MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

López-Dóriga, Beteta, et al., una demostración de análisis de altura

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Los "periodistas" mexicanos más destacados se dignaron a escribir sobre la marcha de 100 mil antorchistas que, el 6 de octubre en la Ciudad de México, reclamó, entre otras cosas, que las autoridades federales esclarezcan plenamente el crimen político cometido hace dos años contra Don Manuel Serrano Vallejo, un hombre de 80 años, vendedor de periódicos y padre de la destacada líder antorchista y diputada al H. Congreso de la Unión Maricela Serrano Hernández. ésa es una primera muestra de que la manifestación tuvo su efecto: los aludidos -Segob, PGR y otras secretarías federales- acusaron de recibo y enviaron a sus plumíferos a sueldo a denostar, con toda clase de injurias ("hacen falta calificativos", dijo uno), la manifestación y sus motivos. La respuesta de los "periodistas" más conspicuos a la marcha no nos toma por sorpresa. La esperábamos. Hace mucho tiempo que nos hemos acostumbrado a luchar a pesar de los antros periodísticos caldeados de infamia y servidumbre, en los que se prostituye la información, el honor y la conciencia.

Pasemos ahora a lo que dijeron el día 7 de octubre. En su columna de Milenio, Joaquín López-Dóriga escribió un comentario que dice así: "Bloqueo. Antorcha Campesina rentó 385 autobuses para traer a la Ciudad de México a miles de manifestantes que bloquearon el Paseo de la Reforma y a los que los granaderos impidieron llegar al Zócalo. La pregunta es, ¿quién financia?". ¡Oh! ¡Los pensadores de todos los siglos se han quedado perplejos ante despliegue de sapiencia! Quizá, antes de eso, las preguntas debieron ser: ¿por qué marcharon? ¿Cuáles son sus demandas? ¿Por qué se les impidió el uso del zócalo, que es de todos? Pero nada de eso, al señor "periodista" se le hizo más "astuto" dejar en la oscuridad los motivos de la marcha y salir con una pregunta venenosa e intrigante. Para no eludir el problema, respondo: todos los antorchistas financiamos cada uno de los camiones de esta marcha y también nuestra lucha diaria, a través de módicas cooperaciones entre los integrantes y una estructura financiera legal que nos ofrece independencia política, algo que el señor, por lo que se ve, no conoce en absoluto. Acostumbrado a servirle a los más bajos intereses de la política mexicana, cree que todo el mundo ofrece, como él en una esquina de Chapultepec, sus servicios al mejor postor. Acostumbrado a extorsionar con los espacios que le da la prensa mexicana, cree que en este país no existen las conciencias honestas. Y ahora le pregunto: ¿Quién le paga por infectar, un día sí y otro también, mañana, tarde y noche, las conciencias de los mexicanos? Usted, señor López-Dóriga, un periodista acusado de extorsión por una importante empresaria de México, ¿se atreve a poner en entredicho el financiamiento de la lucha de Antorcha? ¡Vaya, lo que es no tener vergüenza!

Pero no fue el único columnista de Milenio que mostró su verdadero rostro ante nuestro grito de justicia por el secuestro y asesinato políticos de Don Manuel Serrano. El "escritor, editor, periodista", etc., etc., etc., Rafael Pérez Gay, escribió: "Me enteré oyendo el radio de que 15 mil antorchistas habían tomado la avenida Reforma y desfilaban hacia el Zócalo. La ciudad colapsó. Perdí la mañana. No sé quiénes son los antorchistas ni quién es el señor que murió a manos de no sé quién. La verdad: no me importa". Asombra el gran humanismo que derrocha este "erudito" mexicano. ¡Qué tal, eh! Ante uno de los más siniestros y deleznables crímenes cometidos contra cualquier persona (como lo describió algún otro periodista, con menos renombre pero más honesto), el "gran" "escritor, editor y periodista", lanza un nauseabundo "no me importa". Qué desgracia para las letras mexicanas que tan vulgar personaje ostente el título de "escritor". Ojalá que jamás deba repetir las famosas palabras del pastor Martin Niemöller. Peor para él.

