no se puede considerar mentiras, si son producto de la desinformación, la necedad y la torpeza. 

El día de hoy, tenemos un mandatario que retoza con gusto y placer en la mentira, la ha hecho suya, vive y convive con ella y es una de sus herramientas principales para distorsionar la verdad para sus fines. Según un estudio de la organización “Signos Vitales”, y que lleva por título “El valor de la verdad, a un tercio del sexenio” López Obrador, miente un promedio de 80 veces en cada una de sus mañaneras y, añade que “la pérdida del valor de la verdad, el uso frecuente y sin recato de mentiras, medias verdades y datos no verificables, son la característica del gobierno actual” (sic). Añade que, en sus 589 conferencias de prensa hasta el día 13/04/21, Amlo ha mentido más de 48,000 veces y con ello, ha duplicado el número de mentiras de Donald Trump en sus cuatro años de gobierno. López Obrador se presenta a sí mismo, como un hombre “ético” ya que, según él, en su discurso cargado de una moral intachable, su gobierno y su persona se basan en la verdad. “No robar, no mentir y no traicionar” fue su lema de campaña, así como en su discurso en Tabasco (12/19) cuando afirmó que “la mentira es el demonio, la verdad es revolucionaria, la verdad es cristiana”, muestran a un indolente capaz de mentirle de cara al pueblo. 

Es cierto que casi todos los políticos mienten, que buscando el voto popular deforman la realidad, o bien que exageran en sus promesas de campaña, sabedores de que son imposibles de cumplir, que calumnian a sus adversarios, inventándoles mil y un falsedades con la finalidad de bajarlo de la contienda, pero, después de esta acción, se dan la mano y se ponen a trabajar cada uno en lo suyo, pero López Obrador ha llevado esta práctica a la vida diaria, ha denostado lo mismo a sirios que a troyanos. 

De las mentiras más “famosas” del presidente de la 4T, podemos y debemos destacar las siguientes: Me robaron la presidencia dos veces. No protejo delincuentes, cuando todos sabemos de las actitudes delincuenciales de Pío López Obrador, de Felipa, Ackerman, Bartlett y demás apocalípticos de la 4T. Se acabó el neoliberalismo, vamos a rifar el avión presidencial, ya se rifó el avión presidencial, tendremos en Santa Lucía, un aeropuerto de primer mundo; vamos a bajar el precio de la gasolina, el gas y la luz; México tendrá un sistema de salud como el de Dinamarca, ya domamos la pandemia, compramos las vacunas con tiempo, primero los pobres, la economía se está recuperando. Y cientos de mentiras más, que por falta de espacio y no de ganas, es imposible seguir enumerando.

Una mentira repetida mil veces, es eso, una mentira repetida mil veces y, jamás será verdad y, AMLO y su “Cuarta Transformación” se han acostumbrado a mentir, puesto que su necesidad de aceptación lo lleva a falsear la realidad una y otra vez hasta conseguir que el pueblo humilde y trabajador se deje llevar y le crean a pie juntillas todas sus aseveraciones. 

Ante la realidad, el presidente López Obrador, siempre tiene otros datos, datos que, en ese momento, inventa según sea el caso. Ante tal deformación de la verdad, bien vale la pena considerar que sus mentiras e incompetencia sí representan un grave peligro para la estabilidad social, macroeconómica y política de la nación, por ello es necesario reconocer esta circunstancia, para crear un contrapeso político, que permita que las decisiones del presidente se ajusten a la realidad, aunque a él, no le gusten, aunque él tenga otros datos. El Quijote de la Mancha, menciona que “la falsedad tiene alas y vuela y la verdad la sigue arrastrándose, de modo que cuando las gentes se dan cuenta del engaño ya es demasiado tarde”.

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