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Otro de los "cerebros" de Milenio que también se despeinó tratando de encontrar los calificativos más groseros para adjudicárnoslos gratuitamente, fue el señor óscar Mario Beteta. Sólo que esta vez lo hizo en su programa de radio, un espacio que ha convertido en una copia del tribunal de Joseph McCarthy, en el que se acusa, enjuicia y sentencia a la gente, sin que nadie tenga posibilidad de defenderse. Pues bien, resulta que el perfumado conductor entrevistó a la secretaria de Gobierno de la CDMX, Patricia Mercado, a la que prácticamente le exigió el uso de "la fuerza pública para que estos infelices no sigan atropellando los derechos de tantos millones de mexicanos". Pero la historia nos ha enseñado que al Gobierno de la CDMX no hace falta que la derecha le dé clases de macarthismo, porque son alumnos adelantados y lo aplican cada que así conviene a sus intereses. Pues bien, después de abonar donde ya crece la yerba mala, óscar Mario Beteta, un neofascista perfumado, se desquició al aire y se lanzó contra los antorchistas y su líder, con lo más refinado de su repertorio de injurias: "Ya estamos hasta el gorro de que esta bola de vándalos, infelices, delincuentes, flojos, rijosos, buenos para nada (sic). Es el negocio de este tipejo Aquiles Córdova, que además vive como rey en Puebla, eh. Ojalá algún día visiten las instalaciones de Aquiles Córdova que es el que le paga a toda esta bola de vagos para que atropellen el derecho de quienes vivimos aquí en el CDMX". ¡Qué profesionalismo! ¿Y por qué tanta furia contra quienes piden justicia para su muerto? ¿Por qué tanta rabia contra quienes exigen un alto a los secuestros y asesinatos políticos en México? ¿Por qué se atreve a tronarle los dedos a los funcionarios del GDF, como si fueran sus empleados? (No hace falta decir que ellos no rechistan). Quizá porque así es como desquita el pago que recibe por prostituir el noble oficio de periodista. ¿Y dice el que Ing. Aquiles Córdova vive como rey? él, óscar Mario, que se revuelca en el cieno de la hipocresía y la manipulación de la información. él, que se perfuma y come todos los días como Luis XVI gracias al envilecimiento y prostitución que hace de la prensa. ¿Y nos llama "vagos", "flojos", etc., etc., a millones de mexicanos antorchistas que todos los días sudamos la camiseta para llevar el pan a nuestras familias? Quisiera saber cuántas veces el señor ha usado sus delicadas manos como no sea para recibir los fajos de dinero de quienes son dueños de su conciencia. ¿Y dice que el Ing. Aquiles Córdova nos paga para ir a marchar? ¡Es que el señor no conoce la solidaridad! Perdido en el laberinto de la codicia, este egocéntrico príncipe de la prensa bastarda se ha olvidado de uno de los más altos valores de la humanidad: la fraternidad. Y la única explicación que su insano cerebro le encuentra a la fraternidad antorchista es que "alguien nos paga" por ir a marchar y a exigir solución a los problemas de otros depauperados. Qué despliegue de bajeza, vulgaridad e ignorancia.

Con raras excepciones, las cuales agradecemos de corazón, la mayoría de la prensa nacional se limitó a decir que unos 15 mil antorchistas provocaron caos vial en la Ciudad de México con su marcha que duró varias horas sobre avenida Reforma, y poco o nada dijeron sobre las razones de la marcha. No diré que no lo hubo, porque sería mentir. ¿Pero saben los capitalinos de quién es la culpa que sus actividades diarias se vean trastocadas? De la Secretaría de Gobernación federal, a cargo de Miguel ángel Osorio Chong, a quien desde hace cinco años le hemos pedido que detenga los asesinatos de campesinos en Yosoñama, Oaxaca, que ya suman más de 20; a la que le hemos pedido que detenga a los autores intelectuales y materiales del crimen político contra Don Manuel Serrano Vallejo, desde hace 2 años; a la que desde febrero de este año le pedimos que aplique el programa Escuela de Tiempo Completo en tres primarias de Morelia; a la que le hemos solicitado varias demandas, ninguna de las cuales ha resuelto. ¿Saben los capitalinos también de quién es la culpa? Del Gobierno de la CDMX que nos impidió concentrarnos en el Zócalo cercándolo con miles de policías, de donde resultó más grave la afectación al tránsito. ¿Y saben, finalmente, quiénes son también los culpables? Los medios nacionales de comunicación que hoy nos atacan ferozmente, pero que jamás se han dignado a publicar una sola notita sobre las cientos de cadenas humanas de protesta que realizamos sin afectar el tránsito, y con lo cual habrían puesto su granito de arena para meter en cintura a un gobierno despreocupado por la vida de sus gobernados. No pedimos que se nos trate con pétalos de rosas; sencillamente pedimos que se hable con la verdad. Nada más, pero nada menos.

